La crisis puso contra las cuerdas al sector hotelero. Y el incremento en las tarifas del servicio eléctrico parecen estar dándole el golpe de nocaut a una actividad económica que no logró recuperarse luego de la pandemia.

Las boletas de electricidad en hoteles de infraestructura robusta llegaron con precios inimaginables: 10 millones de pesos, cuando antes afrontaban boletas de 3 millones de pesos.

El mismo parámetro se da a una escala inferior, en hoteles con unas 40 habitaciones, en la que se pagaban entre 500 y 700 mil pesos de boletas de luz y hoy deben costear unos 3 millones de pesos en la factura de electricidad, contaron desde la Cámara de Hoteleros y Gastronómica de la provincia.

El problema se agrava porque los prestadores no pueden trasladar los precios a los clientes por el simple hecho de que no hay consumo, no existe demanda ni movimiento en el sector.

La ocupación hotelera está en niveles de las fases de salida de la pandemia por Covid-19, lo que significa que hay un 25% de ocupación de ocupación.

Desde la cámara de hoteleros, Fabio Nievas explicó que para cubrir los costos con el punto de equilibrio la ocupación debe alcanzar al menos el 45%, lo que implica que actualmente funcionan a pérdida.

Nievas también contó que para contrarrestar y hacer un uso óptimo de la energía eléctrica, los hoteles están sectorizando. Esto significa que utilizan sólo un piso y mantienen el resto a oscuras. Incluso hay otros prestadores que decidieron cerrar sus puertas de manera momentánea ante la no ocupación.

Este golpe que viene teniendo la hotelería en la provincia, ocasionó la pérdida de puestos de trabajo producto de la reducción de tareas en los lugares, que no sólo complica a los prestadores, sino también la mano de otra, los empleados del sector.