Desde noviembre saldrá más caro refinanciar los saldos impagos de las tarjetas de crédito
El Banco Central fue quien anunció la medida, después de que la inflación llegara a los dos dígitos en agosto y septiembre pasado. De acuerdo a lo informado, esta premisa no afectará a las compras realizadas en cuotas con una tasa ya fijada.
El Banco Central (BCRA) dio a conocer este lunes 30, la tasa de interés que se aplicará para la refinanciación de los saldos impagos en las tarjetas de crédito a partir de noviembre. La decisión fue publicada en el Boletín Oficial, donde se dio a conocer la Comunicación “A” 7862/2023 de la autoridad monetaria.
Esta resolución no afecta a las compras realizadas en cuotas con una tasa ya fijada, sino a los saldos totales que no se hayan cancelado al momento del cierre. Es decir, cuando se realiza el pago mínimo o un pago parciales.
Desde el inicio del penúltimo mes del año, la tasa que se aplicará en los saldos impagos subirá del 107% al 122% nominal anual (TNA). El costo financiero total será superior al 300%. Este porcentaje aplica a importes menores a 200.000 pesos o equivalentes a U$S200.
A pesar de actualizar la tasa a causa de la inflación del 12,4% en agosto y el 12,7% en septiembre, el BCRA no ajustó los límites a los que aplica esta tasa regulada, lo que implícitamente es un alza ampliada a un universo mayor de consumidores.
Pagar el mínimo, solicitar adelanto de efectivo o pagar en cuotas por fuera del programa Ahora 12 significará manejar los nuevos números en el presupuesto de los argentinos. Para este último plan de pagos, vale recordar, se extenderá la lógica del financiamiento a corto plazo, ya que Ahora 3 continúa siendo la opción más elegida por los clientes.
De acuerdo a lo que informaron desde el BCRA, para los consumos que superan los $200.000 o U$S200, la tasa aplicada se adhiere a la regulación por Ley de Tarjetas de Crédito. Los intereses aplicados no podrán superar el 25% de la tasa que las entidades financieras apliquen a préstamos personales.
Por esta razón, el CFT dependerá de cada banco, siendo más costoso el financiamiento en entidades privadas en comparación a las públicas.