Challenger Gold, la compañía australiana de exploración de oro, está en camino de convertirse en un productor de oro para el segundo trimestre de 2025, gracias a un acuerdo clave respaldado por una colocación privada de 6,6 millones de dólares. Esta inversión proviene de Dolphin Real Assets Fund SPC Ltd, una filial de la empresa familiar del magnate inmobiliario argentino Eduardo Elsztain, uno de los hombres más ricos.

Este impulso financiero llega en un momento crucial, con el precio del oro alcanzando cifras récord de más de 3.800 dólares australianos por onza. La inversión permitirá a Challenger Gold desarrollar una operación de molienda de peaje temprana en su proyecto Hualilán, ubicado en San Juan. La operación será la base para un futuro desarrollo más amplio del yacimiento.

En la primera etapa de este proyecto, se han identificado 478.000 toneladas de mineral que contienen 85.500 onzas de oro y 495.334 onzas de plata, lo que se considera adecuado para un modelo de molienda bajo contrato. La mayoría de estos recursos están clasificados como "indicados", lo que implica una alta confianza en las estimaciones del yacimiento.

“El objetivo principal de esta estrategia es capitalizar el alto precio actual del oro para generar un flujo de efectivo temprano”, indicó el comunicado firmado por Kris Knauer, director y CEO de Challenger Gold Limited. 

Los pozos iniciales cuentan con un contenido de mineral de alta ley, con 5,8 g/t de oro y 32,2 g/t de plata desde la superficie, y una relación de desmonte promedio de solo 3,9:1. Comparativamente, esta proporción es baja respecto a la media de 4,24:1 observada en otras extracciones de oro en 2022, lo que hace que el proyecto Hualilán sea atractivo para una producción a corto plazo. Además, se trabajará con óxidos, lo que podría reducir los costos de procesamiento en comparación con materiales más duros como los sulfuros.

Este acuerdo solo involucra el 3% de los 2,8 millones de onzas equivalentes de oro que se estiman en el proyecto en su conjunto, lo que deja espacio para una expansión a largo plazo.

Challenger Gold también inició el proceso de aprobación ambiental para avanzar con el proyecto, mientras que un estudio preliminar sobre la viabilidad de la molienda por peaje está en marcha. Según las primeras estimaciones, esta operación podría generar 118 millones de dólares en flujo de caja antes de impuestos para la compañía. La entrada del Grupo Elsztain como inversor estratégico fortalece la posición de Challenger Gold. Además, se ofrecerá un plan de compra de acciones para los demás accionistas, con un límite de 1 millón de dólares, lo que permitirá ampliar la base de capital de la compañía.