Carla Dicianno: 'Intenté mostrar otra cara de lo que pasó'
La autora de la novela 'Hela' comentó en Diario 13 los secretos de su historia, como fue su proceso creativo y que la llevó a escribirla.
Hela es una novela llena de una cruda realidad de una víctima de la segunda Guerra Mundial. Carla Dicianno, su autora, charló con Diario 13 sobre su proceso de escritura y su sentir con la novela.
Esta es una historia donde el amor es lo que hace a la fortaleza de las personas, a pesar de los demonios de la crueldad humana. En este caso Carla cuenta la historia de Hela Rubiewicz, quien tenía 20 años cuando la trasladaron a Auschwitz. En ese horrible lugar perdió todo, desde su familia hasta su estabilidad emocional.
De acuerdo con la sipnosisi, su futuro cambia cuando el ejército estadounidense la liberará durante el trayecto a pie en las famosas marchas de la muerte. Ella queda agonizando en un hospital alemán y será Christopher Walker, el soldado que la rescató, quien intentará que recupere la vida que los nazis le arrebataron.
De a poco va entendiendo que ella es una sobreviviente, auqnue no entiede como puede haber tanta maldad. Sin nada en Alemania, ella viaja a Bostón con Chris. Sin embargo siguen sus pesadillas y se libra en su interior una feroz guerra. Los recuerdos de un pasado atroz la atacan y la dejan al límite. A pesar de ello, en su presente la vida le da la oportunidad de amar y ser amada.
Según comentó la autora, esta es una historia basada en hechos reales, donde Hela, una mujer como tantas otras, dio todo para superar los traumas de la guerra.
Entrevista con Carla Diacianno
Hela es una historia con todos los matices ¿Por qué elegiste contar sobre una sobreviviente de la guerra?
La realidad es que siempre me gustó la historia, sobre todo lo que tiene que ver con la Segunda Guerra Mundial. Quizá nunca me planteé escribir una novela sobre estos temas por la misma complejidad y respeto que requiere el tema en sí, y toda la investigación que debía montar para poder reflejar lo más verídico posible. Pero me gusta darle algo de realidad a mis historias. Sea un suceso, una época, un personaje. Algo que el lector pueda tomar entre tanta ficción y que lo invite a querer saber más, a investigar o a conocer un poco de lo que pasó.
En un principio, la historia de Hela iba a transcurrir todo el tiempo dentro de los campos de concentración, que es quizá lo que todos conocemos un poco más. Pero a medida que fui investigando, fui encontrándome con antecedentes, experiencias y vivencias de lo que pasó después de sobrevivir a aquello, y toda esta investigación me fue creando un personaje que me invitaba a querer saber más. A querer contar cómo sobrellevó todo lo que tuvo que padecer, cómo lo vivió su entorno y a medida que fueron pasando los capítulos iba descubriendo cómo resolvía en el camino lo que la vida le iba imponiendo, estando ya afuera de los campos. Y lo mismo que me pasó a mí, quería que se reflejara en el lector. Que quiera saber lo que le pasó a una superviviente.
- Investigaste mucho para conocer detalles de la historia?
Desde que inicié con la idea hasta que finalicé el primer borrador, pasaron 7 meses. Dentro de ese tiempo, sobre todo en la primera parte, me dediqué a investigar e ir plasmando ideas. Armé un bosquejo y coloqué todos los datos de manera cronológica para evitar que ningún hecho se superponga. Tuve que leer mucho, tanto libros de historia, como entrevistas de sobrevivientes o familiares. Mirar documentales, películas. Llegué a tener pesadillas por tanta información, videos y demás. Los materiales eran fuertes y crudos, tal como lo fue en la historia. Había días que me tenía que obligar a frenar y descansar la cabeza o decirme: “Hasta acá llego con esta información” y tomar lo que necesitara para avanzar.
También me encontré no solo estudiando historia sobre la guerra, sino también de la época en sí. Qué ropa usaban, los tiempos de los transportes, maquillaje, etc. Datos que quizá no eran tan relevantes, pero que hacían rodar la historia y llevarla a ser lo más real posible. De pronto, no solo había tomado un hecho histórico, sino que me vi sumergida en narrar toda una novela que requería investigación.
Incluso llegué a frenarme por no encontrar datos, por ejemplo, qué número tatuaban para esa fecha y ese lugar en el que Hela pisaba un campo de concentración. No a todos marcaban y en muy pocos libros se daba tanta especificación.
Pero espero que aquél que lea esta novela pueda encontrar no solo una historia de romance y superación, sino un libro que intenta plasmar lo que pasó en esa época y lo invite a querer saber más.
- ¿Cuál es el tópico que crees que va a interpelar a los lectores?
Siempre creo que depende de cada lector e incluso del momento en el que se encuentre a la hora de leerlo. Podemos leer el mismo libro en diferentes oportunidades y tomar de él cosas distintas en cada ocasión. Pero creo que el tópico más importante es el de la superación. El de entender qué es uno mismo el que debe sacar la fuerza para superar los obstáculos y, sobre todo, el amor propio. El amar la vida y encontrar esa razón para poder continuar.
- Acá pones en relieve los traumas y el acompañamiento, ¿conoces experiencias que tengan similitud?
No tengo una experiencia cercana que tenga tal similitud, quizá por eso la investigación me llevó a tener que analizar incluso los comportamientos de los sobrevivientes, tanto a nivel físico como psicológico. Poder entender cómo iba a afrontar lo que vivió a través de realidades y experiencias de quienes vivieron algo similar. Si bien la historia se centra en la protagonista, a lo largo de la historia aparecen otros personajes que padecieron lo mismo que Hela pero que su realidad fue completamente diferente. Intenté a través de esos personajes poder mostrar otra cara de lo que pasó, reflejar las diferentes voces que fui recolectando a medida que avanzaba, en donde no todos sobrevivieron o donde no todos contaron con apoyo.
- Ella es una mujer fuerte, ¿Qué tiene de vos la protagonista?
Creo que ambas somos fuertes a nuestra manera. Sin duda, Hela pasó por muchas más circunstancias que no solo la obligaron a convivir con tales pesadillas, sino a afrontarlas, a madurar de golpe -o a los golpes-. Pero el saber que lo pudo lograr y que volvió a elegirse a ella misma, pese a batallar contra su versión más oscura. Salió de eso, no se rindió. Y creo que ambas compartimos eso: El intentar seguir adelante siempre.