Raúl Manzano es un artista con todas las letras, de acompañar a su hermana a aprender baile a terminar en los escenarios más importantes de Medio Oriente. En plena actividad, pasó por Benditos Artistas Nuestros para someterse ante las preguntas de David Gardiol. Él, como artista todo terreno esta vez se puso el traje de entrevistador. Disfrutá de la entrevista completa.

DG: - ¿Cómo nace el baile en tu vida?

RM: - Nace de una curiosidad porque mi hermana estaba empezando danza. 

DG: - El famoso falta varones (risas)

RM: - Claro, algo así justamente empecé con folclore, después tango, con tan solo cinco años. Era una escuela de barrio y empezamos a hacer los primeros escenarios. Y si bien probé muchas cosas fue la danza la que me fue llevando hasta donde estoy hoy

DG: - ¿Y cuándo empezó esto en serio?

RM: - Empezó cuando me di cuanta que iba a ser mi carrera esto, entonces tuve una charla con mis padres, porque si era así debía talvez dejar la provincia,  dejar de hacer solo folclore y empezar a estudiar técnicas clásicas, contemporáneas. Y fue así que empecé con el otros estilos, hasta que terminé la escuela, me fui a estudiar a la Universidad Nacional de las Artes (UNA) en Buenos Aires, también hice el taller de danzas en el Teatro San Martín y cuando me egresé volví a San Juan y después de dos años me volví a ir. Fui cambiando del folclore a la danza y terminó como un gran deseo de terminar como bailarín contempáraneo que terminó de tomar forma en el San Martín.

DG: - ¿En el Teatro San Martín fuero cuántos años?

RM: - Fueron tres años, es una carrera solo de interpretación, muy intensivo, donde tenes que trabajar mucho para quedarte ahí, con una disciplina que como todos lados siempre está, pero por el poco tiempo era muy intenso. Sin embargo me dio muchas herramientas que hasta hoy las sigo explotando

DG:-  ¿Además estando solo en Buenos Aires? 

RM: - Si me fui muy joven, con 17 años, que si bien no sos un niño pero sos un inexperto. Sin embargo estar en Buenos Aires te abre la mirada a otros aspectos, no solo de la danza, sino también de lo escénico. No solo te quedas con la carrera de bailarín, sino también todo los aspectos que podes elegir

DG: - ¿Después volviste a San Juan que ya estaba el Teatro del Bicentenario?

RM: - Si, aunque en realidad no volví por el teatro en sí. Acá cuando llegué de Buenos Aires venía más con la mirada puesta en la dirección y fue que hice mi primera obra. Trabajé con muchas profesoras que tuve en mi infancia, una fue por ejemplo Alejandra Lloveras. Y de ahí también incursioné como docente, porque si bien en San Juan hay de todo, pero bueno venía con todo fresco de Buenos Aires y la verdad que acá como bailarín es un poco complejo desarrollarse. Pero me sirvió mucho porque es como que cuando enseñas tenes que poner todo nuevamente en orden lo que aprendiste para poder pasaslo a tus estudiantes.

DG: - ¿Cómo nació el proyecto en el que estas actualmente?

RM: - Fue una coincidencia, como creo que le pasa a todos los artistas que los atrae la curiosidad. Vi una publicidad, me la comentaron, audicioné y lo logré. Entonces me mandaron el pasaje y lo más cuiroso que me fui con dos sanjuaninas más y eso te daba confianza y seguridad de no ir solo.

DG: - ¿Dónde te fuiste?

RM: - Me fui a una compañía de danza en Beirut, Líbano. Es una compañía de danzas florcklorica oriental. Es una compañía única en todo Medio Oriente, porque su director fue alumno de Martha Greaham (NdR: Martha Graham bailarina que creo el estilo Graham dentro de la danza contemporanea), entonces el logró fusionar la danza contemporánea Graham con el Dabke, folclore árabe. Además de ser el primer balet que incluyó mujeres en la historia para que baile profesionalmente y artísticamente. Todo esto nos ha dado un nivel internacional que nos ha llevado a recorrer lugares impensados como Arabia Saudita, Omán, entre otros países del golfo árabe y pronto viajaremos a presentarnos en China. Con todo lo que trae aparejado de conocer culturas y formas de vida diferentes.

DG: - ¿Cuánto tiempo llevas allá?

RM: - Voy a cumplir cuatro años, pero en principio eran dos, pasa que hubo una pandemia en el medio, je. Es la verdad que un país muy seguro, más allá de lo que está pasando ahora en aquella zona, donde este trabajo tiene un salario que solo me hace que dedique a eso, algo que en Argentina es mucho más complicado.

DG: - ¿Cómo es la rutina de una compañía de estas características?

RM: - Tenemos una clase de entrenamiento con balet y después ensayo. Pero también damos clases porque es una compañia que tiene escuela propia y buenos se nos incluye para dar formación a los chicos.

DG: - ¿Con que idioma te comunicas?

RM:- Ingles, si bien yo me fui con un ingles muy básico, el vivir ahí y dar clases te lleva a ir aprendiendo y mejorando cada día. Además es un país donde casi todos los libaneses hablan tres idiomas a la perfección, el primero es el árabe, el frances y luego el ingles. Pero si sabes ingles podes desarrollarte por el país sin ningún tipo de problemas.

DG: - ¿Cómo te ves en el furturo?

RM:-  La verdad que no lo sé y no lo quiero saber. Esta carrera te va llevando por distintos lugares. Esta etapa es de bailarín por el momento, pero me gusta la dirección también y me gustaría volver a incursionar en ese mundo, además volver a dar clases. Siempre todo seguramente estará entorno a esas tres cosas que son las que me gustan.