Jorgelina, el orgullo angaquero que se colgó la dorada y la plateada en México
Tras consagrarse en tierras aztecas, la joven karateca de 18 años visitó Modo Siesta, donde aprovechó para agradecer a toda la comunidad que la ayudó a viajar y cumplir este sueño.
Risueña. Todavía con una gran sonrisa que evidencia su enorme alegría. Así llegó a los estudios de Canal 13, Jorgelina Pérez Navaro. La joven karateca de 18 años, oriunda de Angaco, pasó por Modo Siesta, donde contó cómo fueron esos instantes tras haber conseguido la medalla dorada, cómo y cuánto le costó viajar para participar, además de aprovechar para agradecer a toda la comunidad que aportó para que ella cumpliera este sueño. Ahora con esta inmejorable envión, aseguró que se prepara para competir el año que viene en el próximo mundial.
La angaquera se volvió un orgullo para su comunidad. Claramente eso se vio reflejado el pasado jueves en la tarde cuando llegó a la Terminal de Ómnibus y fue recibida con pancartas, papel picado y cantitos. La atleta compitió en el 12º Mundial de Karate que se disputó en Monterrey, México del 11 al 14 de Julio.
Los dos grandes logros en su naciente carrera no han obnubilado a Jorgelina. Ella, es más consiente que nadie de que debe seguir entrenándose duramente para mantenerse competitiva. Jorgelina contó que a las 19:30 tenía entrenamiento y que no faltaría. Su próximo objetivo es preparase para el próximo mundial, que se disputará el año que viene.
La karateca sanjuanina compitió en dos categorías Katá y Kumite. En la primera obtuvo la medalla de plata, mientras que en la segunda ganó la dorada al vencer en la final a su par escocesa. A propósito de ese definitivo combate, Jorgelina contó que se sentía bastante intimidada porque su contrincante tenía mucha hinchada, la cual quedó de su lado durante la contienda. Afortunadamente, esto no afectó su performance, pudiendo desplegar todo su karate para coronarse en sueño mexicano.
La angaquera viajó acompañada por su padre. Sobre dicho viaje inolvidable contó que la pasaron muy bien y que ese apoyo constante fue más que importante a la hora de la lucha. La anécdota que siempre podrá contar es que se dio cuenta de lo que había logrado cuando su padre festejaba emocionado a un costado, entre el público, lleno de orgullo. ‘En ese momento no me la creía, pero al ver festejar a mi papá me hizo decir que ya estaba’, rememoró.
'Mucho aporte de mi familia y mucho de la gente de Angaco', puntualizó la joven karateca. Luego contó que para que su viaje sea una realidad realizaron con la comunidad una serie de sorteos y bingos. 'Hemos vendido de todo ja. La inscripción era en dólares y eso nos costó', señaló.
La Municipalidad de Angaco le ayudó aportándole el karategui (el traje que utilizan los y las karatecas para entrenar y competir), la Federación Argentina de Karate le pagó una de las inscripciones. Por su parte, la Secretaría de Deporte se sumó a la ayuda con fondos para la estadía. Los pasajes fueron comprados por sus familiares. 'Todos pusieron su granito de arena. Fue mucho trabajo de la escuela y de mis papás. Mucha gente confió en mí', expresó.