El terremoto del pasado 18 de enero dejó innumerables daños en la provincia de San Juan. El Auditorio Juan Victoria no fue ajeno a ello y sufrió importantes perjuicios en su infraestructura y también en su principal maravilla: el órgano.

Tras largos meses de reparaciones en el edificio, el centro cultural se prepara para reabrir sus puertas y poner en funcionamiento nuevamente su joya. Así lo confirmó la ministra de Turismo y Cultura, Claudia Grynszpan en Banda Ancha.

La funcionaria, adelantó que la apertura será en el mes de octubre con una obra que permita reestrenar el órgano ya reparado. Si bien, evitó anunciar qué obra será puesta en escena, aseguró que “será maravilloso estrenar el órgano con una obra que va a llevar el instrumento”.

Carlos Merlassino, el organero encargado del arreglo

Cabe recordar que el órgano resultó dañado por el movimiento telúrico a principios de este año. Varios de sus tubos quedaron doblados e incluso quebrados.

Es por ello que las autoridades acudieron a Carlos Merlassino, un reconocido organero que se dedica al mantenimiento de órganos en el país, quien llevó a cabo las tareas de restauración.  

Los trabajos se realizaron en dos etapas que incluyeron el enderezamiento y soldadura de algunos de los tubos que lo componen como también afinamiento del instrumento. Por otro lado, por primera vez, se pintó la caja de resonancia debido a las grietas provocadas por el terremoto, posteriormente reparadas.

Los tubos del instrumento fueron reparados

El órgano del Auditorio fue adquirido en el año 1967 a la firma Walcker en Ludwigsburg de Alemania, con todos los adelantos técnicos que significaban para la época. Con 44 registros, 3 manuales y una pedalera de 2 ocatavas y media, y 3.565 tubos, fue concebido para la práctica de ejecutantes avanzados y concertistas.

En la página web del Auditorio se puede conocer un poco más sobre la historia y las características de este instrumento. El mismo cuenta con una gama tonal es producida por tubos de madera que dan los sonidos graves y los más brillantes por los de cobre. Los tubos metálicos, excepto los de cobre, han sido construidos con aleación de estaño y plomo a fin de obtener el sonido brillante que distingue los órganos de concierto de los litúrgicos. Los tubos que producen los sonidos más graves son de madera en multiláminas compensadas.

Además, presenta entre sus recursos técnicos, una memoria electrónica. Tanto los docentes como los alumnos de la cátedra de órgano de la Universidad Nacional de San Juan, así como prestigiosos organistas invitados de otros centros nacionales e internacionales, hacen uso permanente de este instrumento presentando, anualmente su ciclo de conciertos.