El Mundialito de Trinidad esconde cientos de historias de pequeños que quizás se conviertan en las futuras estrellas del fútbol sanjuanino. Una de las realidades que merecen ser contadas es la de Milagros, una niña que nació con una extraña condición en una de sus piernas. Esto nunca la frenó en su sueño de dedicarse profesionalmente este deporte, sorprendiendo a todos no sólo por su rendimiento sino por integrar un grupo de varones.

Paola Herrera, la mamá de Mili, contó a Diario 13 que su pequeña nació de forma prematura cuando apenas tenía 6 meses el 4 de abril de 2013. En ese momento pesaba poco más de 1 kilo y se le detectó una malformación en una de sus piernas. Ella no tenía la rótula lo que no le permitía flexionar ese miembro inferior. Sumado a esto tenía displasia de cadera y 'Pie bot' también conocido como 'Pie equinovaro' (pie torcido o fuera de su posición).

Por esta situación ella fue revisada por varios profesionales sanjuaninos, los cuáles le recomendaron a sus padres que la llevaran al hospital Garrahan. La familia pudo concretar esta primera consulta apenas 2 meses después del nacimiento y a partir de allí fueron a dicho centro asistencial en múltiples ocasiones. Directamente fue operada tres veces dentro de ese establecimiento médico, siendo intervenida una cuarta vez ya en San Juan.

Lejos de lo que mucha gente pensaría, Milagros nunca vio esto como una limitación. Ella desde muy chica se hizo fanática del fútbol y siempre tuvo en claro que su deseo era vivir de esta disciplina. Esto generó un poco de preocupación en sus padres, hasta que un médico en Buenos Aires les pidió que no la limitaran ya que ella sabía hasta donde podía exigirse.

De esta manera la niña del Loteo San Ignacio fue pasando por varios clubes locales. Se formó en Estudiantil, luego en Rufrano y ahora forma parte del Sindicato Empleados de Comercio. Justo con este club es con el que estuvo disputando el ya tradicional Mundialito de Trinidad dejando a todos con la boca abierta, no sólo por su capacidad, sino por jugar en un equipo repleto de varones.

'A los 4 años empezó a jugar con equipos de fútbol, siempre masculinos. Ella se siente muy tranquila. Al principio no fue fácil pero ella tiene muchas ganas de jugar y uno ve como ama ese deporte. Eso la hace muy valiente. Ella tiene sus limitaciones por supuesto, pero su garra para superarse es lo que la hacen tan especial. Ella nunca se bajonea', relató su madre.

A pesar de sus 10 años de vida, Milagros Ailén Ávalos tiene en claro que quiere dedicar su vida al fútbol. A pesar de que los profesionales de la salud no le han garantizado esa posibilidad, ella sabe que cuenta con el apoyo de sus padres y de sus 6 hermanos para ayudarla en todo lo posible para concretar ese sueño. 'Ojalá que la vida le siga dando la fortaleza que tiene para seguir sin ponerse en este deporte', sentenció Paola.