Este lunes se dio una verdadera batalla campal en Francia. En la final del Torneo Montaigu de la categoría Sub 17, Brasil se quedó con el clásico sudamericano y el título, al vencer por 2-1 a Argentina. Sin embargo, lo destacado de todo, lamentablemente estuvo alejado de lo deportivo, puesto que en el medio del campo de juego se produjo una contienda entre los jóvenes jugadores de ambas selecciones. Todo terminó a los golpes, patadas y corridas.

El escándalo se produjo cuando Luiz Guillherme, futbolista brasileño se burló de los argentinos y reaccionó Prestianni reaccionó violentamente, yendo a golpear a su rival. Agustín Ruberto, autor del empate parcial con un golazo, también reaccionó con una patada. A partir de allí, se armó una batalla campal confusa, donde parecía un todos contra todos.

Sin embargo, los entrenadores y auxiliares buscaron separar, lo mismo que varios de los chicos, como el capitán 'albiceleste', Camilo Rey Domenech. Cabe destacar, que Pablo Aimar, entrenador de la Sub 17, no viajó con la delegación, pero si lo hizo el segundo en el cargo, Diego Placente.