Gabriel Dávila Kurbán: un artista todo terreno que empezó a componer a los 8 años
Benditos Artistas Nuestros volvió a la pantalla de CANAL 13 de la mano del titiritero David Gardiol. En esta oportunidad en una entrevista a fondo con un compositor que desde muy chico escuchaba Los Beatles, Mozart y Bach y hoy su música se escucha en grandes teatros
Gabriel Dávila Kurbán es un compositor sanjuanino que desde muy chico ya sentía una gran atracción por la música. En plena actividad artística, pasó por Benditos Artistas Nuestros para someterse ante las preguntas de David Gardiol. Él, como artista todo terreno esta vez se puso el traje de entrevistador. Disfrutá de la entrevista completa.
Davis Gardiol: -¿Cómo se llega a ser compositor?
Gabriel Dávila: -Creo que es cuando le prestas mucha atención a los sonidos que te rodean y lo más importante en tu vida es aprender a entender por qué te causa lo que te causa y cómo es que se da todo eso, creo que, indefectiblemente, terminas siendo compositor.
DG: -¿Y cómo fue todo encuentro con la música?
GD: -Mi encuentro con la música viene de muy chiquito porque vengo de una familia donde se hace mucha música. Sin embargo, yo no mostré ningún interés particular hasta que escuché la música de los Beatles. Tenía 8 años y con mi hermano, Santiago, nos volvimos fanáticos y ahí fue como una necesidad de eso, primero aprender a reproducir esas canciones, aprender a tocar el piano, hacer Let It Be, aprender a tocar la guitarra, tocar I Want to Hold Your Hand y aprender a cantar para poder cantar todas las canciones. Con Santiago siempre nos reímos porque en esa época era de muy mal gusto que te gusten los Beatles. Te tenían que gustar los Back Street Boys o las bandas que estaban más de moda en esa época.
Entonces siempre era como, “¿qué música escuchas?”, “los Beatles”, “¡Pero ese música es de viejos!”. Hasta que después vino Anthology en el 95 y ahí volvieron los Beatles a aparecer en la escena y hoy es indiscutiblemente una de las bandas referentes de todo el mundo. Pero sí, éramos muy pequeños y eso era nuestro mayor interés. Después de ahí va evolucionando, escuchando las influencias de los Beatles, me doy cuenta de que cuando ellos hablan de música barroca, de repente yo tenía por mi familia, tenía un montón de discos de música barroca, entonces consumí Bach, Mozart, de todo. Ahí me dediqué a estudiar concretamente composición musical, donde tenés que, por supuesto, conocer todos los periodos en la historia y cómo va evolucionando el espíritu musical en el ser humano desde siempre.
DG: -¿Esto lo hiciste en San Juan?
GD: -No. empecé a hacerlo en San Jun de manera autodidáctica, como siempre, pero me fui a hacer mi estudio universitario de Mendoza. Estuve 11 años viviendo allá.
DG: -¿Te recibiste?
GD: -No, nunca llegué a conseguir el título. Me pudo el sistema, me acuerdo que salí un examen y dije, jamás me voy a someter a esto. Hoy en día es un poco distinto, espero, me imagino, pero las universidades tienen a veces una gran facilidad para no elevarte, sino más bien mantenerte abajo. Al fin y al cabo después de salir de la facultad, me di cuenta que son inherentes a la naturaleza humana, la frustración, la envidia, los podré, los no podré, todo lo que uno parece encontrar en el mundo, en un pequeño lugar, existe en todo el mundo. Así que si alguien está ahí cursando la carrera universitaria, no la abandonen, sigan. Bueno, después de Mendoza, me volví a San Juan un año, después anduve por Buenos Aires, el Sur y anduve como un par de años girando donde hubiera algún trabajo para hacer y dando algunos talleres de escritura. Estuve trabajando en unas cárceles en la Patagonia y en distintos tipos de talleres privados. Y así me movía, hasta que después volví a San Juan y conseguí un par de trabajos un poquito más seguros que me dieron la posibilidad de empezar a construir una casita y un refugio para grabar, dormir, cocinar.
DG: -¿Ese es el lugar donde creas?
GD: -Si, ese es mi lugar de trabajo, o sea, es el lugar el que habita mi familia y me considero increíblemente afortunado de contar con todo el apoyo para poder ir haciendo de un poquito esto, pero sí, es crear un espacio donde no solo yo puedo trabajar, sino también mis amigos y personas queridas, un estudio redondo.
DG: -¿Fue difícil abrirte puertas como compositor?
GD: -Fue bastante difícil, porque, como te digo, la palabra compositor es desconocida, porque todo el mundo sabe que Spotify hace la música. A todos los elencos cuya música este en una playlist y en un algoritmo, por favor, les pido, existen compositores musicales, qué hace la música que va después de Spotify. Y es difícil, pero por suerte ha habido siempre entre amigos, amigas y personas que están trabajando. El año pasado fue un año muy bonito, porque estuve involucrado en dos o tres obras de teatro, estuvimos participando en “Muchos Asesinos y Pocos Barman”, y en “Que Todo Arda” y después han ido surgiendo proyectos.
DG: -En “Que Todo Arda”, estuvo tu música sonando en el teatro del bicentenario, ¿no?
GD: -Si, fue un éxito la música en esa obra, muchos sacaron los celulares y quería ver qué tema era, asumían que estaba Spotify.
DG: -En todos lados, se tiene que atravesar esa conciencia…
GD: -Si, desde arriba hasta abajo y la composición musicales es muy importante, existen personas que la hacen y hay que estudiar muchísimo para poder hacerlo. Como todo, ¿no?, también podes agarrar un teclado, hacer cualquier ruido, y también es un criterio y un contexto que está perfecto.
Pero fue una experiencia súper bonita porque cuando vos tenés música que está siendo compuesta para lo que vos está específicamente queriendo, es muchísimo más profundo el trabajo que se puede hacer. Y esa es una bonita salida porque además también te conecta con otras áreas del quehacer artístico. Después, una versión gigantesca, fue la Fiesta del Sol que está última edición, estuve también participando. Y realmente fue para mí súper enriquecedor y con un resultado que a mí me encantó.
DG: -Los vínculos son importantes en este mundo, ¿no?
GD: -Sí, yo creo que un trabajo y bien hecho, puede perfectamente ser una puerta abierta para un próximo trabajo, ya sea que alguien te recomiende o que alguien escuche o que alguien pregunte. Por eso no hay trabajos pequeños, a veces vas a trabajar con un amigo y el intercambio puede ser un frasco de mermelada de frutilla a cambio de un trabajo orquestal y en otros trabajas para una empresa que te puede pagar un montón de plata. Es el intercambio no es lo importante. Para mí, siempre la calidad de lo que uno hace, solo se mide con uno mismo.
El mundo verdaderamente es un espejo. Entonces, creo que desde el pequeñito rincón que a cada uno le toca poder ir defendiendo lo que cada uno le parece, que en mi caso es hacer música responsablemente. Creo que está bien, creo que es una de las poquitas cosas que podemos hacer.
DG: -¿Cómo es tu forma de crear?, ¿cómo son tus procesos?
GD: -He pasado por muchos, tengo 38 años y desde los 8 compongo, o intento. Entonces, en un momento, tenía como disciplinas muy claras, como por ejemplo, todos los días tenía que escribir y terminar algo, lo que sea, lo importante es el ejercicio de empezar y seguir hasta que se termine. Deje de hacer eso, fueron un par de años muy productivos en el sentido de que me dieron muchísima información de mí a la hora de crear. Entonces, en ese sentido, si he tenido mi disciplina, por supuesto con mi formación musical, me le he tomado muy, muy en serio. Hoy en día, estoy todo el tiempo atento, pero no me pongo a trabajar en nada que no me llame realmente la atención. Sin embargo, no siempre se sabe eso de antemano. Cuando es una bestia formidable que uno tiene que amansar y se pone en riesgo algo en uno al hacerlo, ahí sí me interesa. Cuando es algo que pueda hacer fácil, y no hay algo que yo realmente no sepa hacer acerca de eso, no me interesa mucho porque hay mucha música de hecho y muy buena. Yo creo que no tengo nada para agregar al menos que crea realmente que tengo para agregar y ahí es cuando algo te hace sentido en maneras en las que solamente vos hagas que tiene sentido. Porque si vos le preguntas a cualquier persona, toda la canciones son iguales. Ahora he estado trabajando un montón, esta primera parte del año en unas canciones que pronto van a estar para escuchar. Pero para mí es una de las cosas que más sentido tiene en mí, entonces es simplemente hacerlo mientras pueda.