Apenas subís al ferry con el coche, sabes que recorrer los 50 km de distancia del Río de la Plata, que separan Buenos Aires de Colonia de Sacramento, te llevará un poco más de una hora. Lo suficiente como para tomar un café, relajarte un rato y tal vez leer un poco sobre éste país vecino a los que mucho dicen, es casi un anexo de Argentina, ya que muchos argentinos y uruguayos cruzan fronteras para vivir en uno u otro lado del Río de la Plata.

Como dijimos antes, tuvimos oportunidad de viajar varias veces a Uruguay y siempre fue algo lindo y distinto. En una oportunidad tomamos un ferry hacia Montevideo, en un romántico viaje, que salía apenas caía el sol, allí cenabas a bordo, tenías tu camarote para pasar la noche y al día siguiente desayunabas y desembarcabas en Montevideo, donde te esperaba un bus para llevarte hasta Punta del Este y pasar el día. Para la vuelta también pasabas la noche a bordo. Era ideal para veladas románticas en pareja.

Otro año, repetimos el cruce, para visitar la antigua y pequeña ciudad de Colonia y pasar unos días de descanso allá, desplazándonos en coche rentado y recorriendo pueblos cercanos. La vuelta estuvo un poco más complicada, ya que al salir nos avisaron que una tormenta se acercaba al Río de la Plata. Zarpamos y la tormenta nos alcanzó en el medio del río. Te puedo decir que la experiencia no fue muy linda, ya que el barco se movía mucho y la gente estaba muy mareada. Muchas personas tiradas en los pisos porque no podían mantenerse en pie, algunos audaces salían a cubierta para dejarse mojar y tomar aire ya que la sensación de mareo era muy fuerte. Pero lo peor de todos eran los baños, con gente mareada, descompuesta y muchos vomitando. Un desastre. Así que si tenés intenciones de cruzar el Río de la Plata, asegúrate que el clima sea bueno, porque con tormenta las olas mueven mucho a los ferry que lo cruzan y la sensación no es muy linda.

Si leemos un poco su historia, el actual territorio uruguayo era conocido como, durante la época colonial como Banda Oriental e incluía parte del actual estado brasileño de Río Grande del Sur.​ Esta denominación venía de su ubicación geográfica, por ser el dominio más oriental de España en continente americano. En los primeros años independentistas se llamó Provincia Oriental y formó parte de la Liga Federal y luego fue parte de l las Provincias Unidas del Rio de la Plata. Solo durante la invasión luso-brasileña, entre 1816 y 1828, se la conoció como Provincia Cisplatina.

El 27 de agosto de 1828 se firmó la Convención Preliminar de Paz, en la que se estableció la creación de un estado independiente, aunque sin nombre oficial. El nombre del nuevo estado dado en su primera Constitución fue Estado Oriental del Uruguay, cambiándose luego a República Oriental del Uruguay con la Reforma Constitucional de 1918.

Los pobladores del Uruguay en el momento de la conquista ibérica eran principalmente indios charrúas. Contrariamente a lo que se pensaba en el siglo XIX, revelan que la población charrúa llegó a éstas tierras luego de la conquista europea, ya que muchos llegaron al ser expulsados de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe, donde tenían sus asentamientos, aunque también dicen que ya existía una colonia charrúa en la zona de Colonia. Por su parte, los guaraníes se concentraban en la zona de misiones jesuíticas, en la Mesopotamia argentina. Estos huyeron a tierras cercanas, incluyendo el territorio uruguayo llevando sus conocimientos europeos transmitidos a través del contacto con la Compañía de Jesús. Esto dio lugar a la principal herencia cultural amerindia en el interior uruguayo, sobre todo en lo que tiene que ver con prácticas relativas a la cría de animales, la gastronomía y otras costumbres. Se tienen registros que los españoles, al mando de Sebastián Gaboto, llegaron acá al inicio del año 1527 y fundaron fuertes y asentamientos que tuvieron un destino efímero.

En 1680 llegan los portugueses y ocupan parte de la Banda Oriental, violando el Tratado de Tordesillas donde, España y Portugal se dividen el Nuevo Mundo en 1494 y le ponen fin disputas, mediante un acuerdo que separó a Brasil del resto de América y lo destinó al dominio portugués. Aunque el Tratado dejó de existir cuando la rama española de los Habsburgo, ascendió al trono portugués en la crisis de sucesión portuguesa de 1580 y Felipe II de España termina siendo reconocido como Rey de Portugal. Con ésta ascensión se completó la unión de la España antigua. Lo que significó que ya no había una frontera legal entre las colonias castellanas y las colonias portuguesas. Portugal se mantuvo dentro de la corona española por casi 60 años (1580-1640).

De todas maneras, los portugueses se quedan más tiempo en Uruguay y fundan Colonia de Sacramento y años más tarde fundan Montevideo, hasta que en 1724 los españoles de Buenos Aires desplazan a los portugueses, quienes se mueven al norte y fundan las ciudades de Río Grande, Porto Alegre y Fortaleza. Fueron los portugueses quienes además introdujeron desde África, a personas de raza negra para trabajar como esclavos y éstos trajeron sus tradiciones y sus bailes, como el candombe que representa uno de los estilos más representativos del país y se extiende hasta el día de hoy.

Montevideo sería refundada el 24 de diciembre de 1726 por el español Bruno de Zabala y la nueva fundación recibiría el nombre de Fuerte San José, aunque ya era conocido por los españoles como Montevideu. Hay varias hipótesis acerca del origen del nombre y dice que deriva del término Monte Vide Eu usado por los portugueses que veían por primera vez el cerro existente en sus costas. Por aquel entonces España solo tenía Montevideo, San José, Flores, Canelones y Maldonado, donde comenzaron a asentarse a partir de 1726 debido al avance de tropas portuguesas en el actual territorio uruguayo, ya que aún el 90 % de la Banda Oriental aún era portugués desde 1680.

Montevideo se fundó como objetivo militar y mercantil, ​llegando a ser una importante plaza de dominios coloniales españoles en el sur durante el siglo XVIII y el principal puerto del Río de la Plata. La importancia de Montevideo como puerto del virreinato del Río de la Plata le ganó enfrentamientos con Buenos Aires, que en esos tiempos era la capital del virreinato. Durante la Revolución de Mayo de 1810, iniciada en Buenos Aires, la ciudad de Montevideo se mantuvo fiel a España, a pesar que algunos sectores del interior rural apoyaban la revolución. En éste contexto surge José Gervasio Artigas cuya intención era crear una confederación que abarque las Provincias Unidas del Río de la Plata. Así se nombra como Protector de los Pueblos Libres y reúne bajo su mando a la Banda Oriental y las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Misiones, Corrientes, Córdoba y la República del Paraguay.

Durante su breve período como líder y gobernante de la Banda Oriental, Artigas promovió la implementación de un programa de desarrollo social que incluía reformas de las estructuras agrarias, la fundación de la primera biblioteca pública, un reglamento aduanero para el fomento de la producción nacional y el primer intento de establecer una escuela pública. El proceso llega a su fin con la invasión portuguesa y las guerras de independencia. Para muchos, Uruguay fue un adelantado, al punto que se la conoció como La Suiza de América, ya que consolidó su democracia, alcanzó altos niveles de bienestar sólo equiparables a Europa, fue uno de los primeros en establecer el derecho al divorcio y el sufragio femenino y también uno de los primeros en crear un sistema educativo gratuito, obligatorio y laico.

Uruguay pasó épocas de bonanza económica durante la II Guerra Mundial, ya que por años dejó de importar productos manufacturados europeos, para fabricarlos en suelo uruguayo bajando la desocupación y su exportación de productos primarios hizo que ganara mercados en el mundo. Durante el período 1940-1944, la economía dependía solo del capital extranjero y el 100% de la energía venía del exterior.

Después de una crisis económica que afectó a las instituciones políticas en 1955, se inició un proceso de deterioro social y económico, con agitación política de parte de sectores de izquierda, mientras nacían grupos revolucionarios como Tupamaros, luego vendrían organizaciones de ultra derecha como la Juventud Uruguaya de Pie o el Comando Caza Tupamaros, conocido como Escuadrón de la Muerte.

Las fuerzas armadas utilizaron a su favor el deterioro que asolaba al país y asumieron un protagonismo que condujo a un golpe de estado, instaurando una dictadura cívico-militar el 27 de junio de 1973. Ese día, Juan Maria Bordaberry, disolvió el parlamento con apoyo de las Fuerzas Armadas y meses más tarde crea un Consejo de Estado con funciones de contralor administrativo, encarga una reforma constitucional, restringe la libertad de expresión de pensamiento y faculta a las Fuerzas Armadas y policiales a asegurar la prestación de los servicios públicos. El 1 de marzo de 1985 un gobierno civil retorna al poder. Es día, Julio María Sanguinetti jura como Presidente.

Uruguay es el segundo país más pequeño de Sudamérica, después de Surinam y según los últimos censos, la población de Uruguay es de unos 3.5 millones de habitantes,  ocupando la décima posición entre los 12 países sudamericanos. Si lo comparamos, en tamaño y cantidad de habitantes, es más o menos como nuestra provincia de Córdoba.

Los principales recursos económicos son agricultura, forestación, ganadería y sobre todo turismo, sus recursos minerales y energéticos son escasos, aunque tiene varias refinerías de petróleo, fábricas de cemento y celulosa, industria que llevó a un conflicto con Argentina, entre 2005 y 2010, quien aducía contaminación de las pasteras extranjeras en el Río Uruguay.

La Corporación Latinobarómetro, en un estudio realizado hace años, muestra a Uruguay como el país más pacífico de América Latina, la revista estadounidense International Living lo muestra como el mejor país de Latinoamérica para vivir y la ubica entre los veinte países más seguros del mundo. Por su parte, The Economist, dice que Uruguay se encuentra entre los veinte países más democráticos del mundo.

Varias películas se filmaron en Uruguay y una de ellas fue Hijos de los Hombres (2006), dirigida por Alfonso Cuarón y protagonizada por Clive Owen, Julianne Moore y Michael Caine. Una película futurista, donde después de dos décadas de infertilidad humana han dejado a la sociedad al borde del derrumbe.

El baño del Papa, es una película del año 2007 y trata sobre la posible visita del Papa Juan Pablo II en 1988 al pequeño pueblo de Melo, que recibirá a miles de visitantes.

También Miami Vice en el 2006, con los detectives Sonny Crockett y Ricardo Tubbs se mudaran a Uruguay a seguir con sus investigaciones. La película fue filmada en Miami, pero se muda a Atlántida (que hacía de La Habana) y también filman en Montevideo.

Una película muy recordada es Plata Quemada, de Marcelo Piñeyro, estrenada en el año 2000 y protagonizada por Leonardo Sbaraglia, Eduardo Noriega y Pablo Echarri, éstos eran 3 ladrones implicados en un robo en Buenos Aires. La película se basó en un caso real del año 1965.

Por su parte, en febrero del 2005, Jorge Drexler, se convirtió en el primer uruguayo en recibir un premio Oscar a la mejor canción en lengua no inglesa por la canción Al otro lado del Río de la película Diarios de Motocicleta basada en la vida del Che Guevara.

Pero hasta llegamos con este corto resumen histórico de Uruguay, porque el ferry ya está llegando a Colonia del Sacramento y es hora de continuar en coche. El recorrido nos llevará a lo largo de toda la costa del Río de la Plata y continuará por el borde del Océano Atlántico.

Dale, ajústate el cinturón que arrancamos ahora.

Colonia del Sacramento

Entrar al casco antiguo de la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1995, es retroceder en el tiempo. El plano de la ciudad es de origen portugués pero los estilos de las casas son también de estilo español. En sus calles se filmó, en 1993, la película De eso no se Habla, dirigida por Maria Luisa Bemberg y protagonizada por Luisina Brando y Marcello Mastroianni.

Con calles angostas de piedra y autos antiguos que todavía circulan por ahí, seguro te hacen dar vuelta para admirarlos. Su proximidad con la ciudad de Buenos Aires hace que tengan un vínculo muy fuerte entre sí y son muchos los viajeros que cruzan a esta tranquila ciudad para pasear y descansar. Tal es el punto de amistad que además de cruzar en ferry, se piensa en unir ambas ciudades a través de un puente binacional.

Además de la finalidad militar, Colonia atendía intereses del sector mercantil de la burguesía portuguesa interesada en recuperar el acceso al intercambio con Buenos Aires. La supresión del monopolio portugués del suministro de esclavos africanos en 1640, cortó la posibilidad de envío a la América española de productos brasileños como azúcar, tabaco, algodón y manufacturas europeas a cambio de plata del Alto Perú. Además, había mucho interés de los portugueses en establecer un marco fronterizo, que sirviera de meta para alcanzar por tierra el Río de la Plata. Luego vendrían varias batallas entre las naciones conquistadoras. Tal es así que España la recuperó tres veces y por distintos motivos, la devolvió también otras tres veces. Hasta que a fines del 1700 se queda con la ciudad en forma definitiva. Pero en 1807, los ingleses invaden el Rio de la Plata y le arrebatan Colonia a los españoles, fomentado a los independentistas, fecha en que llega Artigas.

Uno de los sitios más tradicionales para visitar en Colonia es La Calle de los Suspiros dentro del barrio histórico. Esta es una calle angosta, desnivelada, con adoquines de la época colonial, cuyos lados están inclinados al centro para formar una canaleta de desagüe, está rodeada de construcciones antiguas de paredes de adobe y al igual que otras calles del casco histórico, está señalizada por un azulejo de estilo portugués e iluminada por faroles adosados a las paredes.

Hasta la década de 1940 se llamó Ansina y se desconoce el porqué de su nombre actual pero existen diferentes versiones. Una de ellas dice que los condenados a muerte suspiraban al pasar por aquí. Los presidiarios eran fusilados a la vera del Rio de la Plata o depositados en esta calle para ahogarlos cuando subiera la marea. Una explicación más popular dice que los prostíbulos de la ciudad estaban aquí y tanto los marineros como los soldados piropeaban y suspiraban al transitar esta arteria donde vivían las meretrices. Una historia más romántica dice que una joven esperaba en la calle a su amado de noche pero de repente, un enmascarado le clavó una daga en el pecho y desde entonces, cada luna llena, se escucha el suspiro de la infortunada señorita. Una última versión, más vinculada a la física, dice que los silbidos del viento parecen suspiros al escucharse en esta calle en pendiente. Actualmente en las construcciones que están en la Calle de los Suspiros hay talleres artísticos.

Colonia cuenta con la Plaza de Toros Real de San Carlos y esta es la única plaza de éste estilo en Uruguay, que fue construida en estilo mudéjar y muy similar a las plazas que aún existen en España conservando toda su estructura. La plaza se inauguró en enero de 1910 y contó con ocho corridas oficiales que luego se prohibieron en 1912, pero el sitio siguió usándose como espacio para espectáculos.

Te recomiendo visitar el Bastión de San Miguel que es una antigua fortaleza portuguesa construida con el fin de proteger la ciudad y en la actualidad es un lugar turístico, donde es común encontrar músicos y artistas callejeros. Aún se conservan cañones antiguos y una puerta hacia la ciudadela con un puente levadizo de madera.

La Plaza Mayor es el sitio ideal para descansar y ver las artesanías que se ofrecen en una feria cercana. No es muy grande pero es bonita y está rodeada de casas coloniales, bares y restaurantes.

Podés recorrer la costanera de Colonia, llamada Paseo de San Gabriel, desde donde ves el río, la Isla San Gabriel y tal vez subir al Faro de Colonia del Sacramento, que fue construido en 1857 como medida contra los naufragios que ocurrían frente a las costas.

Montevideo

La distancia que la separa de Colonia es de 180 km y si vas tranquilo, podés tardar 2 horas en coche. Al llegar te vas a encontrar con gente muy amable y muchos caminando con sus termos y sus mates bajo el brazo. Es como una Buenos Aires más pequeña, más tranquila y con menos bocinazos. Cualquier época del año es buena para descubrir la capital del Uruguay y sus bellezas, ya que dispone de una inmejorable infraestructura hotelera donde encontras sitios para todos los gustos y bolsillos.

Montevideo, bautizada en la segunda mitad del siglo pasado como La Tacita del Plata por su belleza, cuenta con una nutrida agenda cultural con espectáculos y festivales. La capital uruguaya se ubica al sur del Río de la Plata sobre una costanera de unos 20 km de largo, que es un paseo obligado para quienes la visitan.

Este paseo marítimo conecta el centro de la ciudad con las localidades de Pocitos, Punta Carretas y Carrasco. Es uno de los lugares más queridos, no sólo por las numerosas playas, sino también porque allí se realizan actividades al aire libre: caminatas, jogging, yoga, patinaje, skateboarding.

La ciudad te invita a recorrer sus calles y vivir la experiencia de regresar al pasado cuando visitas la Ciudad Vieja, donde la arquitectura muestra su gloria, con calles angostas pobladas de edificios antiguos, viejas residencias para familias acomodadas y pequeñas plazas que son joyas urbanísticas. Originalmente fue sitio residencial, pero con los años fue ocupado por oficinas y tiendas, convirtiéndose en centro de la actividad financiera del país.

Un sitio para visitar, es el Mercado del Puerto inaugurado en 1868 para surtir de provisiones a los barcos que llegaban. Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1975. En la actualidad es un lugar visitado tanto por turistas como por locales y dónde podes disfrutar de las exquisiteces locales bajo su enorme estructura de hierro. Es un lugar de encuentro para artistas, artesanos y músicos callejeros de la ciudad.

También la Plaza Independencia es uno de los puntos importantes de Montevideo, que está presidida por una estatua de José Gervasio Artigas, debajo de ella hay un mausoleo, con una urna, que contiene sus restos. Esta plaza marca el límite entre la Ciudad Vieja y la zona del Centro. La plaza también es escenario de los principales eventos públicos de Montevideo.

La llaman La Ciudad de las Largas Noches o La Ciudad de las Mil Caras porque es muy variada en un espacio muy chico. Va desde el puerto industrial hasta los barrios exclusivos que se ubican a lo largo de la playa. En el distrito financiero, los edificios art decó se mezclan con los neoclásicos y los grandes rascacielos.

Otro sitio para visitar es El Prado conocido como el pulmón de la ciudad ya que cuenta con una extensión de 106 hectáreas y en la actualidad se utiliza también para eventos. Muy cerca se encuentra el Museo Municipal de Bellas Artes Juan Manuel Blanes y el Jardín Botánico, que alberga más de mil especies vegetales.

Por supuesto tenés que visitar el Estadio del Centenario, el legendario escenario donde se jugó la final de la primera Copa del Mundo de Futbol ganada por la selección uruguaya ante Argentina en 1930. El estadio también tiene un Museo del Fútbol que muestra la historia uruguaya de futbol con exhibiciones de trofeos, camisetas y la pelota utilizada en la primera final de la Copa del Mundo.

Sigamos subiendo

A una hora de viaje se encuentra La Floresta, el balneario más antiguo de la costa uruguaya, cuyos orígenes se remontan a 1909 y cuya avenida está plagada de sitios de entretenimiento, restaurantes y comercios. Tuvimos la oportunidad de visitarlo gracias a la invitación de nuestros amigos Patricia Goodlife, su hijo Lucas Kirby y toda su familia.

A solo 70 km de distancia se encuentra la famosa Punta del Este reconocida como uno de los principales y exclusivos balnearios de América del Sur, que cada año recibe infinidad de visitantes procedentes tanto del país como del resto del mundo y una de sus peculiaridades es que cuenta con dos costas muy diferentes: La Brava que está bañada por las aguas del Océano Atlántico y La Mansa que recibe las aguas del Río de la Plata.

Ya en 1906, Punta del Este contaba con 500 habitantes y apenas 100 casas construidas, donde muchos tenían el sueño de hacer de Punta del Este una estación balnearia similar a las europeas de Biarritz y Brighton. Un año después llegaban los primeros turistas argentinos y montevideanos. Ya en los años 80 en el balneario crecieron las grandes torres, los complejos hoteleros y la mudanza de varios argentinos que eligieron ésta ciudad para tener sitios de descanso fuera de Buenos Aires, muchos de ellos artistas, deportistas y sobre todo muchos políticos argentinos, que llegaron acá para blanquear sus fortunas conseguidas en situaciones poco claras. La principal zona comercial de Punta del Este es la zona de Avenida Gorlero y en torno a esta avenida nació la vida turística de Punta del Este, ya que está lleno de restaurantes, cines, locales comerciales, casinos y muchos atractivos más. El puerto de la ciudad se lleva los aplausos y las visitas de todos, ya que acá llegan varios cruceros de distintas partes del mundo con turistas que invaden los restaurantes y los bares. Es un sitio ideal para dejarse ver y mostrar coches de alta gama. En Punta del Este, las grandes cadenas hoteleras compiten por mejores beneficios y recibir grandes artistas internacionales.

Por supuesto debes visitar Casapueblo, que es una enorme edificación construida por el artista uruguayo Carlos Páez Vilaró. Se encuentra a solo 13 km de Punta del Este y en un principio fue su casa de verano y taller. Casapueblo se empezó a construir en 1958 alrededor de una casilla de madera hecha con tablones encontrados en la costa y fue  llamada La Pionera. El artista la construyó durante 36 años y con sus propias manos y se considera universalmente una escultura habitable.

El complejo fue construido de manera artesanal, sin planos previos, con forma de laberinto ni líneas rectas en su interior y donde predomina el color blanco. Cada año se fue ampliando y modificando como residencia de formas impredecibles. Hoy el Hotel Casapueblo tiene 20 habitaciones, suites y 50 apartamentos. Cada habitación tiene un nombre diferente y cuenta con piscina caliente, sauna, bares, restaurantes, un museo y taller donde se ven las obras de Páez Vilaró y varias salas de exhibiciones. Al igual que Gaudí, el artista jamás uso un plano para esta construcción que parece estar colgada de los acantilados. El horario de visita se extiende hasta el atardecer, cuando llegan cientos de turistas para ver la puesta del sol, que dicen es la más romántica de América del Sur. Casapueblo se transformó así en uno de los símbolos de la zona.

Si viajas en dirección norte, llegás a José Ignacio, un antiguo pueblo de pescadores que hoy cuenta con la mejor gastronomía del país, además de galerías de arte. Desde lo alto del faro, que se construyó en 1877, tenés una vista increíble de la punta de la península. Un poco más allá llegas a La Paloma y La Pedrera que son dos playas ideales para relajarse y aprovechar algunos precios accesibles. En sus orígenes, La Paloma tenía un puerto natural ubicado entre el Cabo de Santa María y las islas La Tuna.

A solo 40 km está Cabo Polonio, cuyo nombre proviene del naufragio de un barco que llevaba el mismo nombre, el 31 de enero de 1735. Otros, en cambio, afirman que se debió a otro hundimiento, pocos años más tarde, el 31 de enero de 1753. El barco se llamaba Nuestra Señora del Rosario, Señor de San José y las Ánimas.

Lo característico del lugar es que las viviendas no cuentan con energía eléctrica, salvo los sitios con grupo electrógeno propio o el faro. Tampoco hay alumbrado público lo que permite apreciar las estrellas en noches despejadas. O sea, si tenes oportunidad de venir a Cabo Polonio te despedirás de tu coche que quedará alejado del lugar donde te quedes a descansar y tú celular porque posiblemente no puedas cargarlo. Por eso la mayoría de las personas viene acá solo por el día y luego pegan la vuelta. Sin embargo, si sos menos exigente en cuanto a la comodidad, vale la pena hospedarse en una de las pocas posadas disponibles.

Terminamos el recorrido de las playas uruguayas a 40 km de la frontera con Brasil. Un lugar llamado Punta del Diablo, una playa con aire hippie, excelente para relajarse antes de terminar el viaje y volver a Montevideo. La playa está repleta de hoteles y posadas cerca del mar. El nombre del pueblo tiene su origen en una abreviación, porque a mediados del siglo XX se lo comenzó a llamar Cerro de Los Pescadores de la Punta del Diablo, porque muchos de los pescadores provenían de ahí. En verano se transforma en sitio de vacaciones de uruguayos, argentinos, brasileños y europeos y también llegan pequeñas bandas a tocar en bares y clubes. Una de esas bandas es de los amigos de Mader Fanky que te las presento

Pero hasta acá llegamos hoy con nuestra visita a Uruguay.

La próxima semana visitaremos otro país donde les mostraremos como nos fue.

Los esperamos

Mail: silviayoscarporelmundo@gmail.com

Blog: https://silviayoscarporelmundo.blogspot.com

YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCVpv0lP78yOx-FGzERNpzCg

Instagram: silviayoscarporelmundo