A 17 años de la quinta Libertadores de Boca
Una vez más el equipo de Bianchi fue protagonista del máximo torneo continental y logró levantar el ansiado torneo, nada más y nada menos que contra el Santos. En el Xeneize, un joven Tevez fue la figura.
Este jueves se cumplió 17 años de aquella noche gloriosa en el Morumbi para el club de la Ribera. Llegaba la quinta Libertadores para Boca de la mano de Bianchi en el banco y Tevez en el campo. Un 2 de julio de 2003, el Xeneize gritaba campeón de América, como en el 77, 78, 00 y 01 y comenzaría nuevamente la carrera por las triple coronación (Libertadores,Campeonato Local e Intercontinental. Como en el 2000, repetiría.
En un estadio imponente, que para esa velada futbolística albergó 73 mil personas en el estadio ubicado en la ciudad de San Pablo, los hinchas del Santos de Robinho y Diego (las dos jobyitas del club brasilero) esperaban da vuelta el 2-0 de la ida en la Bombonera, pero se toparían con un equipo del Virrey, solido en todas sus líneas. Al pitar el árbitro, el cuadro azul y oro festejaría su quinto título en la máxima competición continental de este lado del charco.
Abbondanzieri, Ibarra, Schiavi, Burdisso, Clemente Rodriguez; Battaglia, Cascini, Cagna, Javier Villarreal; Delgado y Tévez fueron los once seleccionados por el experimentado DT boquense para arrancar el partido.
Como era de esperarse, los primeros minutos el equipo local tomó la iniciativa y buscó rápidamente el gol que acorte la distancias en el marcador global. Lo cierto es que en el minuto 21, una magnífica doble pared entre Battaglia y Tévez seguida de una enorme definición de Carlitos puso el 1-0 para los visitantes y acalló totalmente el estadio. Tres goles de diferencia ya eran demasiado y más si enfrente estaba aquella versión del equipo argentino.
Ya en la segunda parte, a los 30 minutos Alex puso el empate parcial en el encuentro pero la ventaja en el golbal seguía siendo muy grande y Delgado con una soberbia definición ya en el minuto 39 sentenció la serie. Todavía quedaba algo más y tres minutos después, ya en tiempo de alargue, de penal el Flaco Schiavi puso el 3-1 final.
El festejo del plantel junto a los hinchas que acompañaron fue realmente impresionante, un joven Carlos Tevez lloraba emocionado mientras nuevamente Carlos Bianchi palmeaba uno a uno a sus futbolistas con un gesto tan sincero como paternal.