En la jornada de este jueves, “La marcha cartonera más grande del mundo” llevó al Congreso de la Nación la Ley de Envases con Inclusión Social. Se trata de una propuesta de los trabajadores de  la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (Faccyr), que fue presentada por el diputado del Frente Patria Grande,  Federico Fagioli y está basada en el principio de Responsabilidad Extendida al Productor (REP) que insta a las empresas a hacerse cargo del costo de los envases que colocan en el mercado.

En diálogo con Canal 13, Pablo Dojorti, militante del Movimiento de Trabajadores Excluidos de San Juan (MTE), brindó  detalles de esta ley que beneficiaría a uno de los sectores más postergados de la economía popular.  “La ley prevé un impuesto a los grandes generadores de residuos sólidos urbanos como el  cartón, el tetrabrik, el plástico y el vidrio, y alcanzaría los 1.000 millones de pesos. Estas empresas no se hacen cargo después de la recuperación del residuo”, dijo Dojorti.

En ese sentido agregó que, “la idea es que por medio del ministerio de la Nación en acuerdo con los municipios, la medida  sirva para mejorar las condiciones de los recuperados urbanos que son los que conocemos como cartoneros. Recuperan una parte de estos residuos y los vuelven a reinsertar en el mercado”.

Expresó que las condiciones laborales de los recuperadores de la provincia son “pésimas” y denunció que con la crisis se han multiplicado los trabajadores que hoy se dedican a recolectar cartón. “Nosotros teníamos mas o menos 60 compañeros organizados, hoy asciende a casi 150. Son personas que tenían otro tipo de trabajo o hacían changas de construcción. Entonces el material disponible es mucho menos”, dijo el representante del MTE y agregó, “la situación de estos trabajadores va variando mucho, en San Juan el kilo de cartón cuesta $10, dos semanas atrás costaba $22 y hace un mes costaba $15. Eso varía de acuerdo con el precio de mercado que lo imponen los grandes compradores".

Existen otros materiales que se pueden recuperar pero que tiene muy poco valor en la industria del reciclaje. El kilo de vidrio en la provincia está en  $1,50, es un material muy pesado, hay que romperlo lo que  implica un riesgo de corte, al igual que el plástico que tiene un precio muy bajo. “Hay que agregar las condiciones climáticas, en días de lluvia no se puede salir y los días de calor los compañeros salen igual, pero es muy poco el trabajo que se puede hacer”, aseguró.

Dojorti dijo que actualmente se recupera solo el 10% de los residuos que se generan, el 65% de los residuos urbanos van a relleno sanitario (nivelación de terrenos) y el 35% restante van a basurales a cielo abierto, donde mucha gente vive de lo que recupera de la basura, como comida y residuos que después recupera para la industria.

Aseguró que la ley es muy propositiva  ya que se le bajarían los impuestos a las empresas en función del material reciclable que saquen al mercado, aunque también prevé una sanción para las empresas que generan esos residuos y no lo recuperan. “Sirve para generar conciencia en las mismas empresas, no todos se puede recuperar como algunos plásticos. Lo que fija la ley que se hagan cargo de eso y empecen a trabajar con materiales que se puedan recuperar al 100%”, finalizó el referente de la organización.