La fiesta de los campeones del mundo se vivió a pura emoción en el Monumental. En medio de los festejos entre los hinchas y el plantel que consiguió las tres estrellas, la Selección Argentina venció a Panamá por 2-0 con goles de Thiago Almada y Lionel Messi, en un encuentra que La Scaloneta recién pudo destrabar en el segundo tiempo.

Los goles llegaron a los 78’ en los pies del ex Vélez y a los 89’, tras un tiro libre exquisito del diez argentino que llegó a 800 goles en su carrera, y que ya había probado otras cinco, con dos palos, dos desviados y uno atajado por el acuerdo panameño, que pese a los dos tantos fue una de las figuras del encuentro, ya que contuvo varias y dio seguridad en otras aproximaciones que tuvo el equipo dirigido por Lionel Scaloni, claros dominadores en los 90’.

Antes del partido hubo mucho festejo. Las puertas del estadio de River se abrieron apenas pasadas las 15:30, y rápidamente el público colmó las plateas y populares. Tocaron DJ Fer Palacio, Los Totora, La T y la M, Fernando Romero (el hincha de Racing que creó la letra de Muchachos) junto a Tula (el hincha récord argentino), Ariel Ardit (cantó el himno), Wos y La Konga.

Todos estos shows fueron más que bien recibidos por los hinchas argentinos que fueron al Monumental a vivir una noche que difícilmente se olvidarán. 

Terminado el partido, la emoción fue absoluta porque llegó el momento del principal homenaje. Cada campeón del mundo, incluido el cuerpo técnico tuvo una réplica de la Copa del Mundo en un atril, al lado o atrás estuvieron sus familiares, y llegó el momento en que Leo Messi tomó el micrófono. Emocionado se acordó de sus compañeros de selección que no pudieron lograr ser campeones, y dejó una sentencia ‘Quedó claro que es muy difícil salir campeones del mundo, por lo que tenemos que disfrutar la tercera estrella’.

Luego le tocó el turno a Lionel Scaloni de tomar el micrófono y expresarse. Con los ojos vidriosos y la voz quebrada en varios momentos, destacó a sus dirigidos. ‘Sin el fútbol de ellos nada hubiese ocurrido, agradecidos eternamente a ellos, y a ustedes’, mientras miraba a la gente.

Fotos con las copas y los familiares. Y la vuelta olímpica infaltable de los jugadores que no paraban de sonreír y llorar por tan eterno momento vivido en el Monumental.