Día de Santa Águeda, la mártir que protege a las mujeres: así podes pedirle protección
Este 5 de febrero es el día de la virgen mártir que murió por mantener su virginidad. Se convirtió en patrona de las mujeres con problemas en los pechos, su historia y cómo invocarla.
Este 5 de febrero es el día de Santa Águeda, patrona de las mujeres, sobre todo de aquellas que tienen problemas de cáncer o de lactancia. Pero ¿quién es y cómo invocar su protección?
Virgen y mártir, Águeda de Catania vivió durante el siglo II. Cuenta la leyenda que tras jurar su virginidad a Jesucristo, rechazó tener relaciones con el procónsul de Sicilia, Quintianus. Como castigo, él la mandó a un burdel a trabajar pero ella logró conservar su virginidad.
Ante su impotencia, Quintianus la torturó y le cortó sus pechos y San Pedro, que se le apareció en un sueño, le curó las heridas. Entre sus milagros también destaca que después de su muerte, tras invocarla, los ciudadanos lograron parar el avance de la lava del volcán Etna. Desde entonces es patrona de Sicilia.
También llamada Ágata o Gadea, se suele recurrir a ella para curar los males de pecho, los problemas con la lactancia y se considera la protectora de las mujeres.
Oración a Santa Águeda
¡Oh gloriosa virgen santa Águeda!
Humilde esclava del Señor de los señores
y magnánima apreciadora de su humildad.
Os ruego humildemente, me alcancéis
de vuestro dulce Esposo
un corazón muy humilde
y al mismo tiempo magnánimo,
que aprecie sobre todo lo creado
la gracia que mi señor Jesucristo
me mereció con el precio infinito
de su divina sangre.
Abogada os considero
de los verdaderos humildes,
así como lo mostrasteis premiando
a una devota y humilde mujer,
que veneraba en su casa
vuestras sagradas reliquias,
y ensordeciendo dolorosamente a otra,
que con soberbia dijo,
no quería ir a vuestro sepulcro
a daros culto y veneración.
Haced, Santa mía,
que mis palabras, obras y traje
respiren y rebosen humildad;
y dadme una solución
para las necesidades que sufro,
que son urgentes y graves,
ya que Vos por generosa gracia,
siempre atendisteis a los necesitados
prestando protección y ayuda,
y asimismo sea mi corazón
tan magnánimo, que pierda,
si necesario fuere,
hasta la vida por mantener
la gracia de Dios, con la cual
alcance la eterna bienaventuranza.
Amén.