River festejó doble un importante triunfo porque lo reacomoda en el Grupo D, y por cómo logró reponerse de dos golpes. El equipo de Martín Demichelis le ganó 4-2 a Sporting Cristal por la segunda fecha de la Copa Libertadores, tras empezar perdiendo y jugar casi todo el partido con uno menos.

El encuentro no empezó bien para el Millonario. A los 6’ el brasilero Ignacio marcó el primero de cabeza tras un centro que vino del cobro de un tiro libre. Pero a los 17’ el equipo de Núñez hilvanó una jugada peligrosa y vistosa que concertó el uruguayo Nicolás De la Cruz. 1-1 y primer golpe en la mesa diciendo yo juego de local.

Todavía en el primer tiempo, un tiro preciso de Ezequiel Barco de afuera del área puso a los 35’ la cosas 2-1 a favor del local. Sin embargo, llegó el segundo golpe que fue la expulsión de Enzo Díaz, quien derribó Washington Corozo para ponerle fin a una contra que tenía prácticamente al delantero venezolano frente a Armani.  Para colmo, de tiro libre (linda ejecución), el siete de Sporting Cristal marcó el 2-2.

En el complemento, el Millonario salió con todo a atacar. Intensidad para que no se note el hombre de menos, y con diez se convirtió en la máquina de la que habla Demichelis. Generó posibilidades de gol, y a los 52’ Ezequiel Barco marcó su segundo gol en su cuenta personal y el tercero para River, mientras que Pablo Solari a los 61’ marcó el cuarto para el equipo de Núñez.

Pero ‘la maquina’ de Demichelis no se conformó con eso. Pese a la ventaja de dos goles sobre el equipo peruano, siguió mandando a sus laterales al ataque y generando peligro. Por su puesto, el Monumental deliraba con cada jugada a puto pase y pase que los intensos jugadores millonarios hilvanaban. Fue 4-2 al final, con un River que supo cómo sacar un partido difícil adelante.