Postergan aumento de tarifas de energía y transporte para contener la inflación
El ministro económico Luis Caputo, aseguró que en un mes los productos importados llegan a las góndolas y suspenden pagos de impuestos para facilitar su ingreso.
El Gobierno que conduce Javier Milei desacelerará una serie de medidas y pondrá énfasis en otra, persiguiendo el objetivo bajar de la inflación, tras un inicio de marzo en el que los precios de los alimentos siguen en alza.
Entre las medidas más significativas se encuentran la postergación del aumento de tarifas de energía y transporte en el AMBA, pese a que en otras provincias ya sucedió. La suspensión del pago de un impuesto para facilitar el ingreso de productos importados y una reducción en la tasa de interés del programa Cuota Simple que permite realizar compras con tarjetas de crédito para fortalecer el consumo.
Milei admitió que los ajustes de tarifas en la región metropolitana están postergados y adjudicó esta decisión a ‘cumplir con un criterio de gradualismo’ que había aplicado la Corte de Suprema de Justicia de la Nación cuando Mauricio Macri intentó avanzar con una medida similar.
Tanto el organismo como distintos analistas entienden que esa es una de las pocas herramientas que tiene Javier Milei para producir una reducción efectiva del gasto público, ya que los saldos positivos de enero y febrero están más asentados sobre una licuación de jubilaciones y prestaciones sociales que sobre un real ajuste de las erogaciones del Estado.
En la lucha de los precios en las góndolas el ministro de Economía, Luis Caputo, calculó que en un mes se verá la competencia entre los productos nacionales y lo importados. Para incentivar este proceso, la AFIP suspendió por 120 días corridos la percepción del Impuesto a las Ganancias y del IVA para mercaderías importadas de la canasta básica y medicamentos.
Esta decisión hace más baratas las compras en el exterior y por ende su colocación en el mercado doméstico a un precio competitivo. Bajar los precios significa por el otro lado mejorar el poder adquisitivo de la población en momentos en que el consumo se desplomó más de un 25%.
Fuente: Los Andes