Pali Ugalde: ´Amo mi vida en Rodeo, sin prisa pero sin pausa´
Es porteña y desde hace más de 20 años vive en Rodeo junto a su familia y juntos difunden el windsurf al mundo.
Con la pasión por el viento y el agua Pali Ugalde llegó a Rodeo (Iglesia) para acompañar a su pareja Felipe Lamanuzzi en busca de unos de los mejores lugares en Argentina para practicar el deporte que aman: el windsurf.
Invitada a la sección “Mujeres Activas” de Diario 13 San Juan, la entrevistada habló de su experiencia personal lejos de Buenos Aires y en conexión íntima con la naturaleza y los afectos.
En el comienzo de la entrevista, la presentación rompió el hielo y conocimos a Pali: “Prefiero la tierra y no el cemento, las zapatillas en vez de unos tacos, la cara limpia, la ropa de algodón, amo caminar y que el sol me dé en la cara, me emocionan las cosas simples que suceden a diario. Me gusta cantar, bailar, mover el cuerpo para desbloquear energía y que nada quede estancado, ya sea a través del yoga, chi kung o meditando, creando el tejido me transporta y a veces sueño que todo puede ser hecho a nudos”, comenzó diciendo la entrevistada.
Luego agregó: “Me gusta cocinar sintiendo que el alimento es mi medicina. Soy Pali -por Palito un apodo q surgió en mi adolescencia- soy flaca, soy larga en algún momento de mi vida juguè a ser modelo pero me aburrí”, agregó Ugarte y usó cinco adjetivos para definirse como: sincera, leal, sensible y creativa. También sumó aquellas actitudes que quisiera modificar y dijo: “soy muy responsable y me cuesta aceptar mis errores. Ser consecuente con lo que predico”.
La decisión de Pali de dejar Buenos Aires para venir a vivir a San Juan comenzó como una aventura junto a su pareja: “Llegue a Rodeo con Felipe -mi compa, mi amor y padre de mis hijos- a hacer una temporada de verano y a vivir nuestro noviazgo apasionado durante 6 meses en una carpa debajo de un sauce y con una acequia pasando agua constantemente. Pasó la temporada de viento, sol y windsurf en un lugar que traía cosas nuevas para nosotros y cuando tuvimos que decidir para donde arrancar, nos encontramos en la farmacia del pueblo comprando un test de embarazo. Nuestros hijos, Irupé y Simbad, fueron los que eligieron Rodeo para que nos instalemos y les estoy siempre agradecida por eso”, recordó.
Sobre su apacible vida en el lugar turístico de San Juan, la entrevistada remarcó: “Amo mi vida en Rodeo, sin prisa pero sin pausa, trabajando la temporada de octubre a mayo en ´Puerto de Palos´, un parador de windsurf sobre el dique Cuesta del Viento. Mi parte activa ahí es darle de comer sanito a la gente para cuidar su cuerpecito y cuando cae el sol guiarlos en una buena práctica de yoga. Fuera de temporada tejido+ yoga+danza+canto comidas y juntadas con amigos que ya son familia. Otoño -invierno para dentro descubriéndonos”, relató sobre sus actividades en Iglesia.
En busca del mejor lugar en medio de tanta prisa del mundo de hoy Ugalde recordó: “Hace 21 años que estamos instalados aquí, la intención que tuvimos de vivir en Rodeo fue la de tener una buena calidad de vida y si con eso hicimos algo positivo en la comunidad en la que vivimos bienvenido sea, y si hicimos algo negativo pido disculpas por ello. Fue un encuentro cultural donde ambas partes tuvimos q flexibilizar formas, métodos, modos, etc”.
Apasionada por el bienestar del cuerpo Pali contó a Diario 13 San Juan otro de sus saberes: “Empecé a hacer yoga hace unos 7 años por temas físicos en mi espalda y me enganché y un día me encontré en mi casa guiando en una práctica a mis amigos y me gustó, así que me puse las pilas, pero todo llega con constancia en tu día a día (99% practica 1% teoría). El yoga no tiene techo es infinito, no me considero maestra ni profesora solo guía y practicante siempre aprendiendo y sabiendo que no solo arriba del matt hacemos yoga sino más bien lo practicamos en nuestras acciones y en ese vivir el presente, lo que más satisfacción me da de guiar a la gente es el cambio que se da al poco tiempo de practicar, la actitud es otra, la forma de caminar de expresarse de respirar, TODO CAMBIA después del yoga”, aseguró.
La llegada de la pandemia del coronavirus al mundo impactó en las actividades de todos y Pali relató su experiencia: “La pandemia nos encontró al lado del mar tomando con calma el toque de queda planetario sin poder volver a casa. En lo laboral fue muy buena nuestra temporada ya que la gente no viajo al exterior se quedó y tuvimos mucha demanda de clases de windsurf. Fue una temporada espectacular”.
Luego dijo: “En lo personal creo que estamos viviendo algo que nunca imaginamos es un antes y un después, estoy convencida de que el mundo cambió y nosotros cambiamos con él, atravesando el portal y hundiéndonos en un agujero en donde cada uno elige el cambio que quiere hacer y ver en su vida".
Acerca de sus proyectos Pali dijo a Diario 13 San Juan: “Proyectarse para mí es tener un día a día siguiendo tu corazón para llegar a donde quieras. Cuando haces algo desde el amor creo que el Universo te da lo que mereces y tal vez vale más el camino hasta llegar a esa meta que la meta en sí misma porque una vez alcanzada no la disfrutamos tanto como imaginábamos. En cuanto a los sueños en lo personal, tengo ganas de seguir creciendo para ser un mejor ser humano y que en este mundo tan loco, la humanidad toda pueda poner un ´stop´ y mirarse a sí misma, mirar hacia el costado y decir ah no estoy sol@ puedo sentir empatía -palabra de moda pero que buenas son las modas cuando son para mejorar-. También me gustaría seguir viajando como los hice hasta ahora sin complicaciones… me encanta viajar".