Un jugador de Peñarol recibió un piedrazo de un hincha de Rosario Central y terminó hospitalizado
El conjunto uruguayo cayó ante el Canalla en el debut de la Copa Libertadores y sufrió mucha violencia por parte de los hinchas locales.
En el inicio de la fase de grupos de la Copa Libertadores de América 2024, Rosario Central logró una victoria crucial al vencer por 1-0 a Peñarol de Uruguay en el estadio Gigante de Arroyito. El defensor Carlos Quintana marcó el único gol del partido en el minuto de tiempo agregado del primer tiempo, dando un arranque prometedor al equipo argentino en el certamen.
Sin embargo, el triunfo deportivo se vio empañado por un episodio de violencia al finalizar el encuentro. Cuando los jugadores de Peñarol se acercaron a saludar a los hinchas que los acompañaron en el estadio, fueron recibidos con proyectiles lanzados por los fanáticos de Rosario Central. Trágicamente, uno de estos objetos impactó en el rostro de Maximiliano Olivera, jugador del equipo uruguayo, provocándole una herida grave debajo del ojo y en la zona del pómulo.
La gravedad de la lesión llevó a que Olivera se desmayara en el vestuario y fuera trasladado de urgencia a un hospital para recibir atención médica. Afortunadamente, se encuentra fuera de peligro, pero el incidente ha generado consternación y preocupación en el mundo del fútbol.
El club de Peñarol anunció que evalúa presentar una queja formal ante la Conmebol por el incidente, que puso en riesgo la integridad física de uno de sus jugadores. Este lamentable suceso se sumó a otros incidentes de violencia que empañaron la jornada, incluyendo enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos antes y durante el partido.
Desde antes del inicio del encuentro, se reportaron disturbios en las gradas, con lanzamiento de objetos y una valla arrojada desde una tribuna hacia otra. El operativo de seguridad desplegado fue similar al de un clásico, con una gran presencia policial en los alrededores del estadio y problemas en el transporte de los fanáticos visitantes.
El intercambio agresivo de proyectiles entre los seguidores de ambos equipos reflejó una triste realidad de la violencia en el fútbol, que afecta no solo el desarrollo de los partidos, sino también la seguridad y la integridad de los aficionados y los jugadores.