La historia de Mateo Mendoza: de la Villa Obrera a la Copa Sudamericana
'Mate' es una de las grandes promesas que tiene San Juan en la Primera División. Con apenas 20 años, ya es el central titular de uno de los equipos más importantes del interior. En esta nota, vas a poder conocer sus vivencias, relatadas por él mismo.
En este 2025, San Juan tendrá un número inédito de representantes en la Primera División del fútbol argentino. Habrá más de 10 futbolistas nacidos en esta provincia, los cuales tratarán de cumplir diferentes metas. Quizás uno de los proyectos más ilusionantes es el de Mateo Mendoza, el central de apenas 20 años de edad que ahora, con Godoy Cruz, tendrá la chance de sumar minutos en la Copa Sudamericana.
‘Mate’, como le dicen sus más cercanos, nació en la Villa Obrera de Chimbas. Desde muy chiquito demostró su amor por la redonda, por lo que su familia decidió anotarlo en la escuelita de fútbol llamada Vi-Lo. Al notar que no era simplemente un gusto o un pasatiempo, sino que realmente tenía talento con la pelota entre los pies, pasó a Marquesado.
En el ‘Tricolor', los entrenadores que lo dirigieron lo definieron como volante central. Él comenzó a sentirse cómodo desempeñándose como un 5 tradicional, lo que le permitió llegar a la cuarta, para luego incluso disputar algunos encuentros en la primera de dicho club. Así fue como llegó a sentirse listo para, en el 2020, sumarse a una prueba en un club más grande.
‘Con un grupo de chicos, primero fuimos a Buenos Aires, donde estuvimos en Huracán de Parque Patricios. Cuando llegamos a San Juan, a los días fuimos a Mendoza con un primo y unos amigos que también jugábamos en Vi-Lo, y estuvimos unos años en Marquesado, y ahí quedamos en Godoy Cruz’, contó.
Todo parecía ser color de rosa para Mateo. Había conseguido quedar en uno de los clubes más importantes del interior. Una institución que desde hace mucho tiempo está muy bien asentada en Primera División. Sumado a esto, se trataba de una escuadra que ya había tenido futbolistas sanjuaninos como Lucas Ceballos o, más cercano en el tiempo, Alan Cantero.
Sin embargo, algo totalmente extrafutbolístico frenó toda esta alegría. En el 2020, se desató la indeseable y sorpresiva pandemia por el COVID-19. Esto ocasionó que él pudiera entrenar en el ‘Tomba’ solo por un mes y medio. De esta forma, él tuvo que volver a San Juan y esperar que todo volviera a la normalidad.
‘Cuando volví, me dijeron que necesitaban un central más, que si me animaba a probar, y yo, con todas las ganas, dije que sí, pero después, a medida que iban pasando los entrenamientos, me daba cuenta de que no me gustaba; me gustaba jugar de cinco. Uno después se va acostumbrando y lo vas sintiendo. Empecé a ver que iba subiendo de división, que me estaban teniendo más en cuenta’, relató.
Si bien este cambio fue realmente difícil para él y le tomó un tiempo asimilarlo, solo le trajo cosas positivas a su carrera. Quizás salir de esa supuesta ‘zona de confort’ que era para él jugar de 5 únicamente lo hizo descubrir y mejorar cualidades defensivas que no había considerado hasta el momento. Directamente, el desarrollarse de gran manera como un defensa central le permitió conseguir su más ansiado sueño.
‘A mí me tocó debutar en la cancha de Barracas, en un partido que íbamos ganando. Me puso Diego (Flores) y habré jugado 10 o 15 minutos, pero estaba muy tranquilo. Después, cuando llegamos al estadio, ahí sí, empezaba a ver cómo por ahí en reserva grababan los partidos, entonces uno veía una o dos cámaras, pero pasas de eso a llegar a un estadio con policía y 10.000 cámaras. Ahí sí te agarra un poco de cagazo’, reconoció.
Si bien ese 2023, en el que le tocó debutar en la máxima categoría, no fue un año en el que sumó muchos minutos, eso cambió en el 2024. En la pasada temporada, directamente se ganó el lugar de titular, llegando a conseguir incluso un doblete en un partido contra Banfield ante su gente en el Malvinas Argentinas. Estos logros personales y el buen rendimiento colectivo, que le permitió a Godoy Cruz meterse en una competición de CONMEBOL, hacen que a Mateo Mendoza le espere un gran 2025 por delante.
‘Este 2025 vamos a tener un año bastante largo. Nos toca jugar dos clásicos con San Martín y con Independiente Rivadavia, después tenemos Copa Argentina y, bueno, la Copa Sudamericana, que, si me toca jugar, también sería un sueño cumplido. Jugar una copa internacional también era uno de mis sueños. Estoy tranquilo, esperando otra vez mi momento para volver a jugar’, sentenció.
Conocé la historia completa contada por el propio Mateo: