Santorini

Al aeropuerto de Kamari llegan varios vuelos diarios y al puerto que se encuentra del otro lado de la isla en Fira o Thira, llegan ferries con cientos de turistas, pero si éstos quieren conocer esta pequeña y laberíntica ciudad, hay dos formas de subir: en el nuevo funicular que te eleva tranquila y relajadamente, con todo tu equipaje, hasta las alturas o si te animás, subís caminando los 600 escalones que separan el puerto de la ciudad ubicada en las alturas. Otra opción para subir, son los queridos y simpáticos burros, pero hoy casi están en desuso, para lo del maltrato animal y ahora casi son parte de una postal lugareña. Cada día se los puede ver subiendo y bajando los escalones emperifollados con mantas de colores y pompones sólo para las fotos turísticas, pero sin turistas.

Fira, Oia, Kamari, Pyrgos, son distintas ciudades de la isla de Santorini y son los restos de la caldera de un volcán que estalló en el siglo XV aC.

Ésta antigua isla se llamaba Strongoli y al explotar el volcán provocó un desastre ecológico y climático en todo el Mediterráneo oriental, pero en Santorini. La explosión destruyó el centro de la isla, haciendo que su forma actual se vea como una media luna recortada sobre una caldera inundada, donde hay dos islotes. En 1956, un terremoto destruyó las ciudades de Oia y Fira, pero luego se fueron recuperando gracias al turismo.

Según algunas excavaciones en Thera, la antigua capital, afirman que la erupción del volcán no fue repentina, ya que no se encontraron restos humanos, joyas u objetos de valor. Es como si los habitantes hubiesen tenido tiempo suficiente como para recoger sus bienes y huir de la isla. La isla con una civilización muy desarrollada, desapareció bajo el manto de ceniza y piedra pómez.

La explosión del volcán, fue una de las mayores catástrofes de la humanidad, incluso más violenta que la del Vesubio en el año 79 y similar al Krakatoa indonesio en 1883. Estudios científicos suponen que el estruendo pudo oírse en lugares tan distantes como Escandinavia y en un radio de 400 km reinó la oscuridad durante días enteros. La explosión fue muy intensa y la emisión de polvo oscureció la atmósfera lo suficiente como para que el hecho se notara en China. La isla se quebró en tres partes y emergieron las islas menores de Therasia y Aspronisi. La flora y la fauna fue aniquiladas y solo sobrevivieron al cataclismo especies de caracol, lagartos, serpientes e insectos que habitaban el monte Profitis Ilias, de 565 metros de altitud, el más alto de la isla.

Por ahí da vueltas una teoría que dice que la Atlántida se encontraba en el archipiélago de las islas Cícladas, en un área hoy ocupada por la isla de Santorini, porque 1.200 años después de la erupción, Platón habla del mito de una antigua civilización que se extiende hasta nuestro dias.

La leyenda dice que Poseidón, el dios del mar, creó una isla redonda para su amada Clito. El primogénito, Atlas, se convirtió en el primer monarca de un reino de fabulosa belleza, cuyo centro se llamó Atlántida en su honor. Poseidón dotó a la isla de dos fuentes, una de agua fría y otra de agua caliente. El suelo era tan fértil que nadie pasaría hambre. En honor a su creador se construyó un templo de 180 metros de largo y 60 de ancho y Atlántida se convirtió en la mayor potencia naval de su época.

Un código prohibía que los gobernantes que se enfrentasen con armas y los obligaba a hacerse aconsejar por sabios. Sus habitantes vivían en paz y prosperidad. Pero llegó la decadencia moral. La naturaleza divina se desvaneció al mezclarse con los mortales y comenzaron las ansias de poder y se iniciaron guerras. El castigo llegó de la mano de Zeus, quien según Platón, envió temblores e inundaciones.

El mar engulló a la Atlántida desapareciendo para siempre.

- Pero qué lindo lugar!!

- Dan ganas de quedarse más tiempo por acá, no?

- Mirá que lindo esas casas bajas con techos azules, colgadas de la ladera del cerro. Y esas iglesias ortodoxas con sus cúpulas redondeadas azules, que bonito.

- Esos hoteles en Oia, con excelente vistas a La Caldera y algunos con pequeñas piscinas privadas!!

- Ese mar ahí abajo con sus tremendo azules. Qué bonito!!

- Dale, apurate que no llegamos!!

- Es que estos chinos que vienen en manada no te dejan caminar!!

- Adonde es?

- No sé. Será derecho supongo. Dale vamos!!

- Estas seguro??

- No, estoy seguro. Nunca estuve en Oia. Pero supongo que hay que ir donde va todo ese malón de gente no te parece??

- Ok, sigamos…

- Ufff, éstos chinos….

Esta charla la repiten todas las personas, todos los días y es lo que nos pasó a nosotros en Oia, en donde nos esperaba el sol para su espectáculo diario del ocaso. Las terrazas y los muros se cubren de personas con cámaras, filmadoras, teléfono, que esperan pacientes, con el solo motivo de conseguir esa foto que te llevó a conocer la isla. Mientras, más gente se amontona y esperan la luz naranja del sol, cuando comienza a anochecer y se esconde en el horizonte del Egeo, cuando las fachadas de la ciudad se pintan con nuevos colores, que hacen de Oia un lugar diferente, mágico.

Al final, cuando el Sol desapareció, todos aplauden ese espectáculo natural que recuerda a los grandes adoradores de la antigüedad.

- Que linda vista, un sueño.

- Si es hermoso ver como los bares y las casitas blancas van encendiendo las luces con ese tono rojizo que les dá la puesta del sol!!

- Dale vení, apurate, que no hay chinos, así nos sacamos una fotos juntos!!

- Que romántico!!

Mientras, de fondo y desde algún bar semi escondido que cuelga de la ladera del volcán suena Eric Clapton con su “Wonderfull Tonight”. Selfie con el ocaso de fondo, el mar azul y las casas blancas. No se puede pedir más.

Después de algunos dias de visitar Santorini, donde conocimos playas, monumentos y algunas iglesias, no todas porque son casi 300 entre ortodoxas y católicas que están muy bien conservadas y también iglesias bizantinas de cúpulas azules que se recuestan en el borde de los acantilados y de fondo podes disfrutar de un ocaso maravilloso. Santorini es un lindo lugar para visitar y algo de eso podés ver en éste video.

Pero todo tiene un final y debemos tomar un ferry para visitar otra de las islas más concurridas de Grecia así que hacia allá vamos.

Viaje en Ferry

Mientras la música de Demmis Roussos da vueltas por mí cabeza haciéndome acordar aquellas fiestas de Año Nuevo en familia, donde también se escuchaba Raffaella Carra y Roberto Carlos, porque en toda reunión familiar siempre aparecía un long play de alguno de ellos y se los escuchaba hasta gastarlos. Pero aparece un grupo de chinos que pasa por nuestro lado empujando, para adelantarse a subir al ferry y me despiertan de ese recuerdo infantil. Y aparece en mi mente, esa profética película llamada 2012 que contaba la destrucción del mundo en base a las predicciones Mayas, donde miles de personas, salen corriendo hacia unos tremendos buques acorazados y solo una parte selecta de la humanidad sobrevivirá al cataclismo que se aproximaba porque el núcleo terrestre se está sobrecalentando. La verdad, los chinos son algo fastidiosos.

Ya ubicados en el ferry y camino a la isla de Mykonos, me siento a descansar y los auriculares escucho la obra maestra de Yanni y su tema Santorini y me recuerda buenos momentos en la isla. La música de Yanni de tipo orquestal se utilizó en varias bandas sonoras de cine, televisión e incluso en los Juegos Olímpicos de 2004. Su gran éxito se produjo en Yanni Live at the Acrópolis de 1993. Ese fue un concierto extraordinario.

El tipo dio grandes conciertos alrededor del mundo, llegando incluso a grabar un disco llamado Voices donde convocó a cantantes de la talla de Andrea Bocelli o José Feliciano.

Y como no recordar también al gran compositor y tecladista griego Vangelis que realizó la banda de sonidos de las películas Carrozas de Fuego, Blade Runner, la Conquista del Paraíso, Alejandro Magno. Incursionando también en la serie de Carl Sagan “Cosmos”, con inolvidables versiones de Antárctica, Los Amigos de Sr. Cairo, 1492: La Conquista del Paraíso y tantas obras geniales que le dieron fama mundial.

O la gran cantante de ópera, María Callas que te endulzaba los oídos y seducía hasta el mismísimo Aristóteles Onassis con su melodiosa voz. La Callas ganó fama en la década del 50’ con inolvidables temas como  Rigoletto, La Traviata, La Bohemia. Su espléndida voz todavía es objeto de culto y por supuesto, aquella versión de La Mamma Morta de la película Philadelphia. Su impresionante voz, hace que alguna lágrima se te escape de la emoción en la escena entre Denzel Washington y Tom Hanks.

Por supuesto, Nana Mouskouri, mundialmente conocida, que no necesita presentación, convirtiéndose en embajadora musical, que no sólo interpretaba canciones en varios idiomas sino fue una de las artistas más vendidas del mundo.

Todos estos artistas traspasaron fronteras para convertirse en artistas mundiales.

De más está decir que, más allá de las películas épicas que pudiste ver sobre Grecia y sus héroes mitológicos, también hay películas que se registraron acá en lo últimos años y tal vez tuviste oportunidad de ver.

Algunas seguro te vienen a la mente, como Zorba el Griego de 1964, un clásico que ganó tres premios Oscar y trata sobre la vida de un americano que hereda una casa en Creta y allí conoce a Zorba, un músico protagonizado por Anthony Queen.

También, está Shirley Valentine de 1989, que cuenta la vida de una frustrada esposa de Liverpool que viaja a Grecia, donde descubre la belleza de las islas griegas y conoce al dueño de una taberna.

Tal vez Mediterráneo de 1991, que cuenta la historia de un grupo de soldados italianos que naufraga en una isla griega durante la Segunda Guerra Mundial y entablan amistad con los habitantes del lugar a pesar de estar en bandos contrarios.

Y por supuesto, mientras estamos en el ferry, vemos algunas pequeñas islas y por ahí anda Meryl Streep quien sube corriendo unas largas escaleras, mientras canta The Winner takes it all, hasta llegar hasta una pequeña capilla en lo alto de la isla de Skopelos. La película Mamma Mia! de 2008 fue un musical con canciones de ABBA y narra la historia de Sofía quien está a punto de casarse y descubre que tres hombres podrían ser su padre. Ella los invita a su boda sin decirle nada a su madre, Donna, quien alguna vez fue cantante de Donna and the Dynamos y ahora administra un pequeño hotel.

La isla de Skopelos es real, aunque en la película tiene un nombre ficticio y mucha gente llega hasta acá por el sólo motivo de conocer los lugares de filmación. Por supuesto el sitio más visitado es la pequeña capilla de la cima llamada Agios Ioannis y se encuentra en el pueblo de Glossa cerca del puerto norte.

Mykonos

🎶 🎶  Era tan pobre que no tenía más que dinero,

Besos de sobre herencia de su padre naviero

Anfetaminas y alcohol desayunó Miss Onassis,

Pobre Cristina, que al fin logró quedarse en el chasis

Sólo yo sé que dice la pura verdad cuando jura que toda su fortuna daría

Por echarse un noviete aburrido y formal

Por entrar de oficiala en una peluquería

Cris, Cris, Cristina,

Suspira y fantasea con que la piropea un albañil.🎶 🎶

Con ese tema, que Joaquín Sabina inmortalizó en los 90´ haciendo referencia a Christina Onassis que murió en 1988 en Argentina, me desperté ésta mañana dando vueltas en mi cabeza. Su padre Aristóteles, un lavaplatos que llegó a vender ballenitas para camisas en Buenos Aires, frente al Luna Park, vivía en una azotea de un hotel, estudiaba finanzas y exportaba tabaco griego y turco y se inició en el negocio del transporte marítimo. El tipo se hizo millonario a los 28 años, con el principio de: “compra barato, vende caro, cobra rápido”. Llegando a tener su propia isla privada en Grecia: Skorpios.

Pero volviendo a Christina y su realidad escrita por Sabina, la muestra viajando por el mundo mientras coleccionaba maridos y visitando islas como Mykonos, lugar en donde estamos ahora y vamos a investigar.

Según la mitología griega, la isla fue nombrada así por el héroe Mykonos, hijo de Apolo. Sé dice que en la isla, Hércules mató unos gigantes y sus cuerpos petrificados se transformaron en rocas, que hoy pueden apreciarse en las inmediaciones del territorio. Sin embargo, en otra versión del mismo mito, es Poseidón, quien levanta estas moles de rocas en contra de los gigantes. La isla fue conquistada por egipcios, fenicios, jónicos y venecianos e incluso fue refugio del pirata Barbarroja.

Los lugareños de la isla también afirman que hay 400 iglesias, con techos azules, rojos y blancos y la más destacada es la Iglesia Panagia Paraportiani, que está ubicada en una colina con vistas al mar haciendo que su belleza sobresalga aún más.

En alta temporada, sus playas y la bulliciosa vida nocturna, ponen a Mykonos a la altura de Ibiza o Saint Tropez y en su puerto se pueden ver desde pequeños barcos pesqueros hasta enormes yates privados y personalidades del jet set que circulan por las tiendas de Pequeña Venecia o Kastro.

En Mykonos hay miles de autos pequeñitos, como esos Smart que podes estacionar en cualquier lado y te dan libertad de movimiento. En temporada alta los requisitos para alquilar son bastantes, pero en baja temporada los requisitos mínimos. Así que, eso hicimos. Alquilamos un pequeño coche donde podríamos viajar por ésta isla, llena de angostas callejuelas zigzagueantes, turistas y gatos.

Como primer destino elegimos las playas de Elías, Paradise y Súper Paradise, playas naturistas, Gay Friendly y Open Mind. La idea era solo conocerlas por curiosidad porque además estábamos fuera de temporada. No pensábamos volver con novios, ni hacer ningún tipo de exhibicionismo, porque se sabe que siempre hay un dotado que camina libremente por la arena, balanceando sus atributos y te amarga las vacaciones.

La aventura en coche fue algo problemática, justamente por el tipo de terreno de la isla. De escaladas pronunciadas y profundos precipicios. En un momento, nos tocó subir un angosto camino serrano, hasta que a mitad de camino, el auto dijo basta y no subió más. Se plantó en la cuesta y no avanzada. Así que tuvimos que alivianar peso, calzar el coche con rocas, para que no caiga colina abajo y rogar para que suba un poco más hasta llegar a la cima. Que peligro!!!

Ya al llegar a la cima, respiramos y seguimos viaje de regreso por caminos que iban en bajada, en dirección al Down Town. Más tranquilos y relajados.       

🎶 🎶 Corazón tierno los dueños del verano la miman

Pero el invierno no se lo saca nunca de encima

Con su cara de dólar ha amortizado varios maridos

Pero siempre está sola poniéndole una vela a cupido

De la isla de Skorpios en yate a New York.

Del gran baile de Mónaco a cenar en Maxims

Guardaespaldas armados la sacan del Rolls.

Un amante alquilado le calienta la suite 🎶 🎶

La Pequeña Venecia es la zona más fotografiada de la isla. Conocida como Alevkandra que en griego quiere decir lavar, era la zona donde lavaban la ropa las mujeres y en el pasado los sótanos de las casas se usaban como depósitos de botines piratas. Algunas casas son del siglo XVIII con balcones de madera que miran al mar. Allí muchos turistas buscan un alojamiento en el barrio para disfrutar de las vistas al mar, el buen ambiente y su buena situación. Actualmente hay artistas que se instalan en estas casas y montan su atelier y en los bajos de muchas de ellas hay bares de copas y galerías de arte.

La capital de Mykonos es Chora y lo más representativo de la ciudad es su construcción. Con formas redondeadas, con casas pintadas de blanco, con puertas y ventanas de colores pastel. Con estrechas callejuelas para protegerse del sol y del fuerte viento que sopla en verano. Otra característica de la ciudad es que permanece cerrada al tráfico durante casi todo el día, lo que hace que el paseo y el turismo por la zona sean más fácil.

Otro de pueblo de Mykonos es Ano Merá, algo alejado de la vida turística, pero con un atractivo especial por su iglesia Panagia I Tourliani, construida en el siglo XVI, dedicada a la protectora de la isla y fundada por monjes Paros. Este monasterio con cúpula roja, se restauró en 1767 y se pueden visitar sus pequeños claustros. La iglesia tiene una torre de mármol muy ornamentada que es un placer verla y en el interior se guardan bellos iconos del siglo XVI, casullas y bordados. Muy recomendable para visitar.

Un símbolo de la isla son los pelícanos, que se mueven entre los visitantes sin ningún miedo. La estrella fue el pelícano Petros que se instaló acá en 1954 y se convirtió en la mascota de la isla. Se cuenta que un pescador encontró un pelícano herido y tras curarlo lo dejó en libertad, pero el animal volvió y decidió quedarse en la capital. Era tan querido por la población de Mykonos, que cuando murió en el año 1986 y tras pasar 30 años en la isla, se declaró luto oficial en Mykonos. Hoy el Petros real, está embalsamado en el Museo local. Jackie Kennedy Onassis le regaló a Mykonos un segundo pelícano y años más tarde, el zoológico de Hamburgo donó otro ejemplar que también se llamó Petros como el primero.

Por otra parte, Mykonos aún conserva 7 de los molinos que había hace años y que hoy son una de las imágenes más reconocibles de la isla. En su origen servían para moler el grano de los campos de la isla, aprovechando los fuertes vientos de la zona y con la llegada de la industria los molinos fueron quedando en desuso. El blanco de los molinos contrasta con el azul de las aguas y le da una onda quijotesca a la escena. Aunque en la actualidad no están en funcionamiento, son uno de los más grandes atractivos de la isla.

🎶 🎶 Vale más ser la hija de fulano de tal

Que la niña mimada de los ojos de Ari

Pesa tanto la sombra de papá Superman

Míralo en esa foto organizando un safari

Cris, Cris, Cristina suspira y fantasea con que la piropea un albañil

Cris, Cris, Cristina que un botones vea si le puede conseguir pastillas para dormir🎶 🎶

Gracias Joaquín Sabina

Hasta acá llegamos con Grecia y algunas de sus islas. Un placer recorrerla y disfrutar de su historia y naturaleza. Te dejamos nuestro video para que puedas disfrutar tanto como lo hicimos nosotros.

La próxima semana los esperamos para visitar otro país.

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