Acuerdo con el FMI: confirmaron la fecha del viaje a EE.UU para cerrar tratativas
Un equipo económico arribará en Washington a fin de darle resolución al encuentro demorado, ¿Qué pide el FMI y cuál es la posición Argentina?
Una delegación del Ministerio de Economía de Argentina viajará a Estados Unidos este martes para continuar las negociaciones con el FMI con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la deuda del país.
Los funcionarios que se dirigirán a Washington son Gabriel Rubinstein, secretario de Política Económica del Ministerio de Economía; Leonardo Macur, jefe de asesores del Ministerio de Economía; Lisandro Cleri, vicepresidente del Banco Central; y Pablo Manuel Carreras Mayer, director de la entidad monetaria.
Por primera vez desde que asumió su cargo el 1 de mayo, Rodrigo Valdés, director para el Hemisferio Occidental del FMI, negociará directamente con los representantes del gobierno argentino.
El FMI sigue insistiendo en la necesidad de implementar medidas de austeridad, mientras que el ministro Sergio Massa no está dispuesto a poner en riesgo la actividad económica, según fuentes cercanas.
Uno de los puntos clave de las demandas argentinas es obtener fondos adicionales. Se estima que una vez que se cierre el acuerdo, el FMI podría enviar alrededor de 2.000 millones de dólares, además de los reembolsos acordados.
Como se había anticipado, uno de los puntos en discusión es la frecuencia de la supervisión del organismo, proponiendo que sea anual y que no se juzgue al país por no cumplir con las metas en el primer semestre, sino en un cálculo anualizado.
La política fiscal es otro tema controvertido. Los técnicos del FMI no aceptan la solicitud del equipo económico de aumentar el déficit fiscal alrededor del 2,5% del PIB para este año. En cambio, habían planteado la necesidad de reducirlo al 1,6% del desequilibrio primario.
La solución a la que podrían llegar sería mantener la meta del 1,9% establecida en el acuerdo, a pesar de que la sequía también ha afectado los ingresos fiscales. Esta meta del 1,9%, que ya es exigente, implica una fuerte restricción del gasto público que resulta difícil de cumplir en medio de un proceso electoral, una suposición compartida por el FMI.
Fuente: Ámbito