En las últimas semanas, el dólar blue ha experimentado un aumento significativo, despertando inquietudes sobre las causas de esta alza y sus posibles consecuencias para la economía argentina. Para entender mejor esta situación, conversamos con Diego Hagmann, Master en Economía, ofreció en Banda Ancha un análisis detallado.

Según Hagmann, la principal razón detrás del incremento del dólar blue es la reciente baja en la tasa de referencia. "Son varios los factores, pero el más importante es la baja de la tasa de interés," explica. "Los pequeños inversores, que ya venían enfrentando tasas de interés negativas, buscaron resguardarse frente a la inflación. Sin muchas herramientas disponibles, llegaron al punto en que el incentivo para mantener pesos se desvaneció, lo que llevó a muchos a refugiarse en el dólar.", comentó.

Hagmann también destaca cómo las maniobras financieras, como el "carry trade", que consistían en tomar dinero en pesos para invertirlo en tasas de interés aunque fueran bajas, han perdido atractivo. "Este pequeño juego se bloqueó cuando la tasa llegó al 30%, porque cualquier subida en el tipo de cambio afectaba más que proporcionalmente," señala. "Esto provocó que la gente se volcara definitivamente al dólar, cumpliéndose las expectativas de muchos."

Las expectativas juegan un papel crucial en la economía. A pesar de algunos logros macroeconómicos recientes, como la posible reducción de la inflación en mayo, la falta de apoyo político al gobierno está generando incertidumbre. "Es un gobierno que lleva cinco meses, y aunque ha tenido logros macroeconómicos, es muy probable que la inflación baje significativamente en mayo," dice Hagmann. "Pero es el primer gobierno en el que el Congreso no quiere aprobar ninguna ley, lo que genera dudas y afecta las expectativas."

La falta de apoyo político limita las herramientas e instrumentos disponibles para el gobierno, dificultando la implementación de políticas efectivas para estabilizar la economía.

Hagmann menciona que el valor del dólar es subjetivo y difícil de calcular con precisión. "Lo que sí podemos decir es que, si sigue así, la inflación a un ritmo del 67% anual, con un promedio mensual del 7%, frente a una devaluación del 2%, va produciendo una distorsión," afirma. "Esta distorsión es probable que se agrande."

Con las tasas de interés en niveles muy bajos, cubrirse de la inflación se ha vuelto una tarea complicada. "Hoy tenemos tasas negativas, y el único refugio más accesible prácticamente ya se derrumbó," comenta Hagmann. "Lo que queda para aquellos con ahorros es tratar de invertir en bienes durables, ya sean tangibles o no."

Sin embargo, Hagmann advierte sobre los riesgos de estas inversiones debido a la alta volatilidad. "Las expectativas juegan un rol fundamental. Aunque se estén haciendo las cosas bien y los resultados sean buenos, no hay que olvidar que estamos en una crisis económica fuerte y prolongada, y no hay herramientas claras para cambiar las expectativas negativas."