Claudia Lepe: la artista chilena que apostó por San Juan
Benditos Artistas Nuestros volvió a la pantalla de CANAL 13 de la mano del titiritero David Gardiol. En esta oportunidad en una entrevista a fondo con una cantante de ópera chilena que quiere envejecer en nuestra provincia
Claudia Lepe es una artista chilena, pero sanjuanina por elección. Sueña con ver crecer el mundo de la ópera en nuestra provincia y trabaja incansablemente para eso. Ella, pasó por Benditos Artistas Nuestros para someterse ante las preguntas de David Gardiol. Él, como artista todo terreno esta vez se puso el traje de entrevistador. Disfrutá de la entrevista completa.
David Gardiol: -¿Qué encontraste en San Juan?
Claudia Lepe: -Para mi San Juan es un lugar donde puedo expresarme con mi arte, vivir de esto y contribuir a la cultura local.
DG: -¿Te sentís identificada con la definición de “cantante lírica”?
CL: -Sí, porque siento que en la ópera confluyen muchas artes que a mí me encantan. Me encanta el teatro, la danza y las artes visuales, entonces es el lugar donde más plena me siento. Hago muchas otras cosas como ser docente, escribir, dar clases para niños y grandes, pero es arriba de un escenario haciendo ópera cuando más plena me siento.
DG: -¿Cómo fue tu encuentro con el mundo de la ópera?
CL: -La música siempre fue habitué en nuestra casa, porque era una familia evangélica donde había muchísima música. Luego mi padre se dio cuenta que junto a mis hermanos teníamos habilidades para la música, pero la que más insistió en que quería estudiar piano fui yo.
Luego, de más grande, estudié el profesorado de música y fue uno de mis maestros de canto quien me dijo que tenía voz para la ópera. A mí no me gustaba tanto la ópera, la encontraba exagerada, hasta que tuve esta conversación con mi maestro, que me empezó a contar los roles y tipos de personajes que yo podía hacer y me fui encantando. Es un poco de lo que hago con mis alumnos, los voy encantando.
Entonces, ahí fue que me encontré con que tenía un registro poco usual y que mis roles, por lo tanto, eran bastante poco usuales. Siempre iba a tener un rol secundario, muy dramático, siempre iba a ser la bruja, la mala, la que genera el conflicto entre la princesa soprano y el tenor o el barítono.
DG: -¿Cómo se llama tu voz?
CL: -Yo soy contralto que es la más grave, entonces tengo que mover mi voz. Mi especialidad se mueve entre la contralto dramática y la contralto lírica porque tengo bastante graves, pero no tienen tanto color oscuro como para definirme como dramática, pero tampoco soy tan lírica porque no soy tan aguda. Tengo roles en que soy dramática y roles en que soy más lírica.
DG: -En Chile te formaste en ópera y cuando viniste a Argentina ya tenías un recorrido, ¿no?
CL: -Exactamente, siempre digo que la docencia me abandonó a mí, no yo a ella porque nunca quise dejar de ser profesora, amaba ir al colegio y darles clase a todos mis niños. Tuve que dejar la docencia porque sufrí de depresión, entonces me pregunte “¿qué otra cosa se hacer?” y la respuesta fue “cantar”. Entonces empecé a adicionar, mi voz era extraña y a mucha gente eso le llamó la atención. Gracias a eso, me empezó a ir muy bien y me abrió las puertas a experiencias como cantar en el Teatro Municipal de Santiago.
Recuerdo que el día de la audición, el teatro de Santiago había tenido un accidente en el cual se había quemado toda la parte de sastrería, entre a audicionar y sentí todo el lugar con olor a humo, cubierto de nylon porque lo estaban refaccionando. Después de eso, pasaron unas semanas hasta que recibí un mail que decía “Claudia, te pedimos que pases a firmar el contrato por nuestras oficinas”, a lo que yo respondo, “buenas tardes, me parece que se equivocó de persona”, pero no, no se habían equivocado. Resultó ser, que la persona que me tenía que informar que yo había obtenido el rol, no lo había hecho, asique me mandaron a firmar el contrato directamente. Me sentí muy querida por el teatro, porque durante mucho tiempo me llamaron permanentemente a cantar ahí, entonces se me hizo muy difícil irme, pero fue para mejor.
DG: -¿Hace cuánto llegaste a San Juan?
CL: -En marzo del año próximo se cumplen 8 años.
DG: -¿Cómo fue tu camino en San Juan?
CL: -Yo venía en un colectivo con una de las calles que confluyen con la avenida España, y vi un letrero grande que decía, “Aquí se construye el Teatro del Bicentenario”, en ese momento supe que era el lugar donde quería trabajar.
Llegué mostrando mi biografía, mis programas y contando todo lo que había hecho, pero mi voz era muy rara, por lo que no siempre consigo los papeles, asique me costó dos años. Cuando en el teatro del Bicentenario se hace el primer intercambio con la Volstate University de Indiana, yo me presento para la audición. Ahí se me abrieron las puertas y nunca más me fui, siempre me están llamando. De una manera u otra, estoy ahí y me encanta.
Así que el teatro ha sido un lugar que me ha bendecido muchísimo con trabajo, con la posibilidad de desarrollarme, porque he crecido mucho como artista con todas las posibilidades de formación que hay ahí.
DG: -¿Seguís con la docencia?
CL: -Si, sigo haciendo clases de canto, tengo muchos alumnos y es algo que no me deja. Yo creo que la vida no quería que yo estuviera institucionalizada, porque no me daba tiempo para otras cosas. En cambio, hacer clases particulares me permite manejar mis tiempos y tener equilibrio entre mis estudios, mis horas de trabajo, tanto en la docencia como en el trabajo con artistas. Entonces, creo que ha sido lo mejor.
DG: -¿En el Bicentenario te surgieron nuevos proyectos?
CL: -Exactamente, cada vez que el Teatro del Bicentenario hace el llamado para la sala auditórium, yo presento proyectos. Hace un par de años, presentamos el libro que hice con mi esposo, Jorge Moreno. Hicimos una obra muy bonita con canciones de cuna donde él dibujaba y yo cantaba. Además, diseñé un tríptico en torno a la música de Guastavino, el primer número es para voz, guitarra y danza; el segundo fue en torno a las indianas de Guastavino y la tercera parte del tríptico, es todo el ciclo de pájaros con lengua de señas y braille.
DG: -Estas siempre en movimiento…
CL: -Sí, siempre. Yo creo que tenemos que hacer grandes cosas, tenemos que juntarnos con otros artistas y hacer cosas lindas.
DG: -No solo sos buena cantante, sino que también sos buena maestra.
CL: -Es que amo enseñar, por eso digo que a mí la docencia me dejó de manera institucional, pero la verdad es que yo sigo enseñando en muchas formas y sigo aprendiendo un montón. Soy muy curiosa en relación a cómo cantamos, qué es lo que suceden el cuerpo, en la mente y también muy curiosa en elaborar nuevas ideas para que la gente se entusiasme por nuestro arte.
DG: -¿Qué soñás para el futuro?
CL: -Sueño con que en San Juan haya muchos cantantes de ópera para que tengamos diversidad. Sé que hay muchos cantantes populares y folclóricos a los que admiro mucho, pero faltan más cantantes de ópera.
Personalmente sueño con tener una academia propia, con seguir desarrollando proyectos; sueño con viajar, cantar en distintos lugares el mundo y volver mucho más enriquecida para poder seguir compartiendo y enseñando. Siento que San Juan es el lugar donde yo quiero envejecer y morir, pero quiero viajar por el mundo para llenarme de conocimientos nuevos.