Nació como una aventura, como casi todo lo apasionante, del amor por la lectura y en ese mar de palabras, se eligió un género caracterizado por poner emociones en cada línea: la poesía. La gran quijotada, fue la denominación con la que el escritor, docente y editor Damián López, nombró a aquello que inició allá por el 2007, 'elandamio', la editorial que se animó a apoyar a los poetas independientes.

“Nació principalmente con la necesidad de dar a conocer nuestras obras, digo nuestras porque mi esposa es poeta y ella fue la primera autora que publiqué”, era una época en la que la tecnología y sus pantallas aun no ocupaban cada espacio y cada tiempo. “Dios” tenía sucursal en Buenos Aires y la necesidad de decir pudo más, “nosotros no teníamos grandes recursos económicos para ir a editar allá, a partir de ahí empezamos a trabajar sacamos, un primer libro que fue absolutamente artesanal”.

Al respecto agregó, “a mí me quedó el gusto por la fabricación de los libros y fuimos desarrollando sistemas, destruyendo impresoras y aprendiendo mucho en el camino”

Entre los años 2007 al 2015 lograron publicar más de 40 libros de autores de todo el país, otros quijotes en la misma encrucijada, “eran básicamente amigos que íbamos conociendo, que estaban en la misma situación que nosotros. Gente que tenía una obra muy interesante pero que no tenía los medios económicos para para publicarla”, dijo López.

Normalmente, las grandes editoriales de poesía, que son pequeñas respecto de otras narrativas cobran a los autores para publicar, elandamio puso su grano de arena para que esta lógica cambie. “En el campo de la poesía algo muy importante, debo reconocer que es una pica que está cambiando y sobre todo en las provincias. Hay muchas editoriales de del llamado interior del país que están llevando adelante una política mucho más justa y democrática de no cobrarle a los autores, de basar la decisión pura y exclusivamente en la obra”, dijo el entrevistado.

Para el año 2017, tras una década de trabajo, algo cambió. Se adoptó una nueva forma de trabajo que se sostiene hasta el día de hoy, con una línea de trabajo que conecta lo visual en las estéticas de las colecciones, pero también conecta a los escritores de todo el país entre sí como (imagen). Lo que no ha cambiado es el apoyo incondicional, “el catálogo se construye desde una desde una forma de entender la literatura no es el que llega primero o el que tiene la plata”, aseguró.

Y así se trabajó en la entrega que Damián presentó en Canal 13, “son libros que yo pude publicar con un subsidio del Programa de Fomento al sector del libro de Cultura Nación, la verdad fue una ayuda enorme el año pasado”. Estos han tenido buena recepción en mercados culturales y ferias de todo el país.

Para lo que viene, una nueva entrega de diez libros de una selección de 80 ejemplares de Latinoamérica, que esperan ver la luz antes de fin de año.

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