El Gobierno  tomó la decisión de levantar la suspensión de dos impuestos que impactarán directamente en los precios de los combustibles, generando un nuevo aumento que se espera a partir del 1 de marzo y podría oscilar entre el 4% y el 7%.

Durante dos años, los impuestos sobre la nafta y el gasoil estuvieron congelados como medida del Gobierno anterior para contener la inflación y preservar el poder adquisitivo. Sin embargo, la actual administración ha optado por descongelar estos impuestos y aplicar incrementos sucesivos, también previstos para abril y mayo.

El descongelamiento tiene como objetivo regularizar la carga impositiva y recuperar el tiempo impositivo perdido durante la suspensión. Se anticipa que los aumentos podrían comenzar en torno al 4%, pero podrían ser más pronunciados debido a la acumulación de la inflación, que ha superado el 50% durante el periodo de congelamiento.

El impacto de esta actualización se verá reflejado en los precios de las estaciones de servicio, con estimaciones que sugieren incrementos de hasta un 7%, especialmente en regiones del interior del país. Carlos Pinto, referente de la Cámara de Expendedores de Neuquén y Río Negro, señaló que el Gobierno está renovando gradualmente estos impuestos y que las petroleras han ajustado sus precios de manera drástica en un corto período para equilibrar costos.

Además, Pinto advirtió que aún hay atrasos en los pagos de impuestos a nivel nacional, como el dióxido de carbono y el impuesto a la transferencia de combustibles. En relación con la situación económica, mencionó una caída del 30% en la venta de combustibles a nivel nacional.