(Infobae.com) La economía argentina vive días imprevisibles. Muestra de ello es lo que sucedió durante las últimas tres semanas con una de sus variables más importantes, al menos para el bolsillo y las expectativas de la mayoría de los trabajadores: el dólar.

Preocupados con las novedades que recibían desde la Argentina, los turistas de la segunda quincena que eligieron un destino en el exterior tuvieron que llevar la calculadora a todos lados. Que el 35%, que el 20, que el dólar a 13...¡No, a 8! Los cambios en las reglas de juego y la devaluación del peso transformaron las vacaciones de 2014 en difíciles de olvidar.

La mayoría de los argentinos que viajaron en los últimos días compraron sus pasajes aéreos y servicios turísticos en el mes de noviembre o incluso antes, cuando el recargo de la AFIP era del 20% y el dólar oficial se encontraba por debajo de los 6 pesos. Así, calculaban: "Si gasto un dólar en el exterior, voy a tener que pagar cerca de $7 cuando me llegue el resumen de la tarjeta"

Pero no. Cambio de Gabinete mediante, el Gobierno aceleró la devaluación del peso y el dólar oficial, que cotizaba $5,92 el 1° de noviembre, un mes y medio después llegó a los 8 pesos. Además, el recargo en concepto de Ganancias y Bienes Personales subió un 15%, por lo que aquellos $7 por dólar que se calculaban cuando se proyectó el viaje, ahora ya son casi 11.

No hace falta irse a noviembre para encontrarse con un fuerte contraste: el peso sufrió una devaluación del 18% con respecto a la cotización que había en las pizarras el pasado 15 de enero y el dólar subió casi $1,50 con respecto a los primeros días del año.

Dependiendo de los humores de la web de la AFIP, probablemente estos viajantes hayan intentado acceder a dólares billetes en el mercado oficial. En noviembre calculaban gastar $590 cada 100 unidades de la divisa norteamericana, pero también vieron afectadas sus proyecciones porque tuvieron que sumarle una percepción de 35% que no regía cuando imaginaron la "escapada" y la suba de las cotizaciones. Cien dólares en el mercado oficial, equivalieron a casi a $800 en la primera semana de enero.

Los que no fueron bendecidos con la autorización de la AFIP debieron acudir al mercado libre para hacerse de algunos billetes, donde también hubo fuertes variaciones. En noviembre, se conseguía un dólar a casi $9; el 15 de enero a $11,25 y la semana pasada llegó a 13.

El viernes tuvieron una buena noticia. Se conectaron a internet para comunicarse con su familia y al pasar leyeron en Infobae que el recargo del 35% volvería al 20; algo de aire para sus golpeadas finanzas, imaginaron. En un principio, la medida iba a empezar a regir este lunes, por lo que probablemente suspendieron algún consumo a la espera de la puesta en marcha de la nueva resolución. Pero la alegría se transformó en malhumor el domingo por la mañana cuando el ministro de Economía, Axel Kicillof, les dijo que la percepción "por ahora" continuaría en 35 por ciento.

Y seguramente este lunes y los próximos días continuarán atados a las noticias que surjan desde la Argentina. Es que los bancos pesifican la deuda al tipo de cambio oficial a la fecha de pago de tarjeta de crédito, por lo que termina siendo indiferente el día en que se realizaron los consumos.

En el caso de haber hecho gastos en euros o en otra moneda extranjera, los bancos convierten la deuda en dólares el día del consumo. Sin embargo la cotización en pesos se realiza también el día en que se abona el resumen del plástico. Y si quedó un saldo pendiente en dólares al momento de cancelar la deuda, los bancos toman ese monto pesificado al día del vencimiento y le cargan intereses en dólares cercanos al 17% anual.

Otro dato para tener en cuenta es que por disposiciones del Banco Central, primero debe saldarse la deuda total en pesos para luego cancelar los montos pendientes en dólares, por lo que el financiamiento de los turistas es aún más caro.