Este lunes Sebastian Villa, volante colombiano que juega en Boca, celebró sus 24 años en medio de la investigación que está realizando la justicia de este país, que lo tiene como acusado de golpear a su ex pareja, cuando estaban juntos. Villa que espera volver a los entrenamientos con el Xeneize lo pasó con algunos amigos y familiares, y hasta se animó a subir algunas fotos del íntimo festejo en cuarentena. En todo los festejos el gran ausente fue el club donde juega que directamente prefirió no saludarlo por las redes sociales como hace con cada jugador del plantel. Horas más tarde, más precisamente este martes, el diario Olé reveló las declaraciones que hicieron testigos de Daniela ante la justicia argentina.

A continuación el relato judicial de la hermana de la víctima, Daniela, ex pareja de Villa: 

"Realmente, Dani siempre se comunicaba conmigo siempre que sucedía cualquier tipo de agresión hacia ella. Me contaba lo que estaba pasando y me mandada fotos de los golpes que tenía en el rostro o en cualquier otra parte del cuerpo. Fueron constantes, tanto físicas como verbales y tengo fotos del 2018". Ahí, mostró una foto del labio lastimado de su hermana y señaló: "Es aquí, tiene como reventado el labio".

Ante la pregunta de la fiscal para que cuente las circunstancias de dicha conversación, explicó: "Es un chat conmigo del 12 de abril. Me contó que el sábado anterior habían estado como en la casa disfrutando en pareja y después, en medio de la conversación, empezó a poner la situación como salida de contexto, empezaron las agresiones. Me decía que Sebastián la había agredido nuevamente, que se quería venir para acá, que estaba muy aburrida". En su momento, reveló cómo comenzó la relación y la manera en la que se iniciaron los problemas: "Ellos empezaron como novios cuando él estaba en Tolima. Dani viajaba a visitarlo cada 15 días acá en Colombia y antes de irse a la Argentina comenzaron una relación de pareja. Fue una relación difícil porque Sebastián es una persona muy cambiante y a Dani se le hizo muy difícil sobrellevar la relación. Quería luchar por su pareja, su familia y el vínculo que había con él, pero había muchos golpes, mucho maltrato psicológico, cada vez más insultos y humillaciones".

Consultada por el doctor Burlando si tenía conocimiento de que le hubiera extraído dinero o joyas, dijo: "Eso nunca fue así. El dinero que Daniela manejaba era dinero que él le daba para hacer las compras, lo que ella tuviera que hacer en el momento. Aparte, ella tenía una tarjeta de crédito que él le sacó. No sé cómo se dirá allá: una tarjeta de crédito en común". Sobre si tenía el chat vinculado al embarazo de su hermana, sostuvo: "Sí, tengo el chat donde él me dice que van a ser papás".

"Presencié dos (agresiones) en Colombia. Durante este diciembre, que estaban en casa: él empezó a empujar a Daniela en la casa de mis papás y mi mamá intervino porque yo estaba recién operada. La otra fue el año pasado, no recuerdo la fecha, pero Sebastián estaba en Colombia a mitad de año, se le perdió algo y empezaron a discutir: los amigos de él eran conocedores de cada una de las agresiones que él le hizo a Daniela. Los amigos siempre están en la casa y ese día yo estaba con mi mamá y mi esposo allá. Nos tocó ver cómo la empujaba de una manera muy agresiva, tanto que los mismos amigos lo calmaban".

"Nos mandó dos videos donde a él se lo escucha hablando con gente de Medellín, que nos iban a hacer algo a nosotros si Daniela no se iba de la casa. Al primero que llamó Daniela fue a mi papá y él nos dio la noticia de que Sebastián nos estaba amenazando. Eso fue un sábado en mi casa, mi mamá se descompuso, llamamos a un médico y, en medio de todo, mi mamá llamó dos veces a Sebastián y él no contestó".

Por su parte una amiga de Daniela, contó lo siguiente: 

"Hace dos años viene contándome sucesos de maltrato y me contaba que estaba cansada de que siempre pasara lo mismo, me mandaba incluso fotografías de las golpizas. Era la única persona a la que recurría con confianza, a veces con sangre de las golpizas. Yo le aconsejaba que no siguiera permitiendo esa situación, que lo dejara. Todo empezó hace aproximadamente dos años".

"Ella se escondía en el baño para contarme que la había golpeado, me mandaba esas fotografías impactantes, con sangre, pidiéndome un consejo que yo no sabía cómo dárselo porque me sentía impotente. Simplemente le decía que lo dejara porque no iba a cambiar".

"Cuando él no estaba concentrado con el equipo, ella podía llamarme una semana para decirme que estaba bien, que eran muy felices y a los dos o tres días me llamaba para decirme que le había pegado, que estaba con su manera bipolar. No pasaban 15 días sin poder estar bien".

"En cuarentena ya la estaba pasando muy mal con él. Día por medio me llamaba hablando de su agresividad. Ellos tenían picos de euforia de mucho amor y picos malos de agresividad, celos compulsivos, enfermizos diría yo. Era un sube y baja de emociones".

"El maltrato de él no era sólo físico sino también verbal y psicológico. El la humillaba, le bajó la autoestima como mujer, le decía que era muy fea, que le faltaba cola y la echaba del departamento".

"¿Si estuvo embarazada? Sí señor, hace aproximadamente un año ella me lo contó, se hizo varias pruebas que resultaron positivas, y luego de uno de esos episodios de golpizas tuvo un sangrado: no quiso ir al médico porque sintió mucho dolor y aparte tenía el sangrado. Ella estaba muy feliz y contenta para poder conformar un hogar como tanto habían planeado. Es más, Sebastián le estaba pidiendo un hijo hace tiempo, desde que se fueron a la Argentina estaban buscando el bebé".

"Ellos contrataban a una señora que les hacía el aseo y les limpiaba. Igual, Daniela no salía mucho para evitar problemas con Sebastián y tampoco tenía muchas amistades. Daniela cocinaba, realizaba las compras, una vida muy normal", concluyó.

Por su parte Villa deberá presentarse este viernes para dar su testimonio de la causa y además también presentar la nómina de testigos que presentará. No se descarta que pueda ser requerido por la justicia el jugador de River, Juanfer Quintero, quien fue el primero en recibirlo en su casa tras el episodio de violencia.