El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) aprobó como práctica enológica lícita la desalcoholización de los vinos. Fue a través de una resolución que se incorporan a la Ley General de Vinos 14.878, los productos Vino Parcialmente Desalcoholizado y Vino Desalcoholizado o Vino Sin Alcohol. Esta iniciativa por la que bodegueros venían solicitando desde hace muchos años, generó opiniones en contra y a favor en los viñateros, quienes coincidieron en que habrá que aguardar la forma de aplicación y la elaboración de esta nueva categoría de vinos.

El vino parcialmente desalcoholizado, es aquel que obtenido por desalcoholización parcial de vino que presenta una disminución del contenido alcohólico del vino por desalcoholización superior al 20% volumen, siempre que su contenido alcohólico volumétrico final sea igual o superior a 0,5% volumen.

Mientras se denomina vino desalcoholizado o sin alcohol, al obtenido por desalcoholización del vino que presenta un contenido alcohólico menor a 0,5% volumen.

La autorización del INV despertó posturas distintas entre el sector viñatero. Desde la Asociación de Viñateros Independientes, Rubén Gómez se mostró en contra de la medida por distintos factores.

‘No estamos de acuerdo porque no corresponde a la Ley de Vinos, porque la ley dice que el vino se define como la fermentación de uva fresca, por lo tanto, ya no sería vino. Además, se sospecha que puede haber alguna adulteración para obtener este tipo de producto. Deja muchas dudas la obtención de este producto. También se sospecha que pueden producirse estiramientos de vinos para que sean de baja graduación o sin alcohol, como también podrían ser fabricados con productos químicos’, dijo Gómez, exhibiendo su postura.

También mencionó que ‘además va en contra del principio de producción nuestra ya que tratamos de producir la uva con mayor cantidad de azúcar, que es la que buscan los bodegueros para que esta azúcar, por un proceso químico natural, se convierta en alcohol. Hay que esperar a ver cómo se implementa. Un producto así no se puede llamar vino, porque el vino es de la fermentación de la uva, lo cual esto sería como un jugo y va en contra de los principios de la ley’.

En otro sector, Eduardo Garcés, presidente de la Federación de Viñateros, coincidió con Gómez al expresar que ‘debería llamarse bebida a base a vino, porque la Ley de Vino dice que es lo producido de hacer fermentar el jugo de uva fresco, o sea recién molido. Pero bueno, hacen la cata de vino y premian un mistela, que no es vino, es un licor, es mosto clarificado filtrado que se le agrega alcohol. Hay tantas violaciones a las leyes, que una más, que le va a hacer. Yo pediría que en el envase diga que es una bebida sin alcohol a base de vino’.

Analizando desde el sector de venta, Garcés relató que ‘es un nicho posible de ventas, es cierto que hay que competir con otras bebidas que son alcohólicas y las están haciendo sin alcohol. Pero está el miedo porque una cosa es desalcoholizar vino y otra es estirar vino con agua. Espero que el INV esté muy atento a que se haga eso porque tengo entendido que una máquina desalcoholizadora es bastante cara’.

‘Con esto del alcohol cero o religiones que no pueden tomar alcohol, tal vez hay un nicho que creo que no puede ser muy grande, pueda ser que esté equivocado. Pero si aumentamos un 10% el consumo de vino con ese tipo, creo que es positivo’, sentenció Garcés.