Los museos del mundo apuestan por la extravagancia
Desde el enorme Trump bebé hasta la banana en la pared las muestran llaman la atención.
Por estos días y teniendo en cuenta las preferencias de las personas, el mundo del arte demostró que sus colecciones son testimonios de una época.
Es así que el Museo de Londres adquirió hace tiempo un dirigible de seis metros de un bebé Trump furibundo que fue usado en protestas en la capital inglesa.
También el MoMA de Nueva York expuso un Fiat 500 de 1968 o el Guggenheim, una banana pegada con cinta adhesiva a una pared, obra del artista italiano Maurizio Cattelan.
En 2019 en medio de burlas e indignación el artista italiano Maurizio Cattelan vendió en la feria Art Basel de Miami una "escultura" de una banana pegada a la pared, con cinta adhesiva, que fue adquirida por el Museo Guggenheim en 120 mil dólares.
"La gente piensa que estamos locos o somos estúpidos", comentó a Telám el director de la galería que vendía la obra "Comediante", el marchand Emmanuel Perrotin, que desde hace 27 años comercializa la obra del polémico artista italiano, el mismo que diseñó un inodoro de 18 quilates de oro -la esencia misma del capitalismo- bautizado "América" y exhibido durante un tiempo a préstamo en el mismo museo que adquirió la banana.
También en Argentina, durante 2018, el Museo de la Casa Rosada sumó a su colección el auto presidencial Cadillac descapotable que compró el expresidente Juan Domingo Perón en 1955, aunque nunca llegó a utilizarlo porque fue derrocado ese mismo año.
Otra vez el MoMA, pero en 2016, adquirió para su colección permanente los 176 emojis originales creados por el japonés Shigetaka Kurita, el llamado "padre de los emojis", acrónimo de las palabras japonesas "e" (imagen) y "moji" (carácter).
Esta obra es una humilde imagen digital de 1999 que reúne lo que hoy se considera el ADN de los e mojis, realizados en 12 por 12 píxeles, ilustrados con fenómenos meteorológicos, pictogramas como el corazón y una variedad de expresiones faciales que facilitaron la práctica incipiente de mensajería de texto en los dispositivos móviles.
Del otro lado del mundo, más precisamente en el Museo Victoria and Albert de Londres, se adquirió en 2015 una tostadora de Hello Kitty, la gatita japonesa de ficción diseñada por Yuko Shimizu.
Pero si de extravagancias se trata, una pareja de croatas decidió fundar en el año 2010, en la ciudad de Zagreb, el Museo de las Relaciones Rotas (Museum of Broken Relationships), un lugar donde atesorar todos esos objetos que pertenecieron a una ex pareja y con las que uno no sabe qué hacer luego de una ruptura amorosa.
Es un templo de romances fallidos, repletos de peluches, cartas, relojes, juegos de dados, corpiños y hasta un enano de jardín, un patrimonio que se acrecienta, por supuesto, con las donaciones del público que terminan sus historias de amor.
Fuente: TELAM