Vaya si la vida de Lucas Salas ha dado muchas vueltas. Aquella promesa verdinegra que llegó a Primera y luego emigró a Grecia tras un fuerte conflicto con la comisión directiva de San Martín para luego buscar revancha en el Torneo Federal A durante la última temporada defendiendo los colores de la Olimpo de Bahía Blanca. Ahora el destino parece indicar que el hijo pródigo podría volver a defender la camiseta del club de Concepción.

Si bien el jugador no quiso referirse al tema ante la consulta de Canal 13, altas fuentes dieron a entender que es una posibilidad latente aunque antes deben resolverse algunos temas en el medio. El volante de 25 años aun mantiene contrato con Olimpo de Bahía Blanca, club al que llegó resignando dinero pero con el firme objetivo de sumar minutos y volver, a lo grande, al ruedo en el fútbol argentino.

"Si seguía en Europa, iba a desaparecer del plano futbolístico", había comentado Salas al llegar a Olimpo. El sanjuanino estuvo integrando las filas del Asteras Tripolis FC, club que milita en la primera división de Grecia. Allí disputó apenas dos partidos, uno por repechaje de la Europa League y otro por la Copa Griega. "No pude jugar muchos partidos e iba desapareciendo del radar de los equipos", había dicho.

Regresar a Argentina fue un desafío para el joven volante. No sólo en lo futbolístico sino también en lo económico, ya que Salas resignó la estabilidad económica para tener continuidad y revancha en el fútbol. "Fue un cambio en lo financiero. Pero preferí volver porque necesitaba minutos y partidos, volver a mostrarme porque sinceramente no estaba jugando mucho. Necesitaba agarrar confianza, volver a sentir esa adrenalina que te da el juego", dijo en diálogo con Tiempo de San Juan.

La relación entre Lucas Salas y San Martín había llegado a su fin en el mes de mayo de 2018. Después de acusaciones cruzadas con la dirigencia y de estar marginado del plantel de Primera durante dos años, el enganche surgido de las inferiores del Verdinegro terminó el vínculo con el club y se despidió a través de las redes sociales. 

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Salas había debutado en la máxima categoría del fútbol argentino con apenas 17 años, por Copa Argentina ante Sarmiento de Junín. Aquel partido le valió la convocatoria a la Selección Argentina Sub-20, donde compartió equipo con Kranevitter, Lisandro Magallán, Giovanni Simeone y Manuel Lanzini, entre otros.

Parecía que se había ganado un lugar. De hecho, tras algunas lesiones, el entrenador Pablo Lavallén le devolvió la seguridad y un puesto entre los titulares, nada menos que con la camiseta 10. Sin embargo, en 2018, con la llegada de Pipo Gorosito, al jugador lo bajaron a Reserva. "El presidente decidió bajarme. No sé por qué. Y me sacaron el número de camiseta y todo”, relató Salas en aquella oportunidad.