Amalia De La Vega: “Encontré en el Tarot un lugar seguro y confiable”
La especialista se sumó a la propuesta de Diario 13 San Juan para hablar de su profesión y experiencia.
En el comienzo del último mes del año, la columna de “Mujeres Activas” de Diario 13 San Juan, convocó a otra sanjuanina para compartir su labor, pasión y proyectos.
Se trata de Amalia De la Vega, tarotista de la provincia quien comenzó la entrevista diciendo: “Mi presentación es siempre la misma y creo que puede llegar a ser redundante para mis clientes. Soy una persona estudiosa del Tarot y muy respetuosa del mismo. No soy un Ser de Luz ni herede el Don. No me veo cosas que otros no pudieran ver con el uso del método y el estudio. Si puede ser que mi práctica asidua me haga más eficaz y sensible”, comenzó diciendo Amalia.
“Soy sobreviviente, buscadora, con muchas ganas de ayudar al prójimo, guerrera de mil batallas y canceriana con luna en Capricornio”, enumeró y sumó: “Soy Tarotista Profesional e interpreto los arquetipos del tarot para cada caso particular. No hago amarres ni otro tipo de ´trabajos´ lo digo para aclarar el panorama en general y darle mayor jerarquía a esta maravillosa herramienta. En la actualidad, es casi imposible un buen Tarotista sin estudios, es por eso que ninguno que se precie de tal, puede hacer lecturas gratis. Algo popularizado pero peligroso. También estudié limpieza de espacios con Anahí Martell y registros Akashicos con Eva Espina, pero encontré en el tarot un lugar seguro y confiable en donde me desenvuelvo y me siento muy cómoda”, se definió la entrevistada.
Luego, De la Vega se refirió a un cambio que debió hacer en su vida por un padecimiento del que sufre: “Tengo una enfermedad llamada fibromialgia que tiene muchos síntomas como el dolor sin causa, el cansancio y el desorden del sueño. Esa dolencia fue un rayo que partió mi vida en un antes y un después, como el Arcano XVI La torre. Todo a lo que me dedicaba y gustaba no lo podía hacer. Pasé años en cama, sin ni siquiera poder bañarme sola. Toqué fondo y no me quedó otra que salir a flote”, comenzó relatando Amalia.
“Comencé muy despacio con la práctica de yoga, con una profe amorosa, Patricia Pagés. Luego empecé a estudiar la práctica impulsada por mi familia y, nuevamente me llevé una pared por delante porque solo podía dar dos clases por día y con eso no me alcanzaba para vivir. Entonces apareció la luz, no en forma de rayo, sino de esperanza, como el Arcano XVII la estrella. Tengo en claro que no podemos cansarnos de buscar lo que nos haga felices”.
Luego la “Mujer Activa” comentó: “Un domingo viendo un vivo de Instagram, vi una persona muy seria, psicológica que se dedica a leer el Tarot y, en medio de la transmisión, le preguntaron por la situación de un perro perdido. Ella formalmente les dijo, es una falta de respeto para vos, contestar por este medio algo tan serio. ¡Y yo dije esta es mi profesora! Luego descubriría que, para mi luna en Capricornio, el refugio es el trabajo. Y viniendo de trabajar en empresas multinacionales, yo necesitaba ese formalismo para mayor seguridad”, comentó sobre sus comienzos la lectura de las cartas.
“El estudio del Tarot fue algo académico. Recién cuando terminé todos los Arcanos y las prácticas supervisadas me largué a hacer lecturas. Al principio eran amigas, y lo que siempre cuento es que cobraba un paquete de cigarrillos. ¡¡Nunca leí gratis!! Luego se acercaron las amigas de mis amigas y todo comenzó a ser muy evolutivo, más para desarrollo personal que adivinatorio”.
Con más práctica y reconocimiento la tarotista agregó: “Empezaron a llegar clientes totalmente desconocidos, con preguntas súper puntuales. Ahí mi método evolutivo fue girando a una mezcla en donde tuve que incorporar el adivinatorio. Este trabajo es totalmente dinámico, algunos temas no los leo bajo ningún aspecto porque no me parecen éticos, como la salud porque para eso están los médicos”, expresó y recordó algunos temas que aparecieron en sus tiradas: “Los embarazos al principio me parecía muy copado decirlo y luego me di cuenta que no. Ya que muchas veces quisieron pagar solo para saber si estaban embarazadas y no soy un test de embarazo”, recordó De la Vega.
Los comienzos de Amalia se remiten a pocos meses antes de la pandemia: “Fue poco antes del coronavirus, de manera casual o causal, como explicaba Jung quien recurría al término sincronicidad para aludir a ´la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido, pero de manera causal´. Estudié con Alejandra Bastidas psicóloga y Tarotista y, entre los referentes están Rachel Grace Pollac, Mary K. Greer y Sallie Nichols quien tiene una mirada Jungiana. En textos en español, recomiendo por su simpleza por explicar María del Mar Casals. Otro referente es Rozonda Salas, ella tiene videos de tarot que mezcla con historia y en San Juan mis colegas más queridas son Dana Botti y Melina Díaz. Todo ayuda a la hora de interpretar. Como dije anteriormente este amor por el tarot es académico. No conocía a nadie que hubiera inspirado este sueño”.
Con una provincia cada vez más animada a consultar el Tarot, Amalia comentó: “Creo que San Juan siempre consumió mucho tarot. Solo que antes se hacía de forma oculta y con vergüenza. Por esto de la adivinación, donde se hablaba de hechos trágicos donde el consultante quedaba inerte como una víctima del destino y sin poder cambiar nada. Yo no pienso así, no hay un destino escrito porque somos dueños de nuestro destino, y el Tarot actúa como un GPS, que nos dice un par de metros antes por donde debemos ir. Lo que se puede ver en una lectura de Tarot no está escrito en piedra, puede ser modificado para nuestro bien”, explicó la entrevistada.
“Cuando yo estudiaba ya tenía compañeros del género masculino. En mi caso personal, el 40% de mis clientes son hombres. ¡Lo cual amo! Se puede hablar con ellos sin tantos rodeos. Los hombres por lo general son de consultar más seguido sobre todos los temas, como por ejemplo temas de propiedad, de alquiler, de venta. Hay muchas experiencias vividas como el caso de uno de ellos que consulta todos los meses, sobre temas generales siempre relacionados a su negocio y a sus terrenos que uno fue tomado y, luego de un proceso largo y constantes consultas al Tarot logró recuperarlo. Los tarotistas somos intérpretes de un lenguaje simbólico, hay que traducir lo que dicen las cartas, como dicen los libros. Nada más. La videncia la intuición las sensaciones, tienen mucha prensa. Pero somos seres humanos no todos los días estamos conectados con nuestro ser. Tenemos problemas como todos, es por eso que debemos tener método”, afirmó.
En el final del encuentro, Amalia se refirió a sus próximos pasos y detalló: “Proyectos tengo miles, los más cercanos son seguir leyendo el tarot que es mi gran pasión. Ya sea en forma presencial o de manera online. También seguir participando de los eventos para los cuales me convocan. También comenzar a dar clases ya que me lo han pedido mucho y poder traspasar este mix de métodos por el que llegué, a otras personas y que ayuda a la gente, a vivir mejor. ¿Mis sueños? son muchos, pero a nivel profesional, amaría poder tener un consultorio, donde trabaje más gente, con la misma mirada sobre el Tarot y en donde el cliente encuentre respuestas, se lleve dudas para su desarrollo personal y salga de la consulta mejor de lo que llegó”, cerró Amalia.