"Jugué en la Primera local con 15 años, antes me tocó en la cuarta con 14 y ahora mi meta es llegar a Primera en River", expresó Agustín Ramos sobre los sueños que cumplió y los que le restan concretar. Este joven de apenas 17 años a base de esfuerzo y sacrificio se ha convertido en una de las mayores promesas sanjuaninas. Su potencial es tan grande que uno de los clubes con mejores inferiores del país se fijó en el y lo sumó a sus divisiones juveniles.

El sanjuanino nació el 9 de junio de 2003 y desde que tenía 4 años de vida ya se dedicaba al fútbol. A esa corta edad, siendo respaldado por sus padres, comenzó a dar sus primeros pasos en la escuelita de Sioux. Él en ese momento no lo sabía pero iba a pasar una larga temporada en esa institución.

El pequeño Agustín siempre sobresalió de entre todos sus compañeros debido al hambre de gol insaciable que demostraba. Sus entrenadores siempre lo ponían de 9 y él nunca los defraudaba. Esa era su posición en la cancha y nadie podía moverlo de ese lugar. Nadie anotaba tanto como él.

Los años pasaban y el chico se sentía cada vez más cómodo allí. Comenzó a hacerse de amistades que mantiene hasta el día de hoy. Uno de ellos es Ivo Pohmajevic, joven futbolista sanjuanino que estuvo a préstamo en un club tan histórico como la Sampdoria de Italia. Llegó un momento que tanto Agustín como su familia sentían que el pibe estaba para más. Sioux ya le estaba quedando chico.

Al parecer Dios escuchó sus plegarias y en el 2015 se dio algo inusual: Lanús vino a hacer pruebas a San Juan. Generalmente lo que suele suceder es que los juveniles viajan a Buenos Aires para probarse, sin embargo en esta ocasión fue al revés. Emisarios de la entidad granate desembarcaron en suelo cuyano en busca de nuevos talentos.

Claramente el capitalino no iba a desaprovechar esa oportunidad y se anotó para ver si tenía suerte. El goleador dejó maravillados a los ojeadores y rápidamente lo invitaron a Buenos Aires para sumarse a la pensión del club. Esto por un lado le generó un gran alegría pero a su vez una gran dicotomía a los Ramos.

Todos tenían en claro que era una enorme oportunidad, pero Agus seguía siendo un chico de 12 años que nunca había vivido sólo. No estaban seguros de que él pudiera afrontar una situación tan adversa a esa edad. Debido a esto decidieron rechazar la proposición de mudarse a la capital del fútbol. Sin embargo Lanús estaba realmente interesado en contar con él.

A raíz de ello decidieron sumarlo pero darlo a préstamo a un club sanjuanino para que siguiera junto a su familia. De esta manera, luego de algunas negociaciones, se confirmó su llegada como cedible al Club Atlético de la Juventud Alianza. El adolescente llegaba al "Lechuzo" sin haber tenido un paso previo por un equipo con tanta historia en la provincia.

"De chiquito estuve jugando en la escuelita de Sioux, estuve ahí mucho tiempo como hasta los 12 años más o menos. Luego pasé a Lanús, ahí decidí no irme a Buenos Aires porque era un tema familiar de que era muy chico, ahí tenía 12 años y no iba a soportar esa situación. Decidimos volvernos acá a San Juan y ahí llegué a Alianza"

Lejos de sufrir el cambio y necesitar mucho tiempo de adaptación el goleador empezó a mostrar su mejor fútbol desde un primer momento. Rápidamente fue escalando posiciones a medida que pasaban los años. Empezó con los juveniles que tenían su edad pero en menos de 2 años, cuando el ya cumplió 14, ya lo había subido a la cuarta división.

Agustín no dejaba de sorprender a propios y extraños, parecía no tener techo. Lejos de estancarse luego de ser premiado con esta suba de categoría se dio algo histórico. Ramos llegaba con 15 años de edad a la Primera Local. Esto representaba que iba a dejar de medirse con jugadores de su edad para chocar con futbolista que podían llegar a doblarle la edad.

"Jugar en la Primera local con 15 fue muy lindo. Antes me tocó debutar en la cuarta con 14 años pero pasar a primera fue un cambio muy grande. Mis compañeros ya eran grandes, tenían entre 20 y 35 años pero me supieron integrar muy bien al grupo. Por ahí en lo físico me sacaban ventaja pero la pude sacar adelante y me dio mucha experiencia. No me sentí tan en desventaja en lo futbolístico sino que ellos al ser más grandes tenían más picardía y capaz un juego más sucio", recordó.

Ramos en Alianza tras la típica "novatada" 

Sin dudas que ese 2018 será inolvidable para él al igual que el año siguiente. Esto se debe a que en 2019 en Mar del Plata consiguió un logro histórico para la provincia. Se trata de la obtención de la medalla de oro en los Juegos Evita con la selección de San Juan, siendo el goleador. En dicho torneo participaban conjuntos tan importantes como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

"Fue una experiencia muy linda. Había competitividad y supimos dejar a San Juan en lo más alto, algo que nunca antes se había conseguido. El técnico era el "Pipa" Garipe. Salir campeón de ese torneo fue algo diferente porque se comentaba que habían equipos muy difíciles. Algunas provincias tenían jugadores que eran de equipos grandes del país. Nosotros llegábamos como un equipo nuevo que por ahí no nos tenían mucha fe pero lo pudimos sacar adelante", rememoró orgulloso.

Agustín con la selección sanjuanina en los Evita 2019

Esas dos temporadas fueron increíbles y marcaron a fuego su corta carrera futbolística. Sin embargo como se suele decir "no hay dos sin tres". Esta frase aplica perfecto a este caso ya que a finales del 2020 otro importantísimo equipos a nivel nacional llegaba a San Juan para fortalecer sus juveniles. En esta ocasión ya se trataba de uno de los dos equipos más grandes del país, nada más ni nada menos que River Plate.

"Mi caso fue medio raro porque vino River a hacer una prueba acá y primero vieron a mi hermano y después a mi. Pudimos viajar para allá y hacer otra prueba. Ahí hicimos varios amistosos, pasé esa instancia y tuve la chance de hacer la pretemporada con el plantel. A mi hermano le fue bien pero todavía es chico, seguramente en unos años va a volver. Ahora él tiene 15 años y sigue en Alianza", contó.

Esta vez el destino lo encontró más maduro y todo fue distinto a su experiencia con Lanús. No dudó un segundo en armar las valijas y mudarse a la pensión millonaria. Allí reorganizó su vida, terminó la secundaria y empezó a dedicarse 100% al fútbol. Tristemente no todo es color de rosa en la vida y como a todo el mundo la pandemia por el Covid 19 le arruinó un poco la experiencia.

"La pandemia me cortó todo un poco. He tenido poca competencia pero bueno, de la manera en que se pueda hay que mostrarse. Mi categoría es muy competitiva, somos unos 25 jugadores y en mi puesto somos cinco. Vamos rotando pero el que mejor esta es el que juega así que siempre estoy peleando por un lugar. Me siento cómodo de 9 pero tengo la capacidad de tirarme a los costados, son funciones que me ha incorporado River. Llegué como delantero y sigo en esa posición pero te van probando en otros lados para que no te estanques y sigas creciendo", reflexionó.

Afortunadamente parece haber una luz al final del túnel y al mejorar un poco el status sanitario pudieron retomar las prácticas. Si bien no pueden entrenar en los gimnasios si se les permite hacerlo al aire libre, por lo que de a poco retoman la normalidad. Sumado a esto ya se puso una fecha para la vuelta a la competencia.

Si todo sale bien y no se produce un rebrote de contagios de coronavirus el torneo se retomará el próximo 17 de julio. Para ello se encuentran realizando algunos amistosos con las quintas divisiones de otros clubes a modo de preparación. De esta manera cada vez falta menos para que Agustín y sus compañeros vuelvan a tener acción.

"El torneo ahora el 17 vuelve a empezar si Dios quiere, con los puntos como venían a principio de año que habíamos llegado a jugar dos fechas nada más. Esperemos que no se vuelva a cortar y que se pueda terminar con normalidad. Trataré de quedarme el mayor tiempo posible en el club para conseguir mi mayor meta actualmente que es llegar a Primera", sentenció.