Este viernes, se conocieron las medidas que regirán luego de que termine el confinamiento estricto el lunes 31 de mayo. Dentro da las actividades económicas que regresan están la habilitación para trabajar para gimnasios y piletas. Eduardo Cerimedo, uno de los voceros de la Cámara de Gimnasios contó en Compacto 13 los detalles de la vuelta luego del parate obligado por los contagios de la segunda ola.

Como lo anticipó Diario 13, en la reunión en horario de mañana, que la Secretaria de Deportes mantuvo con los representantes de estas actividades económicas deportivas, se confirmó la vuelta de estas desde el lunes 31 de mayo. Faltaban que se conocieran los detalles del funcionamiento de estos lugares privados. Cerimedo señaló que fueron habilitados a trabajar de 9 a 20 horas ‘Nos afectó, pero lo importante es poder trabajar’, expresó el propietario de un gimnasio.

Cabe recordar, que el año pasado estos privados fueron habilitados para trabajar con un 40% de su clientela. Con la nueva habilitación, será solo el 30%, lo que será una clara pérdida de ingresos para estos comercios.

En cuanto al protocolo de funcionamiento, en las piletas privadas se continuará con el distanciamiento de 6.25 metros cuadrados, cada persona en su box. Además, estos lugares están obligados a ofrecer y presentar alfombras satirizantes, aerosol satinizante, control de temperatura, declaración jurada, personal con barbijo, distanciamiento de turnos y clases.

Cerimedo destacó por qué los golpea las restricciones en la habilitación de sus locales. En primer lugar, por la pérdida de clientes por el horario, considerando que muchos de los empleados de comercio no podrán asistir a las piletas ni a los gimnasios. Esto sumado a que los picos de alumnos los tienen en la siesta o a las 23 horas.

Nos dijeron que la idea es mantener las actividades abiertas siempre y cuando la situación sanitaria lo permita. Hace un año estuvimos 110 cerrados, los alquileres se actualizaron tres veces más, ya no podemos más con esto’, manifestó.

También, el propietario de un gimnasio expuso su situación personal a modo de ejemplo de lo que le viene pasando a muchos colegas. Antes tenía una sala con 30 bicis, ahora tengo 12, sumados a poca plata, mucho miedo, pocos clientes’, se quejó Cerimedo. 

Por último, el propietario de gimnasio aseguró que, para no perder clientes, vienen manteniendo pisos muy bajos de cuotas. Por mes, los gimnasios céntricos deberían cobrar 3 mil por cliente y, sin embargo, solo cobran 2 mil, teniendo contemplación en la gente que no tiene dinero y que a la hora de prioridades, el gimnasio no es una de ellas, por lo que le es más fácil ante un aumento dejar de ir.