Nacida en San Juan y amante de esta tierra, Luciana Assandri dialogó con Diario 13 San Juan y relató sus comienzos, su experiencia en España, su rol de madre, sus pasiones y sobre todo destacó su libertad.

A modo de presentación Luciana comenzó diciendo: “Soy mamá de Juanchi, un hijo precioso de 17 años y me dedico a las artes visuales; mi disfrute es constante tanto como mamá y como artista. Cada cosa la valoro y no le pierdo conciencia a mi elección de ser una persona independiente que se dedica a lo que más le gusta hacer y eso, cada día es para mí, un agradecimiento”.

Fanática desde chica de las ilustraciones, las hojas en blanco y los marcadores de colores sus padres vieron el potencial artístico e inscribieron a Luciana en un taller de pintura en donde descubrió un mundo de técnicas y materiales. Óleos, pasteles, colores y amigos hicieron de esos dos años un momento único que terminó de marcar el rumbo de lo que la entrevistada quería hacer el resto de su vida.

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Los dibujos de Assandri no tiene un estilo definido, sino que ella misma los califica como heterogéneos y eclécticos: “Me cuesta un poco definir mi estilo de dibujo pero si tengo que decir donde yo me siento como pez en el agua es en el dibujo infantil. Creo en todo momento, no me gusta copiar ni atarme a ningún estilo en particular. Lo que siempre me han dicho es que mis dibujos tienen vida propia, tienen movimiento pero no se ajusta a nada puntual”, dijo sobre su técnica.

Instalada con su familia en Andalucía (España) en 1990, Luciana tuvo un maestro de arte que si bien también fue su profesor de matemáticas al que poco entendía, también mantuvo una excelente relación vinculada a la creación y que recuerda con cariño a través de los años por lo aprendido y vivido.

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Fanática también de las construcciones, Luciana eligió una carrera acorde pero luego no siguió por no sentirse apasionada: “Mi juego favorito eran los Rasti y a la hora de elegir carrera me incliné un poco por la arquitectura, el diseño industrial porque me gusta todo lo que es proyección, matemática, los números, las proporciones… es un mundo que me alucina. Empecé diseño industrial, estudié dos años, me iba muy bien pero me di cuenta que no era lo que yo quería y, en medio de una crisis existencial, mi mamá me dijo que mi pasión era dibujar y pintar y, sin pensarlo mucho, me pasé a Artes Plásticas en donde luego de un tiempo me desencanté por la teoría y lo conceptual y dejé de estudiar. También en esa época nació mi hijo, tuve otras prioridades y comencé a trazar las primeras armas en el dibujo”, recordó.

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Parte de la productora de contenidos audiovisuales “Cínicos”, Luciana se sumó al proyecto luego de trabajar con sus fundadores, Ana Pelichotti y Ricardo Turesso, en la Fiesta Nacional del Sol del 2017. Con la llegada de la entrevistada, la productora comenzó a generar nuevos contenidos y a ponerle movimiento a sus dibujos. También Luciana difunde sus trabajos a través de la cuenta de Instagram @ilustracionesassandri: “La idea era mostrar mi trabajo, yo soy una ´rata de biblioteca´ porque me gusta estar ahí dibujando tranquila, pero me cuesta un poco la parte pública. La cuenta surgió por recomendación de gente que me dijo que mostrara mis dibujos. Para impulsar mi trabajo, para hacerlo visible y para estar vigente. Me di cuenta que las redes sociales son una herramienta que no podía dejar de utilizar”.

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No sólo el dibujo apasiona a Assandri sino que también encontró en la danza contemporánea una manera de expresión y conexión consigo misma. Parte del grupo liderado por Ana Sánchéz (Amalgama) Luciana comenzó a bailar hace varios años: “Comencé para hacer algo de trabajo físico y me encantó y nunca dejé de hacerlo. Llevo 6, 7 años y la verdad es que es un mundo fascinante. Yo nunca había bailado pero me gustó mucho porque no solo es un modo de expresión que no conocía sino que el baile es un lenguaje tan bonito, al mover el cuerpo, a expresarse desde ese otro lugar que me sirve y me complementa con esta otra parte mía que es todo tan visual. Tenemos un grupo de pertenencia muy lindo del cual me siento súper cómoda con la gente y el contexto”, dijo orgullosa de su actividad.

Al finalizar la charla, Luciana remarcó la importancia de su libertad y de poder avanzar con sus pasiones. Destacó el poder ser independiente, manejas sus tiempos y vivir de lo que le gusta hacer: “No tengo sueldo ni trabajo en relación de dependencia para nadie. Yo vivo del arte y lo vivo así, no le debo plata a nadie. Tengo mi casa, mi auto, mis cosas. Hago lo que me gusta y lo volvería a elegir, una y mil veces a este modo de vida con libertad y con mis horarios. Hago lo mío con tanto gusto y tanto placer que cada día para mí es renovar ese entusiasmo y agradecer por esto que hago”.