Hoy España – Sevilla
El tren salió de Barcelona. Nos esperan 5 horas de recorrido en el AVE el Tren de Alta Velocidad. Tranquilos, relajados, a 300 km/hs y sin notar ni movimiento ni velocidad. Llegamos a Sevilla en pleno Jueves Santo. Este es un recorrido por ésta linda ciudad.
Durante el viaje no puedo dejar de recordar aquel viaje del 2005, cuando visité España por primera vez y quise conocer mucho en poco tiempo, ya que sólo tenía dos semanas para hacerlo y hay mucho para ver.
En esa oportunidad fui a Sevilla, después de pasar por Córdoba, para conocer lugares fantásticos de esa linda ciudad. De movida nomás fui al Real Alcázar, un espléndido conjunto palaciego de varios estilos arquitectónicos unidos por preciosos jardines, ideal para visitar con calma, disfrutando de cada rincón; el Archivo de Indias, un gran edificio construido para centralizar la documentación procedente de los territorios españoles de ultramar y donde aún se conservan unos 40.000 legajos, 80 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos de gran valor histórico, con manuscritos de Cristóbal Colón, Francisco Pizarro, Hernán Cortés, Vasco Núñez de Balboa o Fernando de Magallanes; contemplé desde las orillas del Guadalquivir la Torre del Oro, con su planta dodecagonal de 36 metros de altura muy cerca de su Plaza de Toros; pasee por Plaza España, que tiene una forma semielíptica y que simboliza el abrazo de España a sus antiguos territorios americanos y descubrí allí los escudos de cada provincia española; di vueltas por el Parque de Maria Luisa, el parque urbano más importante de Sevilla; me perdí en su Barrio de Triana, con sus coloridas calles donde se respira sabor gitano y sus joyas como el Castillo de San Jorge, el Callejón de la Inquisición y el Puente de Triana, di vueltas por su Barrio de Santa Cruz, barrio histórico de Sevilla, con su judería, su Plaza de Triunfo, su Plazuela de Santa Marta su Calle de las Cruces y al llegar la noche, vi como los bares de tapas se llenaba de gente y por supuesto conocí el gran patrimonio de la ciudad: La Catedral de Sevilla, el edificio gótico más grande del mundo, con su interior formado por varias naves y capillas, saturada de elementos arquitectónicos y decorativos que hacen que te lleve un tiempo visitarla y descubrir allí la tumba de Cristóbal Colón y por supuesto subí a su vecina: La Giralda desde donde ves la ciudad desde las alturas y tomé algunas fotos.
Como dije, recorrer Sevilla lleva tiempo y si vas desde la estación de trenes al centro histórico hay una distancia interesante, pero siempre queres visitar cada lugar y sacarle el jugo a esta ciudad.
Eso hice yo. Que tenía mi boleto de regreso en el último tren a Madrid y ya había agotado mi capital para Sevilla. A la estación de trenes llegué para ver mi tren que partía sin mí y el próximo recién saldría a las 7 am del día siguiente. Ok, me dije, tranquilo, pasare la noche en Sevilla. Así que trate de cambiar mi boleto en la estación para el primer tren (tuve suerte porque ya había perdido ese boleto y no me lo querían cambiar), y me decidí a conocer Sevilla de noche. La idea era dejar pasar las horas, para volver a la estación, que ya estaba cerrada, a dormir en sus escaleras de entrada.
Fue una linda aventura que recomiendo tener de vez en cuando siempre que el clima y el lugar lo ameriten. Sevilla se sintió segura y sin ningún inconveniente que no se puedan solucionar con ingenio y sobre todo con tranquilidad.
La tradición cuenta que hace 3.000 años un navegante fenicio recorrió el Mediterráneo, navegó hasta Gibraltar, remontó el Guadalquivir, llegó donde hoy está Sevilla y fundó una factoría comercial en una isla cerca a donde hoy se encuentra Plaza del Salvador. Este navegante fenicio llamado Melkart, pasó a la mitología griega como Heracles para los romanos fue Hércules y al Estrecho de Gibraltar pasaron a llamarse Las Columnas de Hércules. O sea, la Sevilla primitiva recibió influencias desde los fenicios, pasando por los romanos quienes llegaron acá en el 200 aC durante la segunda guerra púnica, bajo las órdenes de Escipión El Africano, quienes expulsan a los cartaginenses. Julio César llegaría luego y funda Colonia Julia Romula Hispalis, después vendrán los visigodos y más tarde los musulmanes, quienes convierten a Sevilla en capital de Al-Ándalus, que es el nombre que recibió la península ibérica como provincia del Imperio Islámico.
Este cambio de mando duró hasta 1248, bajo el reinado de Fernando III, quien fue el primero en ser enterrado en la Catedral de Sevilla y que incorporó la ciudad a la Cristiana Corona de Castilla y para asegurar su religiosidad, no sólo llegaron más cristianos de otros reinos sino que también alojó a la corte itinerante castellana.
Itálica, en la actual Santiponce muy cerca de Sevilla, fue una urbe del imperio romano donde nació el emperador Trajano y pasó su infancia Adriano. Ellos dirigieron el Imperio en el momento de su máxima expansión. Actualmente se puede visitar y si te gusta la historia lo vas a disfrutar mucho.
Tras el Descubrimiento de América, la ciudad se convirtió en centro económico del Imperio Español y monopolizó el comercio transoceánico. Esta prosperidad abrió la ciudad al Siglo de Oro de las artes y las letras ya que pasaron por acá grandes figuras, de la talla de Cervantes, Garcilaso, Lope de Vega, Murillo, Velázquez y Zurbarán y nacen edificios como la Catedral, el Archivo de Indias, la Giralda, la Iglesia de la Anunciación, el Edificio Real de Audiencias de Grados, la Casa de la Moneda, aumentando su población hasta 1650, cuando una epidemia de peste negra la disminuyó a la mitad.
Sevilla ha despertado desde hace siglos la inspiración de los artistas europeos, que ven en ella un lugar pintoresco y maravilloso, tal es así que se cuentan más de 153 óperas ambientadas en la ciudad, como Las Bodas de Fígaro y Don Giovanni (Mozart), Fidelio (Beethoven), El Barbero de Sevilla (Rossini), La Favorita (Donizetti), Fuerza del Destino (Verdi) o Carmen (Bizet).
Pero también influenció en la literatura con Don Juan Tenorio (José Zorrilla), inspirado en El Burlador de Sevilla y El Convidado de Piedra (Tirso de Molina), que lo convierte en el prototipo de hombre vividor y sin escrúpulos. También aparece Gustavo Adolfo Bécquer con toda su prosa y que tiene en la ciudad su propio monumento.
Y por supuesto el cine no se quedó atrás y se sabe que las primeras imágenes que se filmaron en Sevilla son de 1898, cuando un equipo de los Hermanos Lumiere hizo un cortometraje mostrando una procesión de Semana Santa y una corrida de toros. Pero también se filmaron acá escenas de grandes producciones como Lawrence de Arabia (Peter O'Toole y Omar Sharif); La Batalla de Inglaterra (Laurence Olivier y Michael Caine); El Viento y El León (Sean Connery); 1492: La Conquista del Paraíso (Gerard Depardieu y Sigourney Weaver); Star Wars II: El Ataque de los Clones (Ewan McGregor, Natalie Portman); El Reino de los Cielos (Orlando Bloom y Lian Neeson); Knight and Day (Tom Cruise y Cameron Díaz); El Dictador (Sacha Baron Cohen); además Sevilla cuenta con varias locaciones que fueron utilizadas para varias series como Games of Thrones y la serie española La Peste.
Llegada a Sevilla
Ya al llegar a la Estación Santa Justa en Sevilla (la misma estación donde pasé la noche unos años atrás), tomamos un taxi para ir a nuestro hotel y nos llamó la atención que en varios edificios hay escudos de la ciudad con una palabra grabada en piedra por toda la eternidad: NO8DO.
Averiguando sobre esto, nos cuentan que es un canto a la sabiduría y agradecimiento de un rey. Una suerte de acertijo o jeroglífico que se debe descubrir sabiendo la Historia de la vieja Híspalis. Y esa historia nos remonta a Alfonso X “El Sabio”, que según dicen, era un rey más interesado en la pluma que en la espada. Su hijo, Sancho, fue uno de sus detractores y quería sacarlo del trono porque lo creía débil. Fue entonces que Alfonso se refugió en Sevilla y sus ciudadanos lo protegen del ejército de Sancho. La ciudad fue sometida a muchas presiones, pero igual no cedió y no entregó al monarca que veía como día tras día la resistencia de la ciudad aumentaba.
Como hombre de letras y en agradecimiento a la ciudad, Alfonso X le regala a la ciudad algo más importante que el oro o el poder: Cultura.
El rey ideó un lema formada por las sílabas NO y DO, enlazadas por un 8 o una especie de madeja, resultando: NO8DO, pero muchos no entendieron lo que el rey quería decir con ese extraño criptograma que se convirtió en símbolo de lealtad.
Para el rey, Sevilla era el NO8DO pues No-Madeja-Do, aquella hermosa ciudad a orillas del Guadalquivir, “No me ha dejado, no me ha abandonado, me ha sido leal”. Con el paso del tiempo, Sevilla sigue siendo fiel a sus convicciones y leal a sus pensamientos y sabe recompensar a quien se gana el corazón del sevillano con verdades y no con engaños. NO8DO es el lema eterno para una ciudad eterna. Maravilloso.
Como te dás cuenta al llegar acá, el andaluz habla rápido, acorta las palabras, las junta y arma otra palabra nueva, con palabras aspiradas, con cambio de letras, como cuando te dicen miarma (mi alma), donde remarcan la última sílaba de algunas palabras y por supuesto hay términos que no se entienden. Se cree que éste léxico tiene origen árabe, aunque yo prefiero echarle la culpa a Alfonso X “El Sabio” y su rebusque dialéctico.
La Semana Santa en Sevilla
Como dijimos, llegamos en pleno Jueves Santo, donde se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo. En éstos días, entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección, unas 60 hermandades procesionan por la ciudad hasta la Catedral y 11 de ellas procesionan también dos días antes, el Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión, sin pasar por la catedral. Así que si tu intención es venir a Sevilla durante la celebración de la Semana Santa, tendrás que armarte de paciencia porque hay mucha gente, mucha ocupación hotelera y las celebraciones llevan varios días.
Ya en la Edad Media existían algunas cofradías, aunque las hermandades vivían su religiosidad en los templos y a partir del siglo XVI, tras el Concilio de Trento, decidieron tener más presencia externa y realizan su penitencia marchando a las iglesias. En 1604 se establecen nuevas normas, donde las cofradías deben realizar marchas hasta la catedral vistiendo túnicas y siguiendo respeto. Durante la invasión francesa a España, la tradición quedó de lado pero renació en 1849, cuando parte de los miembros de la Corona se instalaron en la ciudad y retoman esa vieja tradición de las procesiones. Es así que renacen las hermandades que vuelven a recorrer la ciudad durante las fiestas. Con el correr de los siglos, solo en algunos años no se celebraron procesiones, por guerras o pandemias.
La gente local camina por las calles luciendo sus mejores galas. Los hombres de traje y corbata y las mujeres con vestidos de gala, algunas de ellas con vestidos negros, peinetas y mantillas mostrando su duelo, otras usando largos vestidos de bailaoras de flamenco. Muchos se preparan para la Madrugá donde las Cofradías, que algunas llegan a 3.000 personas, salen de las iglesias e inician un recorrido por las distintas calles que puede llevarles más de 12 hs. Al paso de la Virgen se escucha los aplausos y los gritos de los creyentes, las saetas que suenan desde los balcones y las lágrimas que sin darte cuenta brotan de tus ojos. Muy emocionante.
Los Nazarenos, caminan delante del Paso de Cristo y del Palio de la Virgen, que son esas grandes estructuras de 5 mts de alto, 8 de largo, pueden pesar unos 3.000 kgs y son cargados por una cuadrilla de hombres morrudos y fortachones, llamados Costaleros, que permanecen debajo de esas tremendas estructuras. Ellos deben sacarlas de las Iglesias sin destrozar los portales ni las estructuras y cargarlas durante todo el recorrido, para después alternar con otro grupo que los reemplaza y volver a guardarlas.
Lo emocionante, es ver cómo estas grandes estructuras son elevadas por los Costaleros y las imágenes comienzan a mecerse a cada paso, mientras desde las alturas caen pétalos de flores y el capataz de la cuadrilla da las órdenes “costaleros, izquierda, pa´lante, deresha, pa´tras”. La noche de la Madrugá es la más intensa de la Semana Santa sevillana, donde circulan algunas de las hermandades más multitudinarias. El Gran Poder, La Macarena, La Esperanza de Triana, La Hermandad de la Corona y varias más.
Cada cofradía procesiona en día, horario e itinerario determinado, sin que haya dos que tengan el mismo recorrido. El valor de una hermandad se mide por su tradición, por su calidad, por la antigüedad y perfección de sus imágenes, por la pericia de su equipo de costaleros y por la maestría con que todo se coordinan bajo una buena banda musical que los sigue desde atrás emocionando a todo el mundo, tocando marchas fúnebres y religiosas.
Las gigantescas tallas que salen a la calle son verdaderas joyas de la iconografía religiosa: El Cristo de la Veracruz de 1550, El Cristo de Burgos de 1573, El Jesús de la Pasión de 1610, El Cristo del Amor de 1618, El Cristo del Gran Poder de 1620 y El Cristo de la Expiración de 1682. Todas estas tallas, tienen un valor incalculable por lo que si existiera posibilidad de lluvias durante la Semana Santa, las imágenes no salen de las Iglesias para la procesión ya que pueden arruinarse. Todas son cuidadas con un gran recelo.
Mientras la procesión avanza, el incienso se mezcla en el aire con la manzanilla y los fritos que salen de los bares y restaurantes. Después de cada procesión, los feligreses pasarán por los bares a tomar una cervecita, algún montaito de jamón, algún gazpacho, o tal vez caracoles, gambas y pescaitos fritos.
- Mira ese ninio que busca cera e los cirios pa’se una pelota….
- Muje tira pa’lante que la Macarena está pa’ quel lao….
- Vamo a comé aquel restorante unos pintxos….
Y el nazareno que nos pregunta:
- Os gusta la Procesión? le decimos que es impresionante. Y él nos responde:
- Ah, argentinos verdad?
Al sevillano se lo hace hermano de una cofradía desde el momento que nace y algunos nazarenos son niños que llevan canastas con estampitas o caramelos para regalaran a la gente que los ve pasar.
- Nazareno, regálame un caramelo o unas estampita!!
Eso les pide la gente a los promesantes, que llevan horas caminando, muchos de ellos descalzos. Hombres, mujeres y niños recorren la ciudad, cubiertos con túnicas, capirotes y máscaras, siguiendo a la Cruz Guía que va flanqueada por algunos nazarenos que portan faroles y el libro de reglas de las cofradías que es una insignia fundamental, algunos libros tienen tapa de plata y viene del siglo XVIII.
Detrás de la Cruz Guía van nazarenos llevando cirios, cruces, banderas y estandartes con letras bordadas SPQR (Senado y Pueblo de Roma), inspirados en estandartes del ejército romano que custodiaban el paso de Jesús al Monte Calvario.
Muchos nazarenos llevan guantes blancos y grandes cirios que a lo largo de la jornada, usan a modo de bastón debido al agotamiento de caminar lento, detenerse, esperar, caminar, parar. Los cirios se encienden durante la noche y la cera termina derretida en los guantes de los promesantes. Los niños les piden la cera que cae y terminan armando una pelota de cera que les manchará toda la ropa. Para ellos es una diversión y una antigua tradición. Al final marchan el Palio de la Virgen, el Paso de Cristo, con su bamboleante andar y para cerrar una banda de música, con vestimentas militares, que interpretan marchas fúnebres y salmos religiosos cuya tradición viene del flamenco.
Antonio Machado escribió su poema en 1914 y Joan Manuel Serrat compuso su canción en 1969. Como no recordar La Saeta, ese hermoso tema que las bandas de musica la convirtieron en marcha procesional y suena a cada paso durante estos días. Siempre te emociona:
🎼🎶🎵Dijo una voz popular: ¿Quién me presta una escalera
para subir al madero para quitarle los clavos a Jesús el Nazareno?
Oh, la saeta, el cantar, al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos, siempre por desenclavar.
Cantar del pueblo andaluz, que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras, para subir a la cruz.
Cantar de la tierra mía, que echa flores
al Jesús de la agonía y es la fe de mis mayores.
¡Oh, no eres tú mi cantar, no puedo cantar, ni quiero
a este Jesús del madero, sino al que anduvo en la mar! 🎼🎶🎵
Un paseo por la ciudad
Después de disfrutar de un Sevilla-Barcelona en el Sánchez Pizjuan donde el equipo Culé llegó al empate de la mano de Messi en el minuto 87, con un tiro libre fantástico, que hizo delirar a la afición, porque Los Palanganas (así le dicen a los hinchas del Sevilla por la forma del estadio) les estaban dando una paliza. El partido terminó 2 a 2.
Al día siguiente nos levantamos temprano y decidimos recorrer algo más de la ciudad y fuimos al Barrio de Santa Cruz que antiguamente era un barrio donde fue confinada la población judía de Sevilla cuando Fernando III tomó la ciudad en 1248. Ese barrio fue cerrado por un muro y sólo se le dejó tres puertas de acceso: la de calle Mesón del Moro, la de Iglesia de San Nicolás y la de la Puerta de la Carne. Finalmente, en 1492, los judíos son expulsados de España y el barrio decayó, hasta que fue restaurado en el siglo XX, apareciendo así pequeños callejones estrechos y adoquinados, con coloridas casas y patios floridos, antiguas iglesias y pequeñas plazas con estatuas, todo enmarcado en un ambiente medieval.
No habíamos podido entrar días anteriores a la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Sevilla, ya que por Semana Santa estaba vallada, pero ese día estaba abierta al público, pero en misa, así que fue difícil tomar fotos adentro, porque los guardias de seguridad no te dejan circular por algunos sitios cuando hay misa. Es la catedral gótica más grande del mundo y su construcción comenzó en 1401, finalizando más de cien años. Se dice que el comité de construcción original de la catedral quería crear una iglesia tan hermosa y magnífica que los que la vieran pensaran que se habían vuelto locos en construir semejante iglesia no se equivocaron. En 1507 la catedral se terminó, logrando su objetivo original, mostrarle a Europa cuán poderoso y rico era Sevilla.
A su lado se levanta la Giralda de Sevilla, donde podes subir y sacar unas indas fotos de la ciudad desde las alturas. Una obra iniciada en 1184 bajo la dirección del arquitecto Ahmad Ben Baso. La torre tenía una altura de 82 m y se le colocó una bola de bronce dorado en la cima, pero un terremoto en 1365 le hice perder esa antigua esfera. En el siglo XVI, se le agregarían campanas y una estatua.
Y como dijimos en alguna oportunidad, nos gusta recorrer mercados y uno de ellos es el Mercado de Triana, junto al puente y en el barrio del mismo nombre, construido sobre las ruinas del Castillo de San Jorge, sede del antiguo tribunal inquisitorial. Este castillo fue sede de la Inquisición desde 1481, aunque su construcción inicial es de época árabe, de 1171. En 1823 se instaló acá su Plaza de Abastos y con motivos del Expo Sevilla 1992 se lo modernizó y salieron a la luz los restos del castillo y de un cementerio almohade.
Fuimos a visitar la Iglesia de los Gitanos que está ahí nomás y dentro de la iglesia estaban el Paso del Cristo y el Palio de la Virgen. Dos estructuras espectaculares, que la gente toca, le sacan fotos, le rezan y se emocionan. Esas gigantes estructuras, son las que recorren la ciudad acompañadas por su cofradía.
Y ya al salir de la Iglesia, se nos acercan unas gitanas para “regalarnos” ramos de olivo y de buena manera le decimos:
- No gracias
- Pero si es gratis majo, nos contestan
- No me digas? Pregunto yo
- Mira guapo, dame tu mano deresha, que se ve que eres un buen hombre, que tienes mushos amigos y gente que te quiere, como ésta mujé que te acompaña.
- Que no mujé, que no quiero que me leas la mano, que ya sé de qué va esto. (mi respuesta tratando de imitar su acento andaluz)
- Majo, ven acá pa´ca. Que tendrás una larga vida. La ancianidad será mejó que la juventú. Mas dichosa y felí. Que va a viví hasta los 92 años.
Ahí se acabó todo y me agarró la locura. Como me va a acortar la vida la gitana? 92 años de vida me dio, vos podes creer? Me agarra en plenitud y me la recorta la vida hasta los 92. Adonde quedó la inmortalidad???
Por eso querido lector, a las gitanas no hay que creerles nada, pero igual te van a pedir dinero y es difícil escapar de ellas, te acosan, te dicen que te leyeron las manos y te regalaron una ramita de olivo y en realidad es toda una gran mentira, para terminar rematando: - Ahhh y las monedas no pagan lecturas, sólo billetes, majo.
Ya lo decía aquella vieja banda de música:
- ♫♬♩ Una linda gitana leyó mi suerte
dijo que una fortuna en mi mano vio
pero se equivocó, yo no tengo dinero solo tu amor…♪♫♬♩
Aunque, pensándolo bien, en lo de “linda gitana” tengo mis dudas.
El Tablao Flamenco
Es un placer caminar por los callejones de los barrios de Santa Cruz o de Triana, dentro de las murallas de la ciudad vieja y encontrarse con iglesias abiertas y parroquianos tomando cervezas en los bares mientras se escucha flamenco en los parlantes.
Es sabido que el Flamenco lo llevan en la sangre y los tablaos se multiplican en esta tierra andaluza con mezcla de cartaginés, romano, vikingo, musulmán, judío y cristiano.
El Flamenco es seguramente la expresión más pura del folklore andaluz y según dicen, se relacionan con la llegada de los gitanos en el siglo XV a Jerez y a Sevilla. De todas las hipótesis sobre su origen, la tesis más extendida es la que dice que viene de romances cantados por castellanos hasta la música morisca o sefardí y el mestizaje dio lugar a la creación de este género musical, que a mitad del siglo XIX se populariza en bares y se extiende por todo Andalucía.
Y es así. En Sevilla podes disfrutar de varios Tablaos Flamencos (herederos de aquellos bares), donde cantaores y bailaores, muestran su arte con el canto, el toque y el baile, que son tradición. Con el tiempo surgirán cientos de artistas que mostraron su arte al mundo entero como: Rocío Jurado, Camarón de la Isla, Tomatito, Paco de Lucía, Lola Flores, Manolo Caracol y después vendrían muchos más que fusionaron el flamenco con el blues, el soul o el rock, como Los Chunguitos, Ketama, Rosalía, Rosario Flores, Malú, Diego “El Cigala” y muchos más.
Si tenes oportunidad de visitar Sevilla, en cualquier época del año, te recomiendo que te des una vuelta por alguno de éstos lugares y disfrutes también de sus platos típicos.
No podés perderte su Gazpacho, que es esa sopa fría de vegetales cubierta con trocitos de pan; o un Pescaíto Frito, donde se mezclan el boquerón, el salmonete, la caballa, algún cazón, un calamar o algún otro molusco; o algún Soldadito de Pavía, que son tiras de bacalao, marinados y fritos acompañados con pimientos; o porque no probar Huevos a la Flamenca que s un revuelto de huevos con verduras y después se le agrega chorizo o jamón; algún Pincho Moruno, que es una brochette, mezclado con alguna sepia, un chorizo o una gamba; algún Cocido Andaluz, que es un guiso de garbanzos, porotos, calabazas, carne, tocino, costillas, chorizos y morcillas; o tal vez Chipirones a la Plancha; un Pringá, un Rabo de Toro, algún Montadito con un buen jamón serrano, con Papas Aliñás o por que no algunas Torrijas que son rebanadas de pan empapados en leche hervida con corteza de limón, coñac y azúcar. Disfrutalo mucho.
Pero hasta acá llegamos hoy con la hermosa Sevilla y como recordarás hace unos días recorrimos parte de Cataluña y en base a eso hicimos un pequeño video que esperamos disfrutes. Nos veremos la próxima semana para visitar más ciudades de la maravillosa Andalucía. Los esperamos.
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