Lucas Ceballos: el ejemplo perfecto del 'sentido de pertenencia'
El lateral llegó a Desamparados cuando apenas era un niño. Se formó como futbolista y dio el salto a la máxima categoría. 10 años después decidió volver para ayudar al club de sus amores a conseguir el ascenso.
En el fútbol moderno muchas veces se habla del famoso "sentido de pertenencia". Esto aplica cuando un jugador está tan agradecido con un club que desestima otras ofertas para regresar y ayudar a la institución. Un ejemplo perfecto de esto es el lateral sanjuanino Lucas Ceballos que en el 2020 dejó en claro el amor que siente por Desamparados.
Lucas se inició en el fútbol cuando apenas tenía 8 años de edad. Sus papas querían que tanto él como sus hermanos practicaran algún deporte desde pequeños. Al ver que siempre estaban jugando al fútbol decidieron anotarlos en un club. Por casualidades del destino vivían cerca del Club Sportivo Desamparados y decidieron anotarlos ahí.
De esta manera el sanjuanino comenzó a asistir regularmente a la escuelita de fútbol de la institución. Comenzó a conocer la institución desde adentro y a forjar una gran amistad con algunos de sus compañeros. Con el paso del tiempo su familia tuvo que mudarse y dicha institución ya no estaba tan cerca como antes.
Sin embargo al ver que ya había logrado acomodarse en la escuelita sus papás le permitieron seguir practicando el deporte en ese lugar. Los años pasaban y Lucas todavía no conseguía encontrar su lugar ideal dentro de la cancha. Empezó como volante central, después lo tiraron a la banda derecha hasta que un técnico lo probó en la defensa.
"Arranqué jugando de volante central. Después, de volante por derecha pasé a jugar de líbero o defensor. De ahí más o menos a los 15 años, a la edad de sexta división, pasé a jugar de lateral derecho y ese fue el puesto en el que terminé jugando prácticamente toda mi carrera", expresó.
Una vez que se asentó como 4 el adolescente empezó a escalar cada vez más divisiones hasta que fue convocado para el primer equipo. El esfuerzo de todo ese tiempo había dado sus frutos y tenía la posibilidad de debutar en el club de sus amores. Ese momento inolvidable se dio en el año 2007.
Una vez que llegó a integrar el plantel profesional nunca más bajó de categoría. Es así como llegó a disputar tres torneos seguidos defendiendo los colores del "Víbora". Lucas llevaba más de15 años dentro del club. Sportivo se había transformado en su segunda casa. Había convertido tanto a sus padres como al resto de su familia en hinchas del club. Su carrera futbolística parecía no poder mejorar, hasta que una oportunidad de esas que se dan una sola vez llegó a su vida.
Godoy Cruz, un equipo de la Primera División del fútbol argentino quería incorporarlo. En ese momento el conjunto "puyutano" disputaba el Argentino A. Esto quiere decir que Ceballos tenía la chance de subir dos categorías de una sola vez, algo que sucede en contadas ocasiones.
"La posibilidad de ir a Godoy Cruz surgió a mediados del 2010. Yo llevaba 3 años y medio en el Argentino A. Fue un paso muy grande en mi carrera porque subir dos categorías de una no se da todos los días. Fue toda una sorpresa que terminé aprovechando mucho. Ese cambio me costó bastante", rememoró.
A sus 23 años el sanjuanino hizo sus maletas y partió hacia Mendoza para sumarse al "Tomba". Si bien todo era felicidad en ese momento, el salto de la tercera a la máxima categoría no paso desapercibido. Al lateral le costaba horrores adaptarse por lo que los técnicos decidieron que entrenara con la reserva durante un tiempo. Así fue como por varios meses estuvo practicando con estos jóvenes.
Esta decisión fue clave en su carrera. Luego de más de cinco meses en reserva Lucas ya había conseguido el ritmo físico y futbolístico que tanto necesitaba para volver a subir. Gracias a ello pudo terminar ese primer semestre formando parte del día a día de la Primera División. Poco a poco fue mostrando más seguridad hasta que el DT le dio la oportunidad de debutar.
"El debut fue muy sorpresivo. Me enteré en la charla técnica que iba a jugar, así que no tuve mucho tiempo de prepararme o de vivirlo antes porque fue ahí, una hora y media antes de arrancar el partido. Nos tocó jugar contra Racing de local en Mendoza. El partido terminó empatado 1 a 1 y la verdad que fue increíble", recordó con felicidad.
Pasó ese año y llegó el 2011. Esa temporada el conjunto "tombino" tuvo un excelente rendimiento bajo las órdenes de Omar "El Turco" Asad, consiguiendo el quinto puesto. De esta manera Godoy Cruz clasificaba por primera vez en su historia a la Copa Libertadores, la competición más importante del continente.
Si bien formó parte del plantel el sanjuanino no tuvo la posibilidad de jugar ninguno de los seis partidos de fase de grupos. Lamentablemente por esas cosas que tiene el fútbol se quedó con las ganas y no pudo jugar la copa. Sin embargo los mendocinos volvieron a mostrar un muy buen fútbol en el Torneo Apertura 2011. Gracias a ello nuevamente consiguieron uno de los cupos para la Libertadores 2012.
En esta ocasión el lateral ya se encontraba más afianzado en el equipo y pudo debutar en esta importante competencia internacional. Ese partido inolvidable fue contra un equipo tan histórico como Peñarol de Uruguay. Al "Tomba" le tocó empezar de local contra el conjunto charrúa. El encuentro no iba a ser sencillo y eso lo tenían claro.
Godoy Cruz afrontaba su segunda participación y el "Manya" ya se había consagrado cinco veces en la competición. Dejando todo eso de lado los mendocinos salieron a disputar el partido frente a toda su hinchada. Contra todo pronóstico y gracias a un gol de Diego Villar, ganaron ese partido por 1 a 0. Lamentablemente no pudieron mantener ese rendimiento y no pasaron de fase de grupos.
No cabe dudas que fue una frustración no haber podido avanzar a la siguiente fase, pero Ceballos seguía concentrado en mantener su buen fútbol. Se sentía cada vez más cómodo en Mendoza y los hinchas lo hacían sentir como en casa. Es así que estuvo hasta el año 2016 en el equipo. Luego de esos seis años de experiencias inolvidables, el 4 decía adiós. Su contrato se terminó y no llegó a un acuerdo para renovar.
Al enterarse de esto los directivos de Sportivo Desamparados no dudaron en llamarlo y tentarlo para que vuelva. No obstante él todavía sentía que no era el momento y que le quedaba mucho por mostrar en la Primera División. Desde el momento en que se fue de su segunda casa tenía en claro que iba a volver, pero sabía que esta no era la ocasión.
El tiempo le dio la razón ya que Colón de Santa Fe se mostró interesado en contar con sus servicios. Las negociaciones llegaron a buen puerto y el futbolista pasó al Sabalero. "Mi mejor momento creo que fue el 2016 o 2017. Entre el último año en Godoy Cruz y cuando pasé a Colón. Creo que ese fue el pico máximo de mi rendimiento. Durante todo ese tiempo jugué torneos internacionales como la Copa Libertadores. Por ahí tomo como referencia ese momento de mi carrera", reveló.
Durante la temporada 2016/2017 Lucas demostró seguir vigente teniendo grandes rendimientos. Sin embargo al año siguiente se dio un giro de 180 grados, su realidad en el conjunto santafesino cambió rotundamente. Pasó de jugar 27 partidos a sólo tener minutos en 5 fechas de la Superliga. Frente a este escenario buscó salir del "Cementerio de los elefantes" en busca de más continuidad.
En ese momento apareció Patronato y le ofreció sumarse a sus filas. El futbolista aceptó y puso lo mejor de su parte para volver a encontrarse con su gran nivel en el "Patrón". Esto no sucedió y sólo jugó 8 jornadas de la nueva edición de la Superliga. No contento con esta situación se desvinculó del club entrerriano.
Un nuevo mercado de pases llegaba, en el que tocaba decirle adiós a la Primera División. Luego de disputar más de 150 partidos en casi 9 años, Ceballos se despedía de la máxima categoría del fútbol argentino. En ese periodo de fichajes la oferta más interesante que tocó su puerta fue la del Club Atlético Mitre de la Primera Nacional.
El sanjuanino afrontaba un nuevo y duro proyecto. Si bien logró tener muchos minutos, totalizando 18 encuentros, el equipo tuvo una mala temporada. El conjunto aurinegro terminó penúltimo en su zona. Nuevamente Lucas no conseguía sentirse cómodo y elegía alejarse del club en 2020. Se abrió otra ventana para que los equipos pudieran fichar.
Varias propuestas interesantes se le presentaron pero ninguna terminaba de convencerlo. Esto cambió cuando nuevamente los dirigentes de Desamparados se contactaron con él. El escenario había cambiado completamente. Ya no estaba en primera, tenía 33 años y tenía en claro que cada vez le quedaba menos hilo en el carretel.
El tiempo pasaba pero él todavía sentía que podía darle algo más al fútbol y que mejor lugar para hacerlo que su propio hogar. Una vez más armó sus valijas y emprendió viaje a San Juan para volver al club que lo vio nacer. Lucas Ceballos volvía a su casa, al lugar donde vivió tantas alegrías y conoció tanta gente linda.
"Desde el día que me fui en el 2010 siempre estuvo latente la posibilidad de regresar. Con el paso del tiempo y después de 10 años de haber jugado afuera, decidimos juntos con mi señora que era el momento para volver. Siempre quise volver bien desde lo físico y lo mental para encarar el desafío y poder pelear para cumplir el sueño que siempre tuve de ascender con el club.", contó.
En los pasillos del Serpentario ya empezaba a comentarse: "Che, vuelve Ceballos", "Vuelve Luquitas Ceballos". Los hinchas no lo podían creer y no ocultaron su felicidad al recibir a uno de los futbolistas más importantes que se criaron en esa institución.
"El recibimiento me sorprendió porque la verdad que no esperaba por ahí que la gente me reciba la de la manera en que lo hizo. Me muestran mucho afecto siempre que me encuentro algún hincha y la verdad que eso me pone muy contento. Yo lo tomo como una linda responsabilidad para devolver todo ese afecto que me muestran al entrar a la cancha", destacó.
No cabe dudas que el sanjuanino podría haber optado por vestir otros colores. Aceptar una oferta que quizá fuera más atractiva desde lo económico. Sin embargo eligió retornar para ayudar a su equipo a tratar de concretar el tan ansiado ascenso que se le ha hecho tan esquivo últimamente. Un ejemplo perfecto de lo que realmente es el sentido de pertenencia.
"Para mí Sportivo es todo en mi vida. Es mi casa, es donde me crie y dónde tuve la posibilidad de hacer mis amigos de toda la vida. Pude volver al club donde aprendí y mejoré cosas no sólo como jugador sino como persona. Es un sueño cumplido. Ya con 34 uno va mirando que quedan pocos años y empiezo a pensar en retirarme con esta camiseta. Pero bueno, hoy la cabeza está puesta en un objetivo claro que es ganar este torneo. así que haremos todo lo posible y en diciembre veremos cómo sigue todo. Ese es el mayor sueño que todavía me queda pendiente, ascender con el club", sentenció