Gabriel Soler es un artista sanjuanino que desde joven la murga lo atrapó. En plena actividad artística, pasó por Benditos Artistas Nuestros para someterse ante las preguntas de David Gardiol. Él, como artista todo terreno esta vez se puso el traje de entrevistador. Disfrutá de la entrevista completa

David Gardiol: -Vos te definís como murguista ¿por qué murguista y no murguero?

Gabriel Soler: -Es un capricho estilístico. Es una diferencia de costumbre que en Uruguay se le diga murguista al que hace murga y, murguero al que hace murga en Buenos Aires, aunque también está ligado a los diferentes géneros que existen de murga. Yo me identifico como murguista.

DG:-Si tuviéramos que explicarle al sanjuanino sobre la murga ¿cómo la definirías?

GS:-Primero que nada, es la necesidad de expresar inquietudes, pero atacadas de manera grotesca, por una necesidad sana supongo, que tenemos muy en el fondo, de querer superar problemáticas. La murga es las ganas de denunciar esos problemas, pero también las ganas de reírnos un poco de ellos. De alguna manera, la murga codifica la forma de decirlo en palabras y la forma musical. Yo he participado de murgas compuestas por murgueros y en ese género también me he sentido como pez en el agua. Lo de murguista es un capricho nomás.

DG:-Me da curiosidad saber cómo, acá en el desierto entre las montañas, te atrapó este género que es rioplatense de por sí.

GS:-Me viene un poco por muchos lados en realidad. Estoy atravesado, y estamos atravesados, por el hecho del carnaval, de alguna manera u otra. De chico siempre tuve contacto con el folclore y ahí había un relato del carnaval muy indígena. De ahí siento que transversalmente soy parte como de esas matriz, quizás de los pueblos, del hecho del carnaval. Más allá de que hay estilos, formas de hacerlo y formas de expresarlo diferentes, se sincretizan de alguna manera. Hay un código que mezcla lo indígena, lo europeo y lo asiático, que de alguna manera se fusionan. Con el tiempo me fui a vivir a Mendoza y conocí el candombe y la murga estilo uruguaya. Toda esa mezcla de cosas es lo que yo siento que me construyen como un militante del carnaval.

DG:-Me imagino que eso también tiene que ver con la creación y lo colectivo.  

GS:-Mucho, mucho de eso. Yo siempre hice arte, música en grupo. Muy de chico bailaba folklore. Luego estudié en el Polivalente de Arte, siempre acostumbrado a la grupalidad en el arte. En el Polivalente de Arte se daban  unas construcciones hermosas, confluíamos un montón en las tesis que realizaban en los últimos años. Eso a mí me construyó mucho. Cuando dejé de bailar me encontré con el instrumento. En realidad, ya tocaba, porque  en mi familia siempre se ha tocado y me han llevado por el mundo de la música. Todos hacemos arte, todos. Siempre estuvo esa soltura en la familia para ser artes sin prejuicio.

DG:-Todo eso aportó a que entraras en el mundo de la murga, que tiene tantas fusiones.  

GS:-Sí, todo es una gran fusión. Eso es lo que tiene la murga, no está arraigada a una sola forma hacerse. Algo que siempre rescatan uruguayos que vienen a San Juan, y nos dicen que aprovechemos, es que no está  pactado como tiene que hacerse la murga aquí. En cambio, ellos tienen que lidiar con una cuestión más reglamentaria.

DG:-Contame sobre “La Pericana”, esa murga tan valiosa.  

GS:-Hace ocho años que estamos firmes ahí. ¿Cómo surge? Cuando me fui a estudiar a Mendoza traté de estudiar música popular, pero me codeé mucho con la gente el candombe y las murgas. Cuando volví me quedé manija con eso y con toda la cuestión de la colectividad, y en San Juan no había eso. Entonces, les dije a unos amigos que yo iba a armar un taller y que ellos vinieran a darlo. Fueron varias personas y salimos queriéndonos juntar de vuelta sí o sí. Desde ese momento, se hizo religioso  juntarse a ensayar los lunes y jueves de toda la vida. Empezó a caer más gente a aprender.  Aprendimos desde YouTube por mucho tiempo y luego dijimos “che, intentemos traer a alguien que nos enseña un poco más”.  Con la ayuda de mi hermana,  trajimos referentes de la murga uruguaya, que nos ayudaron mucho en la producción y así fuimos aprendiendo. De todas formas, a nosotros  nos recibe de brazos abiertos el hecho de que hacía cinco años que las murgas de estilo porteño venían construyéndose en la provincia. Nosotros llegamos a acoplarnos a ese carnaval, viste a ese carnaval que ya venía curtido, por el folclore y también por el código del carnaval.

DG:-Hablas sobre el código de carnaval ¿cómo definirías eso?

GS:-Es el espíritu. ¿Quién no ha challado, sin llamarle challa quizás? Es esas costumbres, o formas de conducirse con las cosas. ¿Por qué challas con el agua? ¿Por qué le decimos challa a mojarse? No sé.

DG:-Lo que quiere decir, entonces, es que el carnaval es también una  forma de celebrar la vida.

GS:-Claro, es militar la vida, porque te da felicidad ¿a quién no le gustaría tener un amor? Esa es mi pregunta, solamente que la gente no se acerca.

DG- Hay mucha gente que escucha y le transmite mucho la murga.

GS:-Sí, sí. Por ahí nosotros decimos, que si tanto les gusta, que vengan a ensayar, en el sentido de que también lo puedan disfrutar, porque siempre nos hace falta gente en la murga.

DG:-Ahora que ya puedes mirar para atrás, porque ocho años es un camino alucinante ¿cómo se han insertado en la comunidad sanjuanina?

GS:-Primero, en la necesidad de legitimarnos en el carnaval, hubo que poner un poco el cuerpo porque el grupo que compone la murga ha curtido una muy distinta artísticamente a otros grupos sociales que componen el carnaval. Más que nada de los corsos. Tuvimos que aprender también del código de los corsos, que no es simplemente el hecho de llegar y subir a un escenario. No, el escenario del curso no es un escenario. Viste el flamenco, que de alguna manera para hacer flamenco tiene que estar el tocador, el quien baile y quien haga palma  y cante. Bueno, en la murga también, una cosa sin la otra no es. Entonces fue aprender de esas cosas, mamando  mucho de lo artístico y compartiendo socialmente. Nos decían que era una murga cheta.

DG:-¿Sentís que se ganaron un lugar?

GS:-Sí, nos ganamos ese lugar indiscutiblemente supongo. Nosotros hasta le pedimos permiso una de las murgas para hacer un tema de ellos, Los Fraternales del Oeste, que es un tema muy lindo. Eso es otra cosa que pasa en el mundo de carnaval, es un mundo que legitima artísticamente a gente que no  puede dedicarse a estudiar la música, que no ha tenido una familia que le ha permitido cultivar el arte y que de pronto se encuentran una altura de su vida con el carnaval, murgas, los corsos, y a mí me parece fantástico. De pronto compartir con artistas que son increíbles… es un lugar que legitima la gente de una forma que me emociona mucho. Ahí nos hemos construido digamos. También es un lugar de rescate humano. Hay pibes que eligieron dejar de tomar para ir ensayar, dejan de estar con la  pereza en la esquina y de la cuneta se van a ensayar. Lo mismo pasa con las comparsas de carnaval, en el Barrio Costanera, ¿a cuántos pibes ha rescatado? Es inmenso y se legitima solo, por su misma fuerza y por la gente que va a los corsos.

DG:-Es masiva la respuesta de la gente.

GS:-Es masiva, institucionalmente no les hace falta mucho, que no nos lleven presos (risas), que no dejen ensayar tranquilos y no nos denuncien por ruidos molestos. Igual, ya no pasa mucho, la gente nos ha legitimado pero hemos tenido que estar en la calle. Hasta a esta murga cheta le ha pasado.

DG:-Entonces, ¿San Juan tiene carnaval?

GS:-Muchísimo. De hecho, yo encaré un documental sobre el carnaval y en varios años seguido, en distinta calidad, en distintas resoluciones, distinto material, pero le he hecho entrevistas a los pibes, a las píbas, he grabado temitas de las murgas, y tengo un material muy rico ahí. Son cosas que son chucherías para mí, pero estoy trabajando con ese material en el tiempo. Me interesa mucho que se vea la evolución. El grupo de La Pericana artísticamente para mí es un “camión”, porque son pibes muy capaces, muy solidarios con el arte y tienen mucha iniciativa.

DG:-¿Cuál es el sueño y el camino de una murga como la de ustedes, La Pericana, una murga sanjuanina y cordillerana?

GS:-El objetivo es siempre militar el carnaval y empezar a producirnos mejor, porque nos ha pasado que el proyecto llegó a un punto artístico elevado, que funciona, sirve, y del que hemos aprendido un montón, pero lleva muchísimo tiempo y además, precisa dinero para moverse. Así que estamos aprendiendo a manejarnos mejor en ese sentido, sin dejar de militar todo lo que decimos en un discurso. Entonces, vamos aprendiendo ahora esa etapa de producirnos y estamos buscando sponsors. Y a la gente, si quieren hacer carnaval que se acerque a los ensayos, que es un lugar abierto para todos, y que sigan a la murga La Pericana en Instagram, en YouTube, estamos subiendo material, dentro de poco va a salir un nuevo espectáculo, así que atentos. Y a quién esté interesado en colaborar con la murga, aportando lo necesario para que se mueve el colectivo, se mueva el arte, el proyecto, el escenario, está invitado. Arriba el carnaval y vivan las murgas.