(CRONISTA COMERCIAL) El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, confirmó hace un mes que a fin de año vence el acuerdo de convergencia tarifaria que obligaba a las provincias a congelar el precio de la distribución eléctrica y que no será renovado. Los gobernadores de varios distritos ya informaron que subirán la tarifa entre 20% y 34% desde enero. Pero el Ejecutivo presiona ahora para revertir esos aumentos y advierte que dejará de enviar fondos para las obras de mejora del servicio a aquellos estados que incrementen la boleta.

"A las provincias que aumenten la tarifa se les dejará de financiar las obras de distribución", dijo a El Cronista una fuente oficial al tanto de las gestiones. Los acuerdos del pomposo Programa de Convergencia de Tarifas Eléctricas y Reafirmación del Federalismo Eléctrico en la República Argentina contemplaban que, a cambio del congelamiento de tarifas hasta el 31 de diciembre, la administración nacional iba a financiar una serie de obras para mejorar la distribución eléctrica en los distritos. Son obras que, en general, demoran entre dos y tres años en realizarse y que en muchos casos ya se iniciaron. "Las obras no se frenarán, pero las provincias deberán financiarlas con los aumentos", afirmaron en el despacho oficial.

La advertencia del Gobierno llega en momentos en que Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Chaco, Corrientes, Río Negro, Misiones y Mendoza ya anunciaron subas desde enero, de entre 19% y 34%. "Más allá de que tengan la potestad tarifaria y más allá del vencimiento del convenio, el Gobierno no va a convalidar las subas", afirmó la fuente oficial. "Las provincias no mostraron voluntad de negociación; si se cae el compromiso de no aumentar tarifas, se cae el compromiso de financiamiento", siguió.

Santa Fe fue una de las primeras en oficializar la suba. El 27 de noviembre pasado, el gobernador socialista Arturo Bonfatti denunció que la administración de Cristina Fernández incumplió el acuerdo firmado. "En primer lugar, tienen que cumplir con los $ 1.050 millones de con los que se comprometieron, sino vamos a quebrar la empresa y yo no voy a querer que los santafesinos nos quedemos sin empresa", dijo a Cadena 3.

"Santa Fe actualizará su cuadro tarifario para los consumos que se registren a partir del 1º de enero próximo, con una recomposición del 27% promedio respecto al año 2013, actualmente en vigencia", informó el jueves pasado la Empresa Provincial de la Energía (EPE) en un comunicado. "Los recursos obtenidos permitirán continuar el importante plan de obras en 2015, necesario para prestar el servicio eléctrico y atender el sostenido crecimiento de la demanda. El congelamiento de tarifas se mantuvo por 18 meses, a pesar del persistente proceso inflacionario vigente en el país, de fuerte impacto sobre la economía", continuó.

 En Entre Ríos, en tanto, la suba ya confirmada será del 20%. En otras provincias, las distribuidoras pidieron aumentos de hasta 34%, como en Chaco. En Córdoba la suba rondaría el 29% y en La Pampa, el 30%.

Cada provincia firmó con el ministro de Planificación, Julio De Vido, un acuerdo por el cual se comprometió a retrotraer las tarifas al 31 de diciembre de 2013 a cambio de que el estado nacional financie obras. La intención oficial era usar la "convergencia": permitir aumentos en el área metropolitana congelando las tarifas en el interior y lograr cierta equiparación.

Planificación debía mandar fondos de manera progresiva contra el avance de las obras. Según Santa Fe, el envío del dinero se demoró. Catamarca, por ejemplo, había recibido a noviembre $ 40 millones de los $ 180 comprometidos.

 Los acuerdos también contemplaban refinanciar las cuantiosas deudas que cada distribuidora eléctrica sumó con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). Según informó el diario La Nación, el EPEC de Córdoba debe $ 2.800 millones y Edelap, $ 660 millones, entre otras. Todas están lejos de los rojos de las metropolitanas Edenor y Edesur: $ 6.250 millones y $ 5.700 millones, respectivamente.