Las ventas minoristas de las pymes argentinas registraron una caída interanual del 10,5% en agosto, ajustadas por inflación, acumulando una baja del 16,2% en los primeros ocho meses de 2024, según un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En comparación con julio, las ventas desestacionalizadas retrocedieron un 1,6%.

A pesar de las facilidades crediticias y el repunte en los créditos personales, la actividad comercial sigue en descenso. Entre las principales dificultades que enfrentan los comercios se destaca el creciente número de rechazos en las compras con tarjeta debido a la falta de "límite" en las mismas.

Todos los sectores evaluados mostraron disminuciones interanuales. El rubro de perfumería fue el más afectado, con una caída del 29,3%, seguido de farmacia, que registró un descenso del 17,4%. En lo que va del año, estos sectores acumulan bajas del 32,1% y 27,8%, respectivamente.

El sector alimenticio y de bebidas también experimentó una caída del 11,8% en agosto, afectado por la competencia de grandes cadenas de supermercados que liquidaron productos cercanos a su vencimiento. Además, otros rubros como bazar, textiles, calzado y marroquinería mostraron caídas significativas, reflejando un panorama crítico para el comercio minorista, en medio de una inflación persistente y la falta de incentivos económicos.