“Hermanos Salafistas”: desarticulan en Mendoza una organización terrorista
Tres grupos de WhatsApp y Telegram alertaron a los investigadores por posibles ataques en el Este de la vecina provincia.
Una investigación desarrollada por el Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista de la Policía Federal Argentina (PFA) permitió desarticular el pasado 16 de agosto una organización terrorista que operaba en Mendoza y planificaba atentados en la vecina provincia.
La pesquisa se inició a partir de una denuncia del Departamento de Asistencia Comunitaria de la DAIA, a partir de las amenazas que recibió un miembro de la comunidad judía mendocina.
A partir de esa presentación, los detectives federales especializados en casos de terrorismo identificaron al autor de las agresiones y esos trabajos permitieron desmantelar al resto del grupo islámico radical.
Los sospechosos difundían expresiones anticristianas y antijudías a través de grupos de Telegram y WhatsApp, con mensajes que daban cuenta de las intenciones de cometer atentados contra esas comunidades religiosas en Mendoza.
Asimismo, compartían contenido vinculado a organizaciones terroristas como el Estado Islámico y el Emirato Talibán de Afganistán, de acuerdo con las fuentes del caso.
Todo ocurrió en el departamento Rivadavia, al este de la vecina provincia, cuando se identificó y detuvo a un sospechoso. El teléfono secuestrado dejó a la vista una serie de mensajes con distintas personas a través de aplicaciones de mensajería.
El análisis de la información recolectada abrió el camino para acrecentar las sospechas sobre presuntas actividades terroristas y de captación de individuos en la provincia.
Este 15 de agosto, se realizaron ocho allanamientos en domicilios de Las Heras, Guaymallén, Rivadavia y Ciudad, para intentar desbaratar este grupo informó diario El Sol.
La investigación evidenció la existencia de una estructura organizada para la radicalización de individuos en Mendoza. En los mensajes de los teléfonos encontró que se compartían ideas e información sobre la planificación de posibles atentados.
La instrucción está a cargo del juez federal Marcelo Garnica y junto con el fiscal Fernando Alcaraz. El expediente tiene a dos imputados privados de la libertad identificados como Nicolás “Isa” Escudero Díaz (34) y Matías Gabriel Gutiérrez (26), alias “Amyr Mustafa”.
Uno de los detenidos declaró que los mensajes hallados en sus celulares eran una especie de broma entre ellos, versión que fue desacreditada en el análisis y repaso cronológico de los chats.
En uno de los celulares peritados, los investigadores encontraron un grupo de Telegram denominado “Salafi Brothers”, cuyo nombre estaría relacionado con el movimiento extremista y ultraconservador islamita “salafismo”. En ese grupo encontraron durante los análisis indicadores de radicalización basados en expresiones anticristianas.
También detectaron actividad similar en WhatsApp en el grupo llamado “Jammah Rivadavia” compuesto por cuatro varones. Entre todos los diálogos analizados sobresalían algunos escritos por uno de ellos, como “nuestro primer ataque será al monumento de la idolatría de la rotonda”, lugar donde se encuentra la iglesia cristiana Ministerio El Camino Hacia Dios.
También la Parroquia de Rivadavia aparecía entre los mensajes de otro grupo identificado como “Zona Este y Capital” y la probable idea de otro ataque anticristiano.
Frases como “Hay que exterminar a todos, así no dejan crías”, alertaron a los investigadores judiciales.
Todo este proceso de análisis de teléfonos celulares y el material que lograron advertir que los sospechosos pertenecían a un círculo cerrado que profesaba el islam con el objetivo de maniobras de captación y posibles planificaciones de atentados, con la presencia o figura de un Sheikh, es decir, un líder o referente, el que fue buscado y encontrado en Buenos Aires.
En los allanamientos, además, se secuestraron armas, dispositivos electrónicos, libros, anotaciones y otros elementos que suman importancia a la causa.
Los dos sospechosos están imputados por el artículo 213 bis del Código Penal, que tipifica: “Será reprimido con reclusión o prisión de tres a ocho años el que organizare o tomare parte en agrupaciones permanentes o transitorias que, tuvieren por objeto principal o accesorios imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor, por el solo hecho de ser miembro de la asociación”.