Won-pyung Sohn  es una escritora nacida en Corea del Sur pero su éxito se lo dio Japón cuando ganó un premio por su novela Almendra. Una simple palabra que connota un fuerte sentido en su escrito. La edición de Océano bajo el sello de Gran Travesia resultó fantástica en sus 250 páginas de extensión donde cuenta la historia de un joven que atraviesa un duro momento. 

Yunjae es incapaz de sentir nada. Pero esto se debe a una enfermedad que le omite los sentimientos. Con tan solo el apoyo de su madre y su abuela este joven debe atravesar la vida. Mirado como un bicho raro por no sentir, su madre lo educa para que tienda a la "normalidad". 

Este libro esta segmentado en cuatro partes y desde la página uno lleva a que el lector no quiera apartarse del contenido ya que atrapa de manera inconmensurable. No es un ejemplar cualquiera y esto se debe a que su narrativa es sutil, con un vocabulario nutritivo y expresiones que llevan a generar empatía con el personaje y su manera de ver el mundo. 

Almendra, la historia japonesa que lleva a un repensar sobre la empatía

A Yunjae lo marca una tragedia. Su abuela muere y su madre cae en coma. Debe afrontar la vida solo, pero de imprevisto llega Gon. Un joven que quiere ser con él para omitir todos los traumas que le sucedieron en su vida luego de ser secuestrado. Su relación tiene idas y vueltas, sin embargo la amistad inusual es la calificación correcta para ellos. Desde allí comienza un camino al querer sentir y cuestionar su realidad. 

Luego también entra en su vida una niña llamada Dora quien pone su mundo al revés. Ella es el desencadenante de mucho en la historia aunque es un personaje breve. 

Básicamente es un relato marcado por querer sentir y como se definen las emociones, como este niño aprecia esos instantes donde puede distinguir que su almendra tiene variaciones y todo es producto de su crecimiento. Pero a la vez apreciar cada relación que marca hasta una persona que es considerada un lienzo en blanco.