“Ay no, por favor soltame”: repetía un loro testigo de un femicidio, clave en la causa
El ave fue encontrada en la escena de crimen repitiendo lo que se cree fue el último ruego de la víctima. Este lunes comienza el juicio contra los dos acusados de violar y asesinar a Elizabeth Toledo.
Este lunes Miguel Saturnino Rolón (53), alias “Mambo”, y Jorge Raúl Álvarez (65), alias “Tío Jorge”, serán juzgados por abuso sexual agravado y homicidio agravado por el vínculo y por femicidio. Los hombres están acusados de abusar y estrangular manualmente a Elizabeth Alejandra Toledo (46) y su mascota, un loro, es considerado testigo en la causa.
El femicidio fue cometido durante la madrugada del 30 de diciembre de 2018, en una vivienda del barrio Presidente Perón, en Buenos Aires. El caso develó la vulnerabilidad de la víctima, una mujer con retraso madurativo que convivía con tres hombres que la sometían a maltratos que nunca fueron denunciados.
La fiscal Santella menciona en su requerimiento de elevación a juicio –al que accedió Télam-, que mientras la escena del crimen era custodiada a la espera de la llegada de peritos, un efectivo de la comisaría de Virreyes Oeste escuchó gritos desde el interior. Al revisar encontró un loro en una jaula que decía “¡ay por favor soltame, ay no!”, frase que los investigadores creen que pudo ser lo último que dijo la víctima antes de terminar asesinada.
El dato fue incorporado por la fiscal de San Fernando Bibiana Santella a la requisitoria de elevación a juicio -a la que accedió Télam-, a partir del testimonio del policía que escuchó la frase que repetía el loro de la víctima. El policía contó que tomando los recaudos necesarios para no pisar ni tocar nada, se asomó al interior de la habitación donde yacía el cuerpo y volvió a escuchar gritos detrás de la puerta principal y cuando observó detenidamente advirtió la presencia de un “loro de color verde y tamaño estándar” dentro de una jaula blanca.
Fuentes judiciales indicaron a Télam que ese loro que pertenecía a Toledo, fue retirado de la casa por una de las hermanas de la víctima que podría ser una de las testigos convocadas por la fiscalía al debate.
Por otra parte, forenses encontraron en el antebrazo derecho de la víctima marcas de mordeduras que fueron catalogadas como lesiones defensivas y terminaron siendo clave para esclarecer el asesinato. Tras realizar las pericias dentales, llegaron a la conclusión de que coincidían con la dentadura del imputado Rolón.