Jorge Moreno: el artista chileno que apostó a San Juan y ganó
Benditos Artistas Nuestros volvió a la pantalla de CANAL 13 de la mano del titiritero David Gardiol. En esta oportunidad una entrevista a fondo con un artista trasandino que dejó todo en su país natal en busca de un nuevo destino para él su familia.
Jorge Moreno en un artista sanjuanino por adopción. Llegó de su Chile natal y en menos de una década se volvió en un referente del arte escénico provincial. En plena actividad artística, pasó por Benditos Artistas Nuestros para someterse ante las preguntas de David Gardiol. Él, como artista todo terreno esta vez se puso el traje de entrevistador. Disfrutá de la entrevista completa.
David: Gardiol: - ¿Cuántos años hace que estás en san juan?
Jorge Moreno: - Y siete, ocho años vamos a cumplir yo aquí con familia. Quemanos todas las naves viniendo de Chile buscando un lugar más tranquilo, y encontramos eso. Encontramos tranquilidad y oportunidades.
DG: - Así que sos un artista nuestro. (risas)
JM: - Sí, como soy cada día más sanjuanino.
DG: - ¿Qué tipo de trabajo haces?
JM: - Soy un artista visual, pasa que en el medio me fui especializando, en todo lo que es pintura escénica, realización de utilería y todas las disciplinas colectivas. Son muchas personas las que trabajamos en una producción para lograr un trabajo integral de escenografía y de utilería. Es un trabajo hermoso, todo lo que involucre arte siempre es hermoso. Muchos horas de esfuerzo físico, hay que tratar de mantenerse en forma lo que más se puede, con la salud arriba. Y fundamentalmente eso es un ámbito de colores, de pintura, de moldeado, de escultura. Todas las cosas más clásicas tú las encuentras en lo que son las disciplinas relacionadas con la escenografía. En el último tiempo, yo puedo decir que he tratado de ir aprendiendo más todo lo que es el tema del mundo de las marionetas. Es para mí es una cosa nueva, mucho que aprender y creo que hay mucho por hacer.
DG: - ¿En qué medios te desempeñas con este trabajo?
JM: - Te voy a hacer una repaso rápido de mi carrera. Yo cuando me vine a la Argentina dije, 'tengo que conocer artistas acá del ámbito'. Y una de las primeras personas que conocí fueron los chicos de un colectivo de artistas, de ilustradores. Después de este medio, empecé a conocer a la gente y comenzé a trabajar en la Fiesta del Sol. Mi primer trabajo relacionado acá con la escenografía y la utilería fue la FNS. Esa fue mi escuela, una escuela intensa. Son jornadas de trabajo bastante intensas.
DG: - Y siempre con los tiempos justos
JM: - Sí, todo es muy rápido. Para mí fue maravilloso. Es algo que no conocía yo. En Chile mi realidad era completamente distinta
DG: - La escala de los trabajos también es distinta.
JM: - La escala es grande. Así que ahí fue donde me fui reinventando. Tuviste que expandir mi arte. Uno llega un lugar nuevo y tiene que conocer la cultura, la gente, todo eso para integrarte. Lo importante es eso. Es como insertarte en los ámbitos de esta nueva sociedad, de la sociedad sanjuanina. Que tierne gente muy amable. Yo debo decir que recibi mucho apoyo en muchas oportunidades y debo ser un agradecido de eso. Creo que fundamentalmente ha sido la voluntad del universo a través de las personas.
DG: - Y dentro de eso vino también lo de participar de la formación de este maestro que vino a visitar.
JM: - Yo comencé a hacer trabajo en el teatro del Vicente Nair. Fundamentalmente relacionado con la restauración y escenografía. Con un compañero que es Federico Peralta, pintor esctécnicos también, que los dos nos formamos con Gunnar Hammer, maestro Noruego que vino a ser un curso de pinturas escénicas cuando se inició la producción de la Flauta Mágica en el teatrp del Bicentenario. Fueron varios meses, fué de mayo prácticamente a octubre, con un intenso trabajo intenso de pinturas. Ahí el trabajo era con él. Con los alumnos era más suave, con los otros que que heramos los asistentes era tremendo. Bueno, no voy a decir las cosas que decía (risas). Era terminar el trabajo y cuando volvía con la reflexión de lo que habíamos hecho miraba y nos decía toda clase de calificación. Pero fue muy bueno, aprendimos mucho y seguimos aprendiendo. Porque se el nexo con él nunca se perdiól. Es más, cuando tenemos dudas, recurrimos a él. El trabaja en Hollywood con Eugenio Zanetti. Eugenio Zanetti para las generaciones, es uno de los premios Oscar, en cuanto a dirección de arte y a producen artísticas. Made in Argentina.
DG: - ¿Es nuestro?
JM: - Si, Zanetti, es made in Argentina.
DG: - ¿Cómo empezaste con el mundo de la pintura? ¿Tenía algo que ver a alguien de tu familia, ya en Chile, cuando era más pequeño?
JM: - Sí, yo me vengo de una familia de artesanos. Mi abuelo materno era ebanista, era carpintero, pero la especialidad era la ebanistería en Chile. Hacía muebles con tallado, con cierta complejidad con herramientas de carpintero antiguo. Era un hombre muy exigente en su disciplina. Era tremendo, me contaron.
DG: - ¿Qué es tremendo? ¿Vamos a compartir algo con él?
JM: - No. Bueno, de este abuelo no lo conocí. Mi madre era modista. Yo siempre digo que fue una de las primeras modistas chilenas que sin ser diseñadoras de vestuario, de indumentaria. Aplicaba y tenía conocimientos de diseño. Yo crecí, en un taller de artesanía, en cuero. Yo creo que los recuerdo de niño más presente es el olor al cuero. Me acuerdo en esa época, siempre hablaban del cuero argentino, la calidad del cuero argentino, que no había competencia. El cuero argentino era el rey de la conversación en el taller de mi madre. Pero y ella tenía un hermano, mi tío Patricio, falleció el año pasado, él fue mi maestro en un principio. El dibujo, la pintura, yo la fui trabajando con él de niño, desde muy niño. Tengo recuerdos desde los 15 años, él nos llevaba a pintar, a hacer paisajismo, porque era paisajista, era un pintor especializado en paisajismo. Y nos ibamos a lugares recónditos de Santiago o de la costa, y nos metíamos en los lugares más increíbles, porque este hombre también tenía una personalidad arrolladora, no le importaban las rejas, las advertencias de no pasar, él buscaba el lugar que le encantaba. Pero era una anarquista de su deporte, y cuando él decía, 'no, tenemos que ir ahí a pintar', y ahí ibamos.
DG: - ¿Y con caballetes?
JM: - Con caballetes, todas eran con caballetes, con todo el equipo, sin importar días de lluvias. Yo me acuerdo una de las últimas veces que fuimos con él, con un primo, que mi primo también es pintor. Terminamos una cueva, en un acantilado frente al mar, en una zona que se llama en Chile, en la costa central del Taú, muchos sanjuaninos la deben conocer, yo creo. Son lugares frecuentados por el turista argentino en Chile,
DG: - ¿Y ahí son las primeras armas en pintura?
JM: - Claro, era muy duro, no era el tío que te encontraba a tus dibujos, hermosos, 'que lindo el dibujo', todo lo contrario él decía, 'es un dibujito que se puede hacer mejor', nos iba guiando, no había espacio a suceptibilidades, uno tenía que aceptar la crítica porque era constructiva, creo que eso es lo que debe ser para crecer como artista
DG: - ¿Era una familia muy nutritiva respecto del arte?
JM: - Sí, bueno, papá también eran el ámbito artístico, pero en realidad él entró a estudiar arte más por la bohemia. No era buen artista, estaba vivo, pero no, con el arte, para nada, y se lo digo en su cara (risas). Ya le voy a mandar el video. Te quiero mucho papá, pero no.
DG: - No todos los artistas saben soltar el pincel y vincularse con la tecnología para hacer arte.
JM: - Sí, a ver, creo que el artista se tiene que ir reinventando y ajustando de acuerdo a los tiempos. No podemos ser un anacronismo. Podemos tener prácticas artísticas antiguas, por ejemplo, que nos guste el pincel, el olio, el aceite de lino, pero el digital es algo que entró muy fuerte y es muy interesante. Me animo decir que la mayoría de mis producciones acá en Argentina tiene más que ver con el arte digital. Y mucho con ciertos aspectos del diseño. Como que las piezas de utileria las trato de dibujar en Photoshop o en algún programa de esos y me da como una apertura visual de algo más real. Y últimamente, es algo que me atrevería es en el ámbito de la impresión 3D. Y todo lo que es la realidad virtual.
DG: - ¿Pero tenés una tableta?
JM: - He hecho una inversión ahí. Una pantalla digitalizadora, que se la compre a un amigo sanjuanino, 'el Panchito'. El Panchito es un tremendo artista que están Buenos Aires, que es muy joven y trabaja a nivel de producciones importantes. Es tremendo representante sanjuanino que están Buenos Aires. Y bueno, inversión en máquinas. Y lo último ha sido como explorar el controvertido ámbito de la inteligencia artificial.
DG: - ¿Y qué es el que te han contado?
JM: - Mira, yo soy un detractor, pero es atractivo. Siempre la tecnología tiene esa cosa como seductora de lo inmediato. ¿Qué es interesante?, creo que es una herramienta que llevó para quedarse. Es inevitable. Nos vamos a tener que adaptar como nos adaptamos al computador. Yo me acuerdo hace 20 años atrás. Hablaba con un diseñador gráfico. Cuando el diseñador no estaba sumido en todo esto y lo digital. Y yo me acuerdo que dentro de mi preferencia de estudiar estaba el diseño gráfico. ¿Por qué es bonita?, era muy hermosa. Pero dije no, no es tuyo esto porque no tiene futuro. Y no es así. Vér como se encontró el diseño gráfico con las tecnologías nuevas como también en general el diseño industrial se ha ido encontrando con todo lo que existe. Y los artistas tenemos que usar todas estas herramientas que van que van saliendo. Ahora, conozco gente, más joven que yo que les cuesta meterse en este ambito. Yo soy un promotor, leo de lo digital. Y soy un promotor de aprender de gente de distintas edades. Yo tengo maestros con los que aprendí mucho que son 10 años menores o hasta 20 años menores que yo, porque uno tiene que estar en contacto con gente que es de tu lenguaje y ahí uno va a creciendo, uno va viendo el trabajo del otro, ver cosas que están en el extranjero. Hay que abrir la vida, abrir la mente es estar abierto a todos los nuevos que van subiendo y ver cómo lo usa y se puede usar en los ámbitos laborales que tienen relación con lenguaje de imágenes.