Nicolas Naranjo cumplió este lunes una excelente actuación en la segunda etapa de la Vuelta a San Juan. Al oriundo de La Bebida, nadie lo tenía en los planes en el sprint final y a pura velocidad peleó palancaso a palancaso con Fernando Gaviria que finalmente se quedó con la etapa. Pero para el pedalero de la Virgen de Fátima, ese segundo puesto es como una victoria. Es que desde 2018 que un sanjuanino no lograba un segundo lugar en una etapa, en aquella oportunidad fue su compañero Ricardo Escuela.

Naranjo el año pasado había tenido que ver la Vuelta a San Juan desde la banquina porque tuvo una quebradura de hombro que lo relegó a la competencia, sin dudas, más importante del calendario rutero Sudaméricano. Pero el Nico sabía que era cuestión de tiempo volver a la ruta. Tras una temporada muy buena para él como fue la 2018/2019, llegó esta nueva temporada. A diferencia de las dos temporadas anteriores no ganó en la primera fecha rutera, pero logró ganar por tercer año consecutivo el Giro del Sol, segunda competencia en importancia en el calendario sanjuanino. Con esa victoria Naranjo hacía historia porque era el primer ciclista en ganar tres veces esa competencia, pero además demostraba que estaba más que afilado para esta edición de la Vuelta a San Juan.

Este lunes en una carrera algo accidentada sobretodo al final, a diez kilómetros hubo una rodada en el pelotón, Naranjo evitó la caida y además inteligentemente se prendió con los de arriba. Metido en el medio del pelotón y practicamente pasando desapercibido entre los gigantes de los equipos europeos, Naranjo fue ganado lugar, para en los últimos 500 metros levantar velocidad y pelear mano a mano con Gaviria. Con este segundo puesto Naranjo, logró convertirse en el segundo sanjuanino el subir al segundo escalón de una etapa, pero más importante le demostró al mundo que esta para pelear de igual a igual.