No todo fue maltrato para Lionel Messi en el campo de juego del estadio Olímpico de Caracas. El astro albiceleste sufrió un planchazo descomunal del defensor Luis Adrián Martínez, quien se fue expulsado a instancias del VAR, que pudo haberlo lesionado de gravedad. Sobre el final, Leo sintió el calor y cariño del pueblo venezolano sintetizado en las buenas intenciones de un niño que invadió la cancha. 

Justo sobre el pitazo final del árbitro uruguayo Leodán González, el joven con la camiseta 30 del PSG saltó de la grada para atravesar la pista olímpica, evadió los controles de seguridad, saltó los carteles publicitarios y se dirigió directamente hacia la posición de Messi, siendo arengado por sus familiares, amigos y todos los fanáticos de la Vinotinto presentes. 

Messi lo recibió con los brazos abiertos y se quedó pegado a él varios segundos, mientras observaba que en los alrededores del campo de juego la seguridad se veía desbordada por intentos de acercamiento a los protagonistas del partido. En realidad, todos tenían como objetivo saludar, tomarse una selfie o al menos tocar a la nueva estrella del París Saint Germain. 

Para las cámaras de la transmisión, que tuvieron serios problemas durante el primer tiempo (motivo por el cual hubo una catarata de memes en las redes sociales), la invasión fue casi imperceptible. La noche fue redonda para el conjunto albiceleste, que volvió a ganar luego de la conquista de la Copa América y llega entonado al Superclásico sudamericano del próximo domingo ante Brasil. 

El elenco de Lionel Scaloni tuvo una actuación convincente, se impuso 3-1 frente a una golpeada Venezuela y sigue a paso firme en la Eliminatoria Sudamericana camino a la Copa del Mundo en Qatar 2022. Messi, con una cierta falta de ritmo por haber disputado recién su segundo partido en la temporada, ganó minutos y se va poniendo en forma.

Lio tendrá los próximos dos compromisos con Argentina y luego buscará insertarse de la mejor manera al PSG de Mauricio Pochettino. El capitán le pidió al entrenador que lo mantuviera en cancha los 90 minutos y consiguió su cometido. Su pensamiento era llegar lo más afinado posible desde lo futbolístico a la cita de este fin de semana en el estadio Arena Corinthians de San Pablo.