La boxeadora argelina venció a la húngara por decisión unánime del jurado en los Juegos Olímpicos de París y se desahogó en medio de un conmovedor llanto con sus entrenadores en el rincón. 

Luego de la clasificación habló con la prensa de lo que le tocó vivir cuando una de sus rivales abandonó una pelea por considerarse en desigualdad de condiciones. 

“Es una cuestión de dignidad y de honor para cada mujer. Todo el pueblo árabe me conoce desde hace años. Durante años he boxeado en competiciones internacionales, ellos (la federación internacional) fueron deshonestos conmigo. Pero tengo a Dios”, dijo a una cadena de deportes internacional Imane Khelif.

Su rival en este caso se fundió en un abrazo y la felicitó por el combate. Ahora el 6 de agosto enfrentará a una nueva contrincante buscando una de las 3 medallas de la disciplina boxeo femenino.