Previo a la cuarentena, en la ya considerada antigua normalidad, el horario de comercio corría en dos turnos: de 8.30 a 12.30 y de 17 a 21 hs. Pero llegó la bataola, la cuarentena, los protocolos, y el comercio debió necesariamente adoptar el tan cuestionado horario de corrido. Hoy, con una franja que va desde las 9 a las 18, las opiniones comenzaron a dividirse y se formó 'la grieta horaria' en el sector de cara a lo que será la 'nueva normalidad'.

'El horario de corrido siempre ha tenido dos posiciones muy fuertes, una que brega que se pueda trabajar corrido y donde hay muchas provincias donde se hace, y la otra que son comerciantes muy arraigados que dicen que el comercio en horas de la siesta no funciona', detalló el empresario en Canal 13.

Esta diferencia se acentuó más en esta etapa, donde la franja horaria oficial viene como una medida legal e inquebrantable, sin embargo los resultados parecen estar a la vista. 'Hoy vemos que si funciona, la gente disminuye mucho pero sigue asistiendo y aprovecha el tiempo', destacó Rodríguez. En tanto, reconoció que hay un '50% y 50% de compradores que le gusta y prefiere esto'.

El empresario reconoció que para que funcione el horario de corrido hay varios sectores que también deberían adaptarse. 'Los bancos deberían también trabajar con los mismos horarios, bajo el sistema clearing, como el horario que tiene en Buenos Aires, los colectivos, los estacionamiento, todo eso se puede arreglar, pero tendría que ser todo un grupo de servicios que se pongan de acuerdo', apuntó.

En tal caso, Rodríguez entiende que si bien esto se aplica al microcentro capitalino, no se puede aplicar al resto de la provincia. 'Hay muchos comercios que después de las 13 mueren, y las altas temperaturas hacen que recién comiencen la actividad en la tarde noche. Tenemos que hablar toda la provincia. Es el caso de Rawson, Pocito o Caucete, donde la actividad en verano comienza a las 18 horas. Deberíamos regionalizar esto, porque hay lugares que en realidad no funcionarían', concluyó.