Historias reales para ver en Netflix
La plataforma recomendó los tres títulos más vistos en los últimos días.
En el comienzo de la semana y del otoño, Netflix usó sus redes sociales para comunicar lo más visto en los últimos días y lanzar la recomendación para aquellos dudosos que no se decidan por ningún título.
En esta oportunidad se trata de tres películas basadas en hechos reales.
Lo imposible
2012 – Dir: J.A. Bayona
En 2004 Tailandia sufrió una de las catástrofes naturales que más han impactado en los últimos tiempos: un terremoto submarino de grado 9 en la región de Sumatra fue el causante de que se produjeran una serie de tsunamis de un poder destructivo total y olas de 30 metros de altura que sacudieron la costa de diferentes zonas, donde la pérdida humana fue masiva.
En ese contexto se sitúa la historia de Maria (Naomi Watts) y Henry (Ewan McGregor), quienes se encuentran pasando Navidad en un hotel de Tailandia junto a sus hijos, Lucas (Tom Holland), Thomas (Samuel Joslin) y Simon (Oaklee Pendergast). Aunque al principio todo es felicidad, las vacaciones se convierten en un infierno al ver cómo de repente, frente a ellos, se alza una enorme columna de agua que termina atrapándolos y arrastrándolos, llevándose a cada uno por un lado diferente.
El deseo en mí
2021 – Dir: Katarzyna Klimkiewicz
Polonia, años 60. Kalina Jedrusik es una famosa actriz y cantante cuyo talento la ha hecho más popular que nunca y todos desean formar parte de su círculo más íntimo, pero en un momento pletórico de su carrera profesional, su vida corre peligro cuando un hombre al que ha rechazado la amenaza con arruinarla para siempre.
La muerte de Stalin
2017 – Dir: Armando Iannucci
Sátira política de los momentos posteriores al deceso del máximo líder de la Unión Soviética: Joseph Stalin, quien muere y desata el forcejeo entre los líderes del partido por tomar el control. Aunque técnicamente el poco inteligente Georgy Malenkov se hace cargo, el jefe de la seguridad soviética, Lavrentiy Beria, intenta hacer todo para ser él quien maneje los hilos, lo que obliga a Nikita Kruschev a tratar de detenerlo. El plan de Kruschev no puede ser revelado, pero el caos se desata en medio de alianzas que se rompen, aliados que resultan enemigos, puñaladas por la espalda y patadas por debajo de la mesa.