Ari Riveira desde que nació sabía que su mundo era el de la moda. En plena actividad artística, pasó por Benditos Artistas Nuestros para someterse ante las preguntas de David Gardiol. Él, como artista todo terreno esta vez se puso el traje de entrevistador. Disfrutá de la entrevista completa.

David Gardiol: -¿Cómo empezó esta búsqueda o esta forma de crear indumentaria?

Ari Riveira: -Siempre me ha gustado el arte, me ha gustado dibujar y desde muy chica empecé a dibujar ropa.

DG: -¿Sí? ¿Por qué?

AR: -Tengo block de cuando era chica de vestidos, dibujaba la ropa sin la persona, así que desde muy chiquita empecé con esa inclinación.

DG: -¿Hay a quien echarle la culpa en la casa?

AR: -No, en mi familia se dedican a otra cosa completamente diferente. Mi abuelo pintaba, tal vez vienen por ahí los genes. Empecé a hacerle ropa a las muñecas desde muy chiquita, ahí  empecé  a indagar y me acuerdo desde muy haberle preguntado a mi mamá si eso se podía estudiar, si  era una carrera. Ella investigó en ese momento si existía la carrera de diseño de indumentaria y diseño de modas. Desde ahí se me metió en la cabeza y nunca se me pasó.

DG: -¿Qué hiciste antes de entrar a la carrera?

AR: -Bueno, durante la secundaria hice un curso de moldería y confección en donde también me enseñaban a dibujar. Eso lo hice desde primero hasta sexto.

DG: -¿Con que maquina empezaste cosiendo?

AR: -Con una recta familiar. Es más, la sigo teniendo hasta el día de hoy. Después, me compraron una mis papás cuando vieron que era lo que quería en serio a los 12 años.

DG: -¿Y cuándo empezaste a crear?

AR: -Desde muy chica, a los 16, me hacía en el momento la ropa para salir y en la secundaria empecé a reciclar, tenía algo en mi casa que no usaba y dejaba volar la creatividad. Después en la facultad, me empecé a meter un poco más en eso, vi que existía todo un mundo del reciclaje textil que no conocía, porque en la secundaria lo hice de forma intuitiva, pero me empecé a meter mucho más en lo que es el medio ambiente y en todo lo que impacta la industria textil.

DG: -A parte, una tela nueva no se comporta igual que una tela que tiene vida. En los vestuarios, por ejemplo.

AR: -Claro, totalmente. Con el uso que ha tenido la prenda te das cuenta si la tela es buena o no, por ejemplo. Te empezás a dar cuenta de esas cosas, cuales son de mejor calidad y cuáles resisten más. Cuando voy a comprar, si sé que una tela no tiene mucha vida útil, no la compro.

DG: -¿Esa carrera se estudia acá?

AR: -Ahora está San Juan hace poquito, pero yo estudié en Mendoza.

DG: -¿Estar en otra ciudad también te abrió la cabeza?

AR: -Sí, fue un cambio tremendo en todo sentido porque me fui a vivir sola muy chica, tenía 17 y me empecé a rodear de personas que están en eso, que les gusta compartir arte. Tener esas experiencias  te abre un montón de la cabeza. La verdad que fue una experiencia increible.

DG: -Bueno, volviste de San Juan y seguiste con este camino.

AR: -Sí, en realidad volví obligada por la pandemia, me había vuelto de vacaciones a San Juan y justo empezó el aislamiento asique me quede en acá. Ese mismo año  empecé con mi emprendimiento, con Alquimia, estando encerrada básicamente.

DG: -¿Cómo fue tu vínculo con las redes sociales?

AR: -Cuando estaba en la pandemia empecé a subir videos, en realidad no lo empecé como “me voy a poner un emprendimiento”, sino, que fue algo para pasar el tiempo porque estábamos en aislamiento.

Empecé a mostrar cómo reciclaba. Una de las primeras camperas que hice fue una con Patchwork y me empezaron a llegar un montón de mensajes, la querían comprar. Entonces empecé de a poco a vender prendas.

DG: -¿En qué ha devenido el emprendimiento?

AR: -Bueno, ahora estamos trabajando mucho con Patchwork, que es con lo que empezamos también. Es una técnica en la que, básicamente, destruís la prenda original y con las partes haces un textil completamente nuevo. Estamos trabajando mucho con esta técnica, porque nos permite hacer diferentes talles, lo cual es a algo importante para mí, poder repetir una prenda en diferentes talles.

DG: -¿Es un trabajo colectivo?

AR: -Sí, Ali trabaja conmigo ahí en el taller. Yo corto todo y ella es la que confecciona.

DG: -¿Cómo te sentís vos en San Juan como diseñadora? ¿Cómo te proyectas?

AR: -Estoy descubriendo todo, pero creo que me gustaría seguir creciendo con esto, que es algo que  además de apasionarme a nivel creativo, me gusta porque tiene un impacto positivo en nuestra sociedad y el medio ambiente. Me gustaría seguir creciendo con este concepto de moda sustentable.

DG: -Cuando dijiste Patchwork, pensé que también las telas tienen historias en sí, ¿sentís eso?

AR: -Sí, me encanta, es como pensar que tiene una historia atrás, no solo la historia de la aprenda en sí, sino de nosotros que somos el emprendimiento que lo hacemos, estás comprando algo con sentido.